51. Despedida

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ALBA POV

Me sentía devastada. Pueden insultarme, humillarme y hasta pegarme pero a mi niño no se le toca un pelo. Me sentía tan culpable de todo, de no haber parado sus pies...de la angustia de mi niño...

Llegamos a la casa de los Lacunza, para mi suerte Aitor se había ido con sus cosas a la mierda más lejana. Me senté en el sofá con el niño contra mi hombro que todavía lloriqueaba un poco.

Todos se fueron a la cocina dejándonos un poco de espacio. No paraba de mirar los 2 puntos en su cabeza, 2 míseros puntos que me daban muchísima angustia.

"Mamá" dijo Izhan agarrándome entre sus pequeños brazos. Suspiré y besé su cabecita con muchísima delicadeza. Me sentía culpable por todo lo ocurrido, tenía miedo a soltarle..a que se diera el solo..a todo

"Ya está mi niño...lo siento..." Susurré cerrando los ojos y abrazándole. La peor sensación de mi vida fue verle en el suelo llorando y con sangre en la cabeza.

Natalia salió de la cocina y se sentó a mi lado pero no pegada, dejando un par de centímetros entre nosotras. Se miraba los anillos y luego nos miraba a nosotros.

"No te sientas culpable, es culpa de él, de ese gilipollas con todas las letras" dijo seria. La miré fugazmente y volví mi vista al pequeño "lo siento...siento que estés pasando los peores momentos conmigo"

"No sabes lo mala madre que me siento Natalia, le solté, le solté..." Dije reprimiendo una lágrimas que acabaron saliendo. Ella me besó la mejilla con cariño.

"No eres mala madre, no fue tu culpa" habló de nuevo. Se quedó pensativa y luego me miró "¿Puedo cogerle?" preguntó. Miré al bebé no queriendo separarme de él ni un segundo. Luego miré como Natalia asintió y volvió a jugar con sus anillos.

"Cógelo" dije mirando una pequeña sonrisa en sus labios. Natalia cogió al bebé con delicadeza y le puso contra su pecho acariciando su espalda.

Elena entró al salón y se puso en frente de mí con los ojos llenos de pena. Sabía que ella no era la culpable aunque sabía que se sentía así.

"Lo siento Alba, te juro que ese tío no volverá ni a vernos" dijo poniéndose de cuclillas. La abracé acariciando su espalda transmitiéndole cariño y perdón "¿Cómo está?" preguntó

Lo miré y vi como jugaba de pie en los brazos de Natalia tocando su nariz. Ella siempre le hacía reír y evadía sus problemas con él.

"Con ella bien, conmigo como soy una llorona pues llora" dije sonriendo al ver a los dos sonrientes. Elena cogió mi mano y me sonrió.

"Mira mamá, ¡soy un valiente y un brujo!" dijo Natalia poniéndole una voz al bebé que se reía de pie sujetado por ella. Santi se unió al espectáculo de Natalia con el bebé, desde luego que imaginación no le falta...

NATALIA POV

Pedimos pizza para cenar y mientras Alba buscaba vuelos desde su móvil para irnos a Chicago me dedicaba a reírme con mis hermanos de algunas anécdotas de cuando éramos pequeños.

No he estado 48 horas completas con ellos pero me sentía llena por dentro. Ha sido un viaje lleno de hospitales pero lleno de ilusión a partes iguales.

"Perfecto, mañana a las 6 de la mañana Nat" dijo Alba volviendo a la pizza vegetariana que le habíamos pedido. Asentí sonriente sin dejar de mirar al niño que estaba en mi regazo babeando todo.

Empezó a llorar y a mirar a su madre, tenía hambre. Alba se levantó y se fue a prepararle un biberón. Me había dicho que ya estaba mucho mejor de la mastitis pero que quería esperar al 100% para volver a darle el pecho al niño.

"Y me atropelló una bici" dije riéndome. Ellos rieron también "fue muy gracioso la verdad" dije terminándome la pizza.

Alba apareció con el biberón y el niño se movió bruscamente al verle. Le pasé el niño a Alba que le dio el biberón con tranquilidad.

Estuvimos hablando un poco más hasta que se nos hizo algo tarde teniendo en cuenta que mañana nos levantaremos pronto.

"Espero que nos veamos pronto, os quiero" dije abrazándoles. Ellos soltaron un par de lágrimas antes de despedirse y de desearnos un buen viaje.

Llegamos al hotel destrozadas por el día de hoy. Alba se sentó en la cama y me miró con un puchero "quédate con él que me voy a duchar y a darme la crema" fue a entrar al baño pero se dio la vuelta "hoy no necesito un masaje"

Sonreí sacando la lengua y me puse el pijama bajo la atenta mirada del bebé que se frotaba los ojos fruto del cansancio. Le cambié el pañal y le puse una camiseta de manga larga como pijama. Hacía algo de calor y Alba le permitía el lujo de dormir en pañales.

Me tumbé en la cama colocando al niño en medio. Izhan se levantó y se quedó sentado mirándome. Empezó a lloriquear y a señalar la mochila.

Me levanté y vi el chupete en un lateral de la mochila. Lo saqué sonriente y vi como Izhan levantaba los brazos queriéndole. Le limpié un poco con una servilleta y se lo di.

El bebé se tumbó mirándome y moviendo sus mofletes por el chupete. Puse mi mano encima de su tripa y él cogió uno de mis dedos jugando con él.

Alba salió de la ducha y se quedó apoyada en la pared mirándome "eres tan mona con el niño" dijo con una sonrisa. Reí y besé la cabecita del bebé.

Ella se tumbó apagando la luz y tocó la frente del niño comprobando si tenía fiebre. Se tumbó boca arriba y cerró los ojos comenzando a dormir.

Estos días no podíamos dormir juntas ya que Izhan estaba en el medio de la cama siempre. En Chicago y en Elche tenía una cuna pero en el hotel no tenían.

Izhan se durmió agarrando mi dedo y tuve que adquirir una forma de velociraptor algo deforme para pillar la postura sin tener que quitar la mano de su camiseta.

Alba dormía plácidamente y no podía evitar mirarla a través de la luz de luna que entraba por la ventana. Me había tocado la lotería con Alba Reche y el Euromillón con Izhan Reche porque sí, el apellido de Alba iba por delante que el de Martín.

Por otro lado me sentía un poco mal porque para dos días que hemos estado en Pamplona hemos tenido que ir a Urgencias los dos días y me siento fatal.

El niño no lo llevaba tan mal pero Alba sé que seguía con su corazón en un puño y con razón, por culpa de un gilipollas el niño se cayó al suelo y de verdad que podría haberle pasado de todo.

Para nuestra suerte se cayó encima de la mochila que amortiguó el golpe y luego cayó al suelo. Me asustó mucho verle llorando de esa manera pero ver a Alba blanca con un ataque de ansiedad me preocupó mucho más

Desde luego que iba a ser la última vez que dejaba que las dos personas que más quiero sufrieran, a partir de ahora estaría muy pendiente de las dos por si me necesitan.

Y ahora a dormir que mañana nos espera un día bastante largo.

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NO QUEDA NAHHHHH 😰

GRACIAS POR LAS 5000 ESTRELLITAS! ♥

🖤🍐

Tormento // Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora