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Jimin



Desperté temprano ya que hoy sería un gran día. El primer día con Namjoon cuidándonos.

—¡DESPIERTEN TODOS! —corrí por ambas habitaciones, golpeando las paredes para que todos despertaran.

Taehyung salió de su habitación y cayó al suelo, siendo aplastado por Hoseok.

—¡Niñero! ¡Niñero! ¡Niñero! —Hoseok se unió a mi desmadre de la huelga de niñero.

Jin se levantó rápidamente y salió de su habitación. Podía sentirlo desde lejos, la chancla estaba a punto de ser lanzada.

No sé cómo, pero al lanzársela a Hoseok, el timbre sonó.

—NIÑERO. —corrí rápidamente a la puerta para abrir, pero eran los del Coppel. —Oh, ahorita no jóven. —cerré la puerta y me senté en el sofá, deprimido.

Yoongi bajó riendo. —¿Lo ves? Le diste tanta pena que ahora no vendrá ese niñero de mi-

Antes de terminar, el timbre volvió a sonar. Abrí la puerta y ahí estaba, un mariachi.

—¡Niñero!

Cuando se dio la vuelta, supe que no era él. Bajito, cabello sin arreglar y ojos de raya. Ese no era Namjoon.

—Soy el compañero de Kim, Jihoon. ¿Lo ha visto por algún lado?

—No sé de qué habla...

—No mientas, enano. —evité soltar alguna risa, ya que claramente el enano aquí no era yo.— Namjoon, no aparece desde ayer. Hoy tenemos que tocar en un panteón y él no aparece. Supimos que ha venido acá varias veces así que supuse que tenía algún contacto con...Yoongi.

—¿Yoongi?

Volteé para ver a Yoongi detrás de mi, observando al pequeño mariachi. Analicé la situación, mirando a ambos detenidamente. ¡Eran idénticos!

—Jihoon.

Ambos se miraron seriamente. El ambiente se sentía muy frío, y estábamos a 30 grados.

—Bueno... Él no está aquí así que...

—Jimin, no le hables a ese ojos de raya.

Solté una risa ya que ambos tenían... bueno.

—Cállate, Min. Ese chico es demasiado lindo para ti ¿Es tu novio?

—¡Qué! ¡Soy su hermano menor! —fruncí el ceño.

—Sí. ¿Y?

Miré a Yoongi con furia. ¿Qué se creía al mentir así?

—Pues, nada mal para un tonto como tú. —bufó el mariachi.

—¡Él no es mi novio! Soy su hermano menor y-

Traté de intervenir pero no lo logré —Creo que el tonto aquí eres tú, tonto.

Peleaban como niños pequeños, aunque el Yoongi 2.0 se veía un poco mayor.

—Tu novio debería dejarte, eres un baboso.

—¡Que no lo soy! Deja de decir eso, desconocido. —dije molesto.

—No lo hará, me ama más que tu mamá a ti.

—¡Yoongi irrespetuoso! —fruncí el ceño.

—Tu mamá come sopa con tenedor. —Dijo Yoongi 2.0

—Tus papás son primos —soltó Yoongi.

—Tu mamá se baña con tenis. 

—Tu mamá se baña con paraguas.

Comenzaron a insultar a sus madres mutuamente, eso comenzaba a estresarme.

—Tu mamá no sabe cocinar —sonrió Jihoon. Yoongi y yo lo miramos con desprecio.

—¡Cómo te atreves! —juraría que Yoongi estaba a punto de gol...oh, lo hizo.

Jihoon sólo tambaleó un poco y soltó una risa —Namjoon es un estúpido al venir aquí a visitarte, Min. Nos vemos luego.

Yoongi cerró la puerta. Lo miré molesto y lo empujé.

—Qué. Fue. Eso.

Él sólo sonrió y caminó a la habitación. Suspiré y esperé a escuchar el timbre de nuevo, sonó dentro de un rato. Abrí y finalmente; Namjoon.

—Lo siento, llegué un poco tarde...

—¡No te preocupes! —le sonreí amablemente y lo dejé pasar. Estaba preocupado, si Jihoon se enteraba de que estaba aquí y no con los otros mariachis, mataría a Namjoon o a mi hermano.—¡Ya ha llegado el niñero!

Jin bajó como el rayo McQueen para ver a su amado, digo al niñero, y le sonrió. —Qué tal, Namjoon. Estaba esperándote.

—Estábamos. —corrigió Taehyung, bajando las escaleras junto a Hoseok. 

Yoongi bajó después — Yo no.

—Qué lindos... Bien ¿Su "madre" saldrá?

Jin se sonrojó. Estaba muy bien vestido y parecía que saldría, pero apuesto a que se quedaría en la sala con Namjoon. —Yo...sí.

—Qué mal, quería conversar c-

—¡Pero puedo quedarme! Todo por estar junto a mis hijos y...su amable niñero.

Namjoon no podía estar más feliz, y seguro Jin tampoco.

Fueron a la sala a conversar mientras yo sonreía feliz junto a Tae y Hoseok.

—Estoy emocionado, el niñero se quedará aquí.

Miré a Yoongi, él no parecía disfrutar ni un sólo momento, algo planeaba.



el mariachi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora