1. Martín

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ALBA POV

Caminaba en dirección a mi casa por las calles de Chicago después de hablar con mi representante sobre las ganancias de este mes y ese tipo de cosas que se tienen que hacer pero que definitivamente son un tostón.

Llegué al portal, metí la llave y después de subir 6 pisos en el ascensor abrí la puerta de casa.

Suspiré dejando las llaves en el pequeño mueble del hall y me apoyé en la puerta, otro día de mierda más "¿Alba?" preguntó Martín apareciendo por el pasillo con el pijama puesto y su pelo castaño algo mojado, se acercó a mí con una sonrisa "¿Qué tal?" preguntó.

Al verle tan relajado me relajé automáticamente "Bien, bueno ya sabes...papeleos y papeleos" dije acercándome a él. Martín dejó un suave beso en mis labios y acarició mi mejilla con amor.

Le abracé con fuerza pegando mi cara a su pecho, con él me sentía segura, querida, fuerte. A pesar de que Martín me sacara una cabeza de altura y fuera casi siempre con traje era un hombre entrañable y muy cariñoso.

"¿Vamos a comer?" preguntó mirándome con una sonrisa, asentí y caminé detrás de él por las paredes blancas y bien iluminadas de nuestra casa.

Llegamos a la cocina americana y nos sentamos en los taburetes "Gracias Martín, de verdad" dije llevándome un trozo de tortilla de patata a la boca, echaba mucho de menos España aunque me tuve que ir para encontrar trabajo ya que en España el arte no estaba bien pagado.

"No hay de que, me recuerda a España y me encanta la tortilla" dijo manchando su camiseta por un trozo de tortilla que se le cayó, reí por el pequeño brinco que dió "soy un desastre" dijo limpiándose con la servilleta.

"Mi desastre" dije sonriente, él levantó la vista y sonrió también. Terminamos de comer y de limpiar la cocina y fuimos al salón. Toda la casa tiene paredes blancas con un suelo de madera clarita y muebles bastante modernos, no era para nada una estancia barata pero entre Martín y yo no teníamos ningún problema en pagar este tipo de cosas, nos iba muy bien en lo nuestro.

Martín se sentó y encendió la tele, yo me senté a su lado y apoyé mi cabeza en su hombro viendo como hacía zapping en busca de cualquier canal que diera algo de entretenimiento y que no hablara de política.

Me fijé en su pijama, un conjunto de camiseta pantalón gris con un cactus en medio de la camiseta y unas pantuflas azul marino "¿Qué miras?" preguntó sonriente, yo reí y negué con la cabeza.

"Me encanta tu pijama" dije subiendo las piernas al sofá quitándome las zapatillas y haciéndome un burruño a su lado.

"Te lo dejaría pero te quedaría enorme" dijo riéndose "eres muy pequeñita amor" dijo tocando mi nariz haciéndome sonreír.

"No soy pequeñita" dije haciéndome la ofendida, el soltó una carcajada sonora y negó con la cabeza, yo me crucé de brazos.

"Anda ven...petarda" dijo abriendo los brazos, asentí y me metí entre sus musculosos brazos rodeándome de calor, amor y respeto. La relación que teníamos entre Martín y yo era la relación más estable y sincera que tuve jamás y el miedo a cagarla me hacía perder la razón muchas veces.

"Fuertes tormentas se aproximan a la costa oeste de nuestro país segundo los meteorólogos son tormentas de gran magnitud y que se desarrollan de forma anormal, seguiremos informando" informaba el canal del tiempo, yo cerré los ojos, aspiré el olor de Martín y me quedé dormida entre sus brazos, lo necesitaba.

*****

"Albi... Albi.." susurraba Martín besando mi moflete haciéndome despertar, le miré con el ceño fruncido "voy a salir a comprar una cosa ¿vale?" dijo abrazándome.

Me levanté del sofá despidiéndome de él y fui a nuestra habitación. Me quité la ropa y me puse el pijama, un pijama de gatitos que me encantaba y que era muy cómodo.

Me senté a los pies de la cama observando los cuadros que colgaban de las paredes, todos míos. Había algunos de mis inicios y otros que no se vendieron y que por su puesto no iba a tirar.

A Martín le encanta verme pintar, cantar o cualquier cosa, él no lo hace nada bien aunque siempre le intento enseñar, es bastante tierno cuando no le sale algo y se frustra.

Me tumbé boca arriba cogiendo un álbum de fotos que tenía como recuerdos de España, hace 10 años que me fui de mi país con apenas 18 años y han cambiado tantas cosas.

Veía fotos de mi hermana y mis padres, hace mucho que no les veo y me gustaría ir algún día a visitarles aunque cuadrar horarios es algo bastante complicado.

Me pasé 1 hora observando al detalle cada foto hasta que Martín entró por la puerta "¿Cómo está mi futura mujer?" preguntó sentándose a mi lado yo sonreí y dejé el álbum en la mesilla.

"Pues bastante bien" dije sonriente tirándome encima de él para abrazarle con fuerza "te quieroooo" dije apretando sus mofletes. Martín me miró con sus ojos azules y me sujetó la mandíbula para besarme fogosamente.

Me reincorporé un poco para seguir el beso y acariciar su torso por encima de la camiseta, Martín no era un loco de gimnasio pero le gustaba comer bien y cuidarse, cosa que valoro un montón en las personas.

Me acariciaba la espalda mientras jugábamos con nuestras lenguas y besos llenos de lujuria "mm" gemí cuando apretó mi culo contra él, sonreí y me separé para mirarle

"Te amo muchísimo, no lo olvides" dije bajando mis besos por su cuello, oreja, clavícula pasando mi lengua por esas zonas con lentitud. Martín me quitó la camiseta y luego le quité la suya. Nos pegamos piel con piel sin dejar de besarnos y dar vueltas sobre nuestra cama de dos por dos metros.

"Cómo sigamos no voy a parar" susurró besando mi cuello haciéndome jadear de placer. Le miré dejando un beso en su nariz "no pares" susurré sensualmente besando su boca con ansia.

Nos devolvimos cada uno de los besos hasta que puse mi mano en su paquete haciéndole temblar "estás...muy cachondo ¿no?" Susurré contra su boca, él asintió y metió sus manos por mi pantalón hasta agarrar mi culo haciéndome friccionar contra él.

"Te necesito" susurró contra mi boca, yo sonreí y asentí.
Nos quitamos la ropa e hicimos el amor varias veces hasta quedar rendidos entre las sábanas, feliz, cómoda, así me sentía teniendo a una persona como él que me entendía y quería como nadie lo ha hecho nunca.

Después de una espléndida sesión de sexo cenamos pizzas vegetarianas y nos metimos en la cama de nuevo.

Estaba de lado con mi cabeza en su hombro, él miraba al techo mientras uno de sus brazos acariciaba mi espalda "te quiero" dijo mirándome, yo asentí y besé su hombro

Llevé mi mano a mi regazo y toqué el anillo de compromiso que llevaba en el dedo desde hace 5 meses "¿Te gusta?" Susurró mirándome, yo asentí y cogí su mano para entrelazar nuestros dedos.

"Gracias..." Susurré besando su hombro y acomodándome lo máximo posible. "Gracias a ti" susurró él de vuelta besando mi cabeza con fragilidad antes de conciliar el sueño.

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BUEEEEENO en nada me meto en el tema no os preocupéis 😋

¿Queréis más?¿Hay ganas? ✨

Cómo podéis observar la protagonista de esta historia es Alba y espero que sea una historia con consistencia y no me quede un churro ✨

No olvidéis votar compartir y comentar cada capítulo!!! Os quiero!! ♥

🍐🖤

Tormento // Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora