Tormento // Albalia

8. Reto

AVISO: Subí un capítulo por la tarde y como lo de notificar digamos que no funciona, tened cuidado no os vayáis a saltar un capítulo ♥

✨ CAPÍTULO CLAVE ✨

ALBA POV

Nos besamos fogosamente soltando algún que otro jadeo. Natalia bajó sus besos a mi cuello y metió sus manos en mi pantalón después de soltarme el botón.

«tranquila Alba, lo tienes que hacer, lo tienes que hacer para seguir con esto, si no lo haces te quedarás sola» esas palabras sonaban en mi cabeza repetidas veces.

Ya no sentía placer, sentía horror, miedo, angustia. Abrí los ojos muy asustada "PARA PARA...PARA POR FAVOR..." grité encogiendo las piernas, Natalia me miraba confusa.

"No...no.." hablaba subiéndome los pantalones de nuevo. "Ey...tranquila, no te he tocado, no he hecho nada" dijo suavemente, se me revolvió la tripa y corrí hasta el baño para vomitar.

Eché hasta la primera papilla, me sentía culpable por todo, por toda mi vida. Natalia me sujetaba el pelo con pena y miedo.

Me senté de espaldas a las baldosas del baño y empecé a llorar, llorar desolada por el tormento que atosiga mi cabeza siempre.

"No he hecho nada, lo siento..yo..yo no debí hacer nada..." Dijo Natalia a un metro de mí con las rodillas en su pecho "pensé que querías pero...pero no hice nada" dijo finalmente.

"Cállate, cállate por favor" dije con un nudo en la garganta, no era su culpa, claro que no, pero necesitaba estar sola y pensar "déjame sola por favor" dije entre súplicas ella asintió y salió cerrando la puerta del baño

Me hice un burruño en el suelo y lloré desconsolada, otra vez lo estaba haciendo, siempre lo mismo, siempre lo puto mismo...

NATALIA POV

"¡Si es que soy gilipollas!" dije con rabia pegando una patada a la papelera de la habitación. Me senté en la cama pasando mis manos por mi flequillo intentando tranquilizarme "7 putos años y no aprendes Natalia...no aprendes..."

Escuchaba a Alba llorar desde el baño pero me había dicho que me fuera  y así lo iba a hacer "no haces nada bien Natalia" me dije a mi misma.

Me puse el pijama y me metí entre las sábanas, no tenía humor para nada, estaba claro que tengo que dejar de hacer el subnormal de esta manera...

Al cabo de una hora escuché como se abría la puerta del baño y como Alba se metía en su cama sin decir una palabra.

Después de unas largas horas con insomnio conseguí dormir, si no duermo lo suficiente no podría conducir y eso sería un problema muy gordo al cual no quiero llegar.

*****

Conduje en silencio durante el trayecto, miraba a Alba por el espejo y apenas levantaba la cabeza y hablaba

"¿Alguien me puede decir que ha pasado?" preguntó María intercambiando miradas entre Alba y yo.

Escuché como Alba se apoyaba en la ventana sin decir una palabra "¿Estáis sordas?" dijo de nuevo, bufé algo molesta.

"No ha pasado nada María" dije mirándole por el espejo ahora, ella rió y negó con la cabeza. "¿Qué no ha pasado nada? ¡Me da la impresión de que ha pasado de todo!" dijo de nuevo

"¡Qué no ha pasado nada ostias!" Grité perdiendo la paciencia, estaba de mal humor desde por la mañana y esto no ayudaba.

"Vale vale... perdón..." Se disculpó María acomodándose en el cristal. Resoplé pasando una de mis manos por la frente mientras miraba al horizonte, las nubes eran muy negras a lo lejos y según mis cálculos estábamos ya en el estado de Arizona, muy cerca de California.

ALBA POV

Estaba emocionalmente destrozada pero no era de ahora, llevaba así 3 años perfectamente y ahora se me había caído todo encima.

Odiaba sentirme así, sentirme destruida y lejos de mi familia el lugar de donde me tuve que ir.

"¿Qué es eso?" preguntó Natalia sacándome de mis pensamientos. Miré por la ventana y veía algo a unos 200 metros pero no sabría decir el qué, era algo raro.

"OSTIA NONONO" gritó frenando en seco haciendo que el cinturón se me clavara en las costillas causándome dolor.

Unos fuertes golpes en el techo me asustaron y escuché como el cristal de la luna se rompía en pedazos seguido por un grito de Natalia.

"ATRÁS TODAS AL MALETERO" gritó Natalia quitándose el cinturón para pasarse a nuestros asientos.

Me quité el cinturón rápidamente y pasé al maletero junto a María que estaba aterrorizada también, se escuchaban fuertes golpes en el techo de la furgoneta causando que éste deformarse con grandes bultos.

Nos tumbamos en el suelo del gran maletero entre las maletas "QUE PASA" gritaba María yo negaba con la cabeza asustada.

Natalia pasó al maletero por encima de nuestras cabezas y con una manta detrás de ella "Granizo...granizo de 10 centímetros de ancho...es ...es increíble" dijo mirando a todos lados con horror.

Un fuerte golpe dio en el techo de la furgoneta justo en la cabeza de Natalia que se cayó encima de nosotras "JODER" gritó llevándose la mano a la cabeza.

Se miró la mano sacando sangre de ésta, le miré aterrorizada pero ella se dio la vuelta ahora agachada entre los cientos de golpes que deforman el techo y alcanzó un botiquín.

María se reincorporó con cuidado alejándose del techo y se sentó con Natalia "Déjame a mí, quédate quieta coño" le decía María con las gasas en la cabeza de Natalia.

María le puso un pequeño vendaje de paso para que parara de sangrar y un nuevo golpe rompió los cristales de la puerta de la furgoneta.

Natalia se tumbó encima de mí con mucho terror, sus ojos estaban dilatados y alguna gota de sangre caía por su frente.

Le abracé fuerte contra mí metiendo mi cabeza en su pecho y empezando a llorar, todo me daba miedo y me sentía estúpida por todo, por querer ir a Los Ángeles con la dichosa tormenta de mierda.

Natalia me abrazó con fuerza mientras soltaba algún que otro sollozo entre los fuertes golpes, escuchaba a María jurar en hebreo por la posibilidad de morir que teníamos encima.

Después de 15 min aproximadamente de ruido y ruido se dejó de escuchar. Yo respiraba con ansiedad agarrada a su sudadera esperando que todo sea un sueño y no estemos aquí, definitivamente no lo era.

Me separé de su abrazo y me quedé mirándole unos segundos, ella giró y miró a María.

Se levantó y miró el interior de la caravana soltando un suspiro de resignación y horror.

Me levanté junto a María y lo que vimos nos dejó heladas. Toda la parte de delante estaba hundida por el granizo, los asientos donde estábamos María y yo estaban algo mejor pero definitivamente destrozados. El techo del maletero estaba menos castigado para nuestra suerte.

"¿No querías retos Natalia?" dijo Natalia a sí misma con las rodillas en el suelo de la furgoneta y las manos en su cadera "pues toma retos"

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Se pone interesante la cosilla jeje 🙈

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