Capítulo 2

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*William*
Caminando hacia casa, me metí las manos en el bolsillo y empecé a pensar en Érika. De una forma inexplicable, me parecía diferente a las demás, y eso que la había conocido hoy durante veinte minutos en total.
Al llegar a casa, observo a mi padre en la cocina, apoyado en la isla con las gafas leyendo una revista a saber de qué.

-Me voy ya a la cama papá, hasta mañana- dije con voz seca.

-Espera Will, quiero hablar contigo.

Me di la vuelta y le miré con cara de incertidumbre.

-Como bien sabes, este año terminas el instituto y empezarás la universidad. Tienes que mejorar en el equipo si quieres que se fijen en ti y optar a la beca.

-Lo sé, y voy a hacerlo lo mejor que pueda, no hace falta que me lo recuerdes siempre, sé lo que tengo que hacer- le afirmo con tono cortante.

-Sólo quiero recordártelo para que no se te olvide.

-Es complicado teniendo en cuenta que me lo dices desde que comenzó septiembre y que eres el director papá.

-Nunca está de más decirlo- dice riéndose.

-Estoy cansado, mejor hablamos de esto mañana con más calma- digo mientras subo las escaleras a mi cuarto.

Termino de subir las escaleras y entro en mi cuarto. Me quito la sudadera, la camiseta, los pantalones y me tumbo en la cama con las manos entrelazadas detrás de la cabeza.

-¿Qué es lo que te hace especial, enana?- murmuré.

Cojo el móvil de mis pantalones y abro Instagram. No hay nada interesante, quitando fotos de gente bebiendo, de viaje, de fiesta...nada fuera de lo común. Decido investigar sobre Érika y averiguar su Instagram. Miro algún seguidor o alguien que pueda tenerla, pero al final no encuentro nada.
Agotado, dejo el teléfono en la mesa y me dispongo a dormir.

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Suena el despertador a las siete de la mañana. Todavía dormido, intento apagarlo, sin abrir los ojos, golpeándolo y tirándolo al suelo.
Me levanto y empiezo a vestirme. Una camiseta blanca básica con unos tejanos negros y una cazadora de cuero, un outfit bastante básico.

Bajo las escaleras de dos en dos y llego a la cocina. Mi madre está de espaldas haciendo mi desayuno preferido, tortitas con mantequilla y miel.
Me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla.

-Buenos días mamá.

-Buenos días Will, qué madrugador estás hoy- me dice mi madre con una sonrisa.

-No sé, estoy contento, feliz.

-Y, ¿se puede saber el por qué?- me pregunta con intriga.

-Por nada en especial. Marcho a clase que tengo entrenamiento. Hasta luego mamá.

Cojo un par de tortitas, me las como deprisa y subo corriendo a lavarme los dientes.
Salgo de casa, abro el garaje y arranco el coche.

Llego al instituto en menos de quince minutos y observo a mis compañeros de equipo calentando en el césped.
Saco del maletero la equipación y me voy al vestuario. Mientras me acerco, el grupo de animadoras está ensayando las nuevas acrobacias para el siguiente partido. Una de ellas se me queda mirando, Lily, y se acerca corriendo hacia a mi.

-Hola Will- me saluda con un tono de amabilidad.

-Hola Lily- la digo sin mirarla a la cara.

-Me he enterado de que ayer ayudaste a la nueva a ir hasta el laboratorio, no sabía que te fueran ese tipo de chicas ahora- me dice entre risitas.

¿A quién tienes miedo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora