9.Santo Jesús wey.

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(NARRA EMILIO)

-Ándale cabron ¿hasta cuando piensas presentármelo? -dijo mi mamá al teléfono un poquito enojada- ¿YO ESTOY PINTADA O QUE?

Y ella señores es Niurka Marcos, mi mamá.

-Mamá -suspiré- pero si ya lo conoces.

-PERO NO COMO MI YERNO.

-Está bien mamá, que te parece si hoy vamos a cenar a la casa.

-Ándale hijo de su pinche madre, pero te me apuras ¿ENTENDISTE? ahora pon el alta voz.

-Mamá...-renegué- no...

-Emilio Marcos me pones en alta voz o...

-Ya, ya, espérame.

Puse en espera el teléfono.

-Es mi mamá, te quiere saludar.

Joaquín sonrió -Claro.

Suspiré. Mi mamá, como la amo pero cuando se pone de intensa...ni quien la pare.

-Hola Mamá Niu -saludó Joaquín-

-Hola mi amor -dijo con su acento cubano- ¿cómo estas? Ya le dije a Emilio que no te ha presentado oficialmente como su novio.

Joaquín soltó un risita -Lo sé, pero casi no hemos tenido tiempo de visitarla, perdón.

-Mmmm bueno, hoy hay cena familiar ya me dijo Emilio que vendrán así que se me apuran a las siete y media los quiero aquí.

Miré confundido a Joaquín.

-No, haber no me dijiste que era cena familiar.

-¿Y? de todas maneras es la ocasión perfecta para que ninguna otra gata quiera estar contigo y tenga en claro que ya estas amarrado ¿o no Joaquín?

-Claro que sí -Joaquín me miró alzando una ceja y sonreí con nerviosismo-

-Bueno, adiós mamá nos vemos al rato.

Y colgué...Santo Jesús wey, sálvame.

-¿Otra gata?

-Bueno que te digo... mi mamá nunca quiso una nuera, siempre soñó con un yerno -encogí mis hombros- de igual manera es mejor que no vayamos.

-Ah, entonces no quieres que tu familia, ni que tus gatas arrimadas me conozcan -cruzó sus brazos y frunció su ceño-

-¡No! No amor como crees, si ya se lo dije al mundo, mi familia es lo que menos importa, me refiero a que luego hacen ciertos comentarios y no me gustaría que te hicieran sentir mal, obviamente yo te voy a defender, pero no quiero que te lastimen y así. -suspiré, se me fue el aire-

-Mmm ya bueno ¿Qué nos vamos a poner? -se dirigió al closet-

-¿Seguro que quieres ir?

-Sera divertido conocer a unas cuantas gatitas -sonrió- ¿o no?

Mierda. Bueno... ¿Qué tan malo podía ser?

(NARRA JOAQUÍN)

Siete y treinta en punto estábamos tocando el timbre de Mamá Niu.

-Hola mi amor -dijo la cubana abrazándome- ¡cuánto tiempo!

Solté la mano de Emilio y le devolví el abrazo.

-¡Mamá Niu! Te extrañe, toma -le entregue una caja- son para ti.

-¿Pero qué es? -dijo rompiendo el papel de la caja - ¡Ay, pero que preciosas! Joaquín no tenías por qué molestarte.

HASTA QUE ME OLVIDES (EMILIACO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora