Siete

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Ready, Freddie?

¡Eres un idiota!

—¡Steve!

—No quiero escucharte, Tony. Esto es tu culpa. Sabías de sus sentimientos o al menos lo sospechabas—el Capitán Rogers está furioso, el apoya a su hermano, claro que lo hace pero aquello es demasiado. Él no puede soportarlo. Siente como si Bucky estuviese siendo obligado y le enfermaba—. Es la principal razón de tus "tranquilas vacaciones".

—¿Cómo iba a saber que son unos cavernícolas con costumbres extrañas?—alza la voz, Tony Stark nunca se ha dejado vencer.

—No de nuevo—Peter susurra abrazándose así mismo, quiere cubrirse los oídos y solo salir a columpiarse pero aquello resulta imposible en Wakanda.

—Bucky no pasará de nuevo por eso. Nos vamos de aquí.

—¡Hace un momento no pensabas lo mismo!

—¡Hace un momento Bucky no era alguna clase de entretenimiento retorcido!

Están alejados de miradas curiosas desde luego, Tony Stark puede ser un exhibicionista sin filtro alguno pero su familia es prioridad. Peter es su prioridad, así siempre ha sido aún por sobre Steve Rogers.

Entonces Natasha decide que es un buen momento de hacer acto de presencia y golpear a cada uno con su mejor patada.

—Deténganse ustedes dos—ordena impaciente, la ahora rubia no tiene gran paciencia y en definitiva la chispa entre Steve y Tony no se ha perdido con el pasar de los años—. No es su decisión, es de Barnes.

Ella camina hacia Peter, el adolescente cierra los ojos esperando un golpe como regaño por no impedir la pelea pero en su lugar solo hay una caricia y eso le es suficiente para mirarla por entre las pestañas, la agente de SHIELD le sonríe indicándole seguirle, salen de ahí a tiempo para no oír la reconciliación de sus padres.

—¿Mi tío?

—Barnes está en el laboratorio de Shuri—indica suave, la espía tiene ese toque maternal cuando se dirige a él—. Lo sabrías si no te hubieses ido corriendo.

Peter baja la cabeza sintiendo sus orejas arder. Es cierto, después de las palabras de Shuri él simplemente llegó a su límite de tolerancia con el rey y salió corriendo antes de hacer una tontería, no está en Nueva York y no tiene su traje como para actuar heroico, un solo movimiento en falso hacia el monarca y Peter ya sería historia.

—¿Puedo verlo?

—Entra, están todos pero pregunta por ti.

Asintiendo pasa, el lugar sigue tal y como lo recuerda pero ya no hay emoción ni expectativa, en su lugar siente que puede romper a llorar en cualquier momento como un niño pequeño y no puede importarle menos.

Cuando James posa sus ojos azules en Peter, él se quiebra y se lanza a abrazarlo. No hablan, los vengadores se quedan callados dándoles privacidad hasta que se separan.

—¿No crees que es apresurado?

—Peter, no soy una chiquilla—le acaricia el rostro con su mano de metal—. Yo lo quiero, él me quiere. Estaremos bien.

White WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora