Tormento // Albalia

13. Imprevisto

NATALIA POV

Dormía plácidamente mientras escuchaba la radio de fondo, un momento...¿La radio?

Abrí los ojos y me reincorporé bruscamente asustando a Alba que se frotaba los ojos encima de mí, le aparté con cariño y miré la radio del coche.

"¿MARIA?" dije pasando al asiento de delante de un salto. "¿Ya estáis despiertas? No quería despertaros que estabais monísimas" dijo María acariciando mi brazo.

"La tormenta ha perdido su fuerza casi en su totalidad y las inundaciones se están reduciendo, les rogamos que sigan en sus casas y no salgan hasta que haya nuevo aviso" habló la radio, levanté las cejas sonriente y miré al asiento donde estaba Alba qué se mordía las uñas nerviosa.

Volví a sus asientos y le cogí de las manos "¡vamos a ver a Martín Alba! Todo está mejorando..." Dije abrazándole, ella suspiró y me abrazó también.

"Pues venga que estamos cerca de California" dijo María que nos guiñó un ojo, reí y puse la llave en el contacto de un salto.

"¡Poneros el cinturón que ALLÁ VAMOOOS!" dije riéndome arrancando el gran coche.

Conduje cantando junto a María las canciones que había en el coche, no eran las más actuales pero era música en castellano y hacía mil siglos que no escuchaba nada así.

Miré por el espejo y vi a Alba dormir con la chaqueta apoyada en el cristal, sonreí al verle tan tierna "estás hasta las trancas ¿eh?" dijo María, reí y le di un manotazo.

"Déjame en paz, sé que en cuanto lleguemos a Los Ángeles no le voy a volver a ver, no me martirices más" dije con los ojos en la carretera.

"Sois muy monas juntas y...y ya es hora Natalia, 7 años" dijo poniendo los pies encima del salpicadero "¿Por qué no luchas por ella?" preguntó de nuevo.

Le miré y negué con la cabeza "está prometida con un hombre millonario, va a tener un hijo con él y yo...bueno yo no tengo nada" dije recordando que realmente no tenía nada.

"Nunca se sabe Natalia, ahí donde la ves tiene muchos secretos más que no sabes" dijo de nuevo, suspiré y volví a negar con la cabeza.

"María ella necesita a ese hombre, ¿No le has visto? Sin él se siente muy mal, está enamorada de él y le ama, yo...yo soy fruto de sus hormonas de embarazada nada más" dije convenciéndome  a mí misma de mis palabras también.

Vi algo a lo lejos de la carretera y frené poco a poco hasta tenerlo más de cerca "no me jodas..." Dije golpeando el volante.

"Pues vamos a tener que llegar un poco más tarde a Los Ángeles..." Dijo María, asentí y bajé del coche.

Caminé hasta una grieta de un par de metros de anchura que cruzaba casi toda la zona hasta perderse a ambos lados, además era de un metro de profundidad.

Escuché una puerta y María se puso a mi lado "¿Te apetece caminar? Porque me da a mí que es la única manera de llegar a Los Ángeles..." suspiró sujetándose la cadera.

Pensé en la posibilidad de rodear la enorme grieta pero realmente parecía muy extensa y no estábamos tan lejos de la ciudad, igual un día caminando y llegábamos así que no había tiempo que perder.

ALBA POV

Noté que me movían y me desperté, Natalia me miraba con una expresión seria "tenemos un pequeño problema y tenemos que seguir a pie" dijo alcanzando su mochila "Puedes caminar ¿no?" preguntó, yo asentí.

Bajé del coche y vi una grieta enorme en el suelo que me imagino que fue producto de algún gran terremoto o algo así.

"Vamos chicas" dijo María bajando a la grieta con cuidado junto a su pequeña maleta. Caminé detrás de Natalia que bajó a la grieta y cogió mi maleta para dársela a María.

"Ven que te cojo" dijo sonriendo, yo negué con la cabeza e intenté bajar yo sola con la mala suerte de resbalarme con un trozo de tierra y caer al agujero.

"NO" grité cerrando los ojos. Noté unos brazos rodearme y los abrí despacio, Natalia sonreía y esperaba mi reacción.

"Ay...pequeña palomilla de azotea, deja que te ayude anda" dijo dejándome en el suelo, reí por su frase y caminé hasta el otro lado de la grieta a un par de metros.

Natalia me miró y asentí. Me cogió de las caderas y me agarré a la mano de María que ya estaba arriba. Natalia subió en un segundo y empezamos a caminar por la carretera.

*****

"¿Cuánto queda?" pregunté cuando me empezaban a doler los pies y la tripa de hambre, Natalia se giró y al verme resoplar le agarró del brazo a María que se giró también.

"Vamos a parar aquí" dijo dejando su mochila en el suelo. Apenas quedaban unos rayos de luz así que iba a ser una noche intensa.

Dejamos nuestras cosas en un pequeño círculos y nos sentamos en el suelo "solo tengo una barrita de chocolate" dijo María mirando a Natalia, las dos asintieron y me la dieron a mi.

"Podemos compartir" dije negando la chocolatina, las chicas se volvieron a mirar y negaron con la cabeza "¿Por qué?" Pregunté.

"Porque tú eres un pack y nosotras no lo necesitamos" dijo Natalia, asentí y cogí la chocolatina con mis manos "además...llevo escuchando tus tripas desde hace un rato largo y no puedo permitirme que pases hambre" habló de nuevo con una mueca.

Me la comí y me tumbé en el suelo duro cubriéndome detrás de la maleta para que no me diese el aire. Después de unos minutos Natalia se puso detrás de mí y sonrió "vamos a hacer una acampada" dijo provocando mi risa.

María se puso detrás de Natalia abrazándole y con su maleta detrás de ella. Una pequeña manta nos daba muy justo para las 3 pero lo suficientemente para no morir de hipotermia.

Pasaban los minutos y escuchaba los ronquidos de María, yo no podía dormir porque tenía mucho frío y eso me asustaba, estaba empezando a cogerle cariño al bebé y no quería perderle.

Natalia se levantó y me miró "ponte en medio" dijo señalando su hueco, le hice caso y me coloqué en medio. Ella se tumbó en mi antiguo sitio mirándome "te estaba notando temblar de frío y en el medio tendrás a dos tías buenísimas que os protegen" dijo sonriente.

"Eres un poco pesada ¿Sabes?" dije sonriendo, ella puso una cara graciosa y asintió.

"Callaos joder..." Dijo María que me abrazó por detrás en sueños, Natalia vio mi cara de susto y empezó a reírse.

Al cabo de los minutos miraba a Natalia mientras ella cogía el sueño, pero necesitaba algo más para estar tranquila.

Tiré de su sudadera despertándole "ven" le dije con un gesto de acercamiento, ella no dijo nada y se pegó a mi cuerpo

Sonreí y le abracé pegando mi cara a su pecho que latía con rapidez "buenas noches" susurré contra su pecho, ella asintió y me abrazó también.

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