Receta para el desastre (ella)

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El recibimiento de la familia en general fue muy bueno. La verdad es que la madre de Andy me recibió con una sonrisa fingida y se las ingenió para que después de saludar a su papá nos quedáramos solas en la cocina.

-Andy nos dijo que trabajas en una empresa de publicidad-dijo tímidamente

-Si, la empresa tiene ya un tiempo en el mercado y la verdad es que le va muy bien…

-Quiero que sepas que Andy nos cuenta todo- me interrumpió- sé cómo se conocieron.

-¿Si?- pregunté confundida, creía que esto era un engaño para la familia, que nuestra amistad no existía que solo quería aparentar. No entiendo nada.

-Por supuesto, yo lo sé TO-DO. Honestamente no entiendo como podes creer que me voy a tragar el cuento de que son amigos, Andy solo trata con amigos de la infancia, como lo era Isa. Vos no te pareces en anda a ella, una chica refinada, de buena familia, educada, dulce, cariñosa y…

-No me diga nada más, sé muy bien como era Isabella, Andy habla siempre de ella, pero creo señora que debo dejarle en claro que yo no vine a reemplazar a nadie- comencé de a poco a elevar el volumen de la voz- simplemente soy una persona que se interesó lo suficiente en su hijo como para aceptarlo como es, que se preocupa en su bienestar y en esa depresión que trata de ocultar que tiene. Daría cualquier cosa para poder hacer que su hijo sonriera sinceramente, pero no sé cómo. Creo que no le hace ningún bien teniendo esta actitud, si usted trata así a todos los amigos de Andy es normal que no quiera traer ninguno a conocerla.

En ese momento me di cuenta que estaba gritándole, y que en la puerta se agolpaban Laura, Blas y Andy que me miraba con odio y completamente colorado, podía ver su vena hinchada en el cuello.

-¡Nos vamos Amanda YA! -Caminó decidido hacia mí, me tomo por el brazo y me sacó a fuera- ¿Quién te crees que sos para hablarle así a mi mamá?

-¿escuchaste lo que me dijo?

-NO y no es necesario, no sé que estaba pensando al traerte acá, sos una completa desconocida, podes ser una psicópata y yo te traje a conocer a mi familia. Se terminó. Quiero que te vayas y que no nos volvamos a ver.

En ese momento es que estaba por retrucarle llegó corriendo Laura.

-¡¿Se puede saber que fue todo eso?!

-Fue mi culpa- comencé a decir avergonzada cuando Laura me pasa de largo y va a enfrentar a Andy- ¿Por qué la tratas así? Sabes muy bien que a mama no le gusta que ninguna chica se acerque a vos y ya te aclaré que es bastante enfermizo por parte de los dos, yo sí escuché lo que le dijo y no fue nada amable, no se merece un reto, se merece una disculpa. Por otro lado ¿cómo que no la conoces? ¿Nos estabas tratando de engañar? Me parece que el que se está engañando sos vos, necesitas cambiar la actitud, salir conocer gente, Isabella habrá muerto pero vos no, ¡por favor!- dándose vuelta me miró- vamos Amanda te llevo a tu casa.

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Después de un viaje en completo silencio hacia mi casa, Laura estacionó su auto. Me miró, suspiró y comenzó a decirme:

-perdón por lo que pasó con mamá, le verdad es que cada vez está peor, no creí que fuera a reaccionar así. Mientras Isa y Andy eran amigos no había problema. Cuando mamá descubrió que Andy estaba enamorado de Isabella empezó a volverse cada vez más celosa y posesiva, pero Andy estaba tan loco por Isa que no parecía darse cuenta y a Isabella, que conocía de toda la vida, poco le importó. El año que se pusieron de novio comenzó a decir que estaba deprimida, y como familia quisimos ayudarla pero nada funcionó, hasta que sucedió el accidente de Isabella y ella se concentró en ayudar a Andy. Pero la verdad es que no deja que nadie se acerque, a veces hasta a mí me cela con él. Andy me cuenta todo a mí primero pero cuando mamá me lo cuenta me hago la sorprendida, como si no supiera nada. Andy no es bueno mintiendo, cuando contó sobre vos sabía que algo se traía entre manos pero quise darte una oportunidad. Sé que no me equivoco con vos, te pido que le tengas paciencia, es un buen chico, necesita un poco de ayuda.

-Después de lo de hoy no creo que nos volvamos a ver- dije mientras una lagrima rodaba por mi mejilla.

-Yo no estoy tan segura de eso.

Solo tú, solo yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora