Final

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El brazo de Border fue jalado hacia abajo, haciendo que la cabeza descendiera con el movimiento. Fue cuando James enfiló la punta del codo de abajo hacia arriba en un movimiento de media luna, que hizo al oso blanco caer con violencia hacia atrás, asustado.

Su peso golpeando el suelo resultó tan fuerte que pareció el sonido de un adulto cayendo de las ramas de un árbol.

La persona encargada inició un conteo y permaneció en el suelo, autoconvenciéndose que aquello era real y de verdad había caído. Se levantó furioso, babeando y rugiendo, cuando se escuchó el final del round.

Al momento de volver a iniciar, James buscaba el lado lastimado de Border, donde las costillas de seguro no habían cicatrizado. Ésa era su mejor oportunidad de acabar con rapidez con el combate.

Teniendo en cuenta que su contrincante es diestro le hacía las cosas imposibles cerrando en una guardia trunca y devolvía golpes poderosos que funcionaban para aislar aquella zona.

Otra vez, Border cambió de guardia usando el codo para proteger el lado izquierdo lastimado. James lanzaba jabs y jabs. Provocando, presionando y forzando una reacción para abrir ese lado y asestar un golpe poderoso que termine en combate.

James giraba y giraba, ligero como un felino. Pero pegaba fuerte. Mucho. Border no saltaba, sino que permanecía afincado en el piso, cerrado cuál roca.

James era fuego: quemando y crepitando. El otro era tierra: afincado e inmovible. El fuego capaz de desgastar a la roca, pero sería necesario algo más para moverla. Y, si no tenía cuidado, la tierra al cubrir la hoguera, podía apagar la hoguera.

James avanzó en una secuencia de respiraciones, arriesgándolo todo en el round. Golpeó una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y...

Border se lanzó sobre él en un salto inesperado y ¡bum!

James vio chispas de luces cuando un poderoso codo le acertó en medio del rostro, rajó su nariz y lo dejó temporalmente ciego.

Sin mirar, James sintió el lado izquierdo de sus costillas crujir con tres poderosos puñetazos que le sacaron el aire. Border le asestó un gancho en medio de las mejillas, hizo que el cuerpo del Lobo Blanco girase tres veces antes de caer.

Se escuchó un "¡oooh!". El encargado inició el conteo.

Jales se levantó, pero pasó el resto del round defendiendo y atajando. Steve intentaba traerlo de vuelta al percibir que Bucky veía cosas brillantes donde no había.

—¡Pegar y salir!—gritaba el rubio.

—¡Ay, Steve!—se quejó el de cabello ligeramente largo al sentir el toque en su párpado izquierdo hinchado—. Creo que lo está disfrutando—gruñó—. Odia a los "extranjeros" por lo que veo y ser amigo de Erik tampoco me ayuda que digamos.

—No intercambies con él—ignora sus palabras—. Es mucho más fuerte.

—¡Eso ya lo aprendí!

James volvió aún atarantado. El problema no era golpear, sino ver donde hacerlo para saber dónde salir. Border al notar esto comenzó a tomar iniciativa en la lucha, avanzando con pesadez hacia James provocando la guardia que marcaban los brazos con hematomas. James recibía algunos, esquivaba otros y al devolverlos, lo hacía con debilidad.

—Lo van a matar, lo van a matar—susurraba Peter mucho menos emocionado que cuando inició la pelea.

Al final del round parecía que James estaba muerto psicológicamente y que el público moría con él en aquel sueño ahora luciendo distante.

White WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora