Solo tú, solo yo

Pensando (él)

La noche y mi plan fue un completo fracaso. Tendría que haberlo previsto, no soy bueno para mentir.

La verdad es que no sé cómo se me pudo ocurrir esto, me tendría que haber dado cuenta que está loca.  

-Toc toc- dijo Laura mientras se asomaba por la puerta- ¿Puedo pasar?

-Por supuesto- dije sin apartar la mirada del televisor- ¡llegaste bien! tenía miedo de que la loca te hubiera atacado, seguro te grito por todo el trayecto hasta su casa.

-¡Basta Andy!-gritó Laura obligándome a mirarla- estoy cansada de que te hagas esto, cada vez que alguien se te acerca empezás a buscarle o hasta inventarle defectos para que se aleje, ¡No es sano! Y mamá no ayuda en nada, en absolutamente nada con esa actitud. No podes seguir permitiendo que el miedo a perder a tus seres queridos te lleve a aislarte, es bueno conocer gente. Y en especial si es una chica que se preocupa por vos como Amanda, no me dijo nada en todo el camino, estuvo llorando.

-¿Llorando?- jamás creí que le importara lo suficiente como para producir semejante reacción en ella. La verdad, me hice la idea de que no le importaba nada.

-No sé qué vas a hacer con tu vida, yo te apoyo en lo que decidas, pero dejarla entrar a tu vida no sería una mala idea, no te has dado cuenta pero estos días has estado más sonriente.- Me dijo para luego darme un beso en la frente- descansá mañana nos vemos, tenés que cuidar a Blas para que pueda ir al gimnasio, esta figura no se mantiene sola.

Me despedí con la mano y me recosté en mi cama mirando al techo recordando la tarde en que patinamos y cómo volví a fotografiar después de eso. Si me iba a disculpar, pero no la iba a dejar entrar en mi vida tan fácil, necesito tiempo, ir despacio y volver a conocerme, ya no sé quién soy sin Isa.