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El niñero se veía más que feliz junto a Jin, eran muy lindos juntos. Sonó el teléfono y antes de que yo, como un hijo responsable contestara, Yoongi lo hizo.

Al fin, pensé que después de ser un tonto decidiera ser responsable y educado para responder al teléfono y dejar a Jin conversar con Nam, pero me equivoqué.

—Hey, qué tal, Minhyuk.

Todos miramos a Yoongi hablar, y mamá trató de no decir nada.

—Oh, ¿Jin? está hablando con un chico. ¿Qué dices? ¿Que estás molesto? 

Miré a Yoongi con enojo, este sería un gran problema si ese chico se molesta y viene hasta acá.

—Mm, entiendo. Sé que querías salir con él, será otro día, pueden ir a cenar y después a un mot...Oh, genial. —Yoongi se veía serio al hablar, pero era parte de su plan.

 —Yoongi, ya deja eso...—hablé.

—Genial, está bien, mañana a las seis. Adiós, Minhyuk.

¿Qué? ¿Yoongi se había atrevido a responder y colgar él mismo el teléfono? Jin le daría un fuerte golpe en sus inexistentes pompis.


—Y-yoongi cariño ¿quién era ese chico? —preguntó Jin con vergüenza, podría jurar que estaba furioso.

—Tu amigo Minhyuk, con el que salías antes.

Hubo un total silencio en la sala.

Namjoon se veía triste, así que se levantó del sofá.

—Ahora que recuerdo, tenía un compromiso con los mariachis en un lugar, creo que vendré luego, gracias... —suspiró y se acercó a la puerta, pero oh no, yo no voy a permitir que el plan de Yoongi funcione.

—Que yo recuerde, tú serías nuestro niñero...Y s-si él sale, tú debes cuidarnos.

Namjoon me miró desepcionado. Yo tomé sus grandes manos y lo llevé al sofá nuevamente.

—Yoongi, ve a la habitación, iré en unos momentos. 

Yoongi sonrió, tal vez pensó que haríamos uno de sus juegos con Hoseok, pero nop. Subió rápidamente después de tocar mi pierna y yo fruncí el ceño.

Jin estaba avergonzado, soltó algunas lágrimas y se dirigió a su habitación.

—Namjoon, eres una gran persona, y Jin te quiere mucho... ¿Sabes? Tú podrías ser n...

Jin volvió con un pequeño bolso para salir por la puerta sin decir nada más. Ya se me ocurrirá algo para hacer que estén juntos sin que el estorbo de Yoongi haga algo.

Preparé una maruchan de camarón picante para dársela a Nam, que sonrió. Me senté frente a él cuando Hoseok y Taehyung fueron a cuidar a Jungkook, junto a Yoongi.

—Algo te sucede, Kim. ¿Estás celoso del amigo de mamá?

Namjoon parecía un tomate. 

—No...Bueno sí.

Sonreí para mirarle. Tenía un plan, y ahora sí, Yoongi no lo arruinaría. 

el mariachi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora