17. Que bien te mueves.

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(NARRA JOAQUÍN)

Habíamos llegado al departamento después de grabaciones y de cenar unos tacos en la esquina, los cuales le cayeron mal a Emilio.

-Amor...-toqué la puerta del baño y escuché a Emilio pujando- ¿Amor estás bien?

-S-si...solo...vete -solté una carcajada e intenté abrir la puerta- ¡No entres Joaco!

-Bien, te traeré una pastilla.

Salí de cuarto y fui directo a la cocina, estaba buscando unas pastillas y en eso tocaron la puerta.

-¿Quién? -dije apretando el botón del intercomunicador-

Al no recibir respuesta, abrí la puerta con cuidado y solo había una cajita enfrente de esta, tomé la cajita y cerré. Observé la caja y no tenía quien la mandaba, procedí a abrirla y solo había una nota.

"Pronto te tendré en mi cama. Ps: Cada vez eres más precioso"

Mire confuso la nota ¿Quién mandaría algo así?

Después de un rato no le tomé importancia y la tiré, debía ser alguna broma de mal gusto.

-GUAPOOOO ¿TIENES LA PASTILLA? -escuché gritar a Emilio desde el cuarto-

-¡VOOOY!

Agarré un vaso con agua y las pastillas también.

-Aquí están amor -dije entrando a la habitación

-Muchas gracias preciso.

-De nada, si te sigues sintiendo mal mañana, mejor le digo a mi mamá que vamos el próximo fin de semana.

-No, no, no, me rehúso, yo quiero recuperar mi puesto, además ya encargué el asador para las carnes, pasaremos a comprar rosas y ¿Agarramos las galletas ese día que fuimos la súper?

-Sí, yo las metí al carrito -dije extendiéndole la pastilla y el vaso de agua-

-Ufhgmbm

-¿Qué?

-Que está bien -dijo tragando el agua-

-Bueno, entonces a dormir -dije subiéndome a la cama-

-¿Y si jugamos un rato chiquito? -dijo alzando las cejas-

-Bueno...-susurré viendo sus labios-

(NARRA EMILIO)

-Uf, estuvo muy bueno -dijo Joaquín tirándose a la cama-

-Ya se, me cansé, que bien te mueves amor -dije poniéndome la playera-

-Lo sé, nací para esto.

-¿Otra ronda?

-¡No! Ya me duele todo, eso de bailar en Just Dance si cansa.

Al final habíamos decidido bailar un rato para distraernos.

-Sí, bueno ya hay que dormir que mañana tenemos el día ocupado.

-Cierto, iré a cepillarme.

-Te acompaño.

Al día siguiente desperté con la voz de Joaquín.

-EMILIO OSORIO MARCOS DESPIERTATE -gritó alargando la E-

-Mierda bebé, acuéstate -dije enrollándome en las sabanas-

-Pero...¡HOY ES UN DÍA FELIZ!

-Guapo...-susurré- dame media hora mas.

-No -dicho esto sentí como me jalo hasta quedar en el piso-

-Auch, ¡Oye! mi cara me da de comer -dije despertándome-

-Ay ajá...bueno como sea, vamos, necesitas bañarte ya son las doce del día.

-¿Tanto dormimos?

-Así es, ándale prepare hot-cakes con nutella.

-Bien -conteste levantándome del suelo-

Y así eran las mañanas, yo levantaba a Joaco o él a mí, desayunábamos y nos poníamos a hacer nuestros pendientes. En este caso iríamos a ver a mi suegra.

-Bien, entonces asador listo, flores listas, galletas listas, yerno guapo listísimo ¿Qué más necesita? -estábamos terminando de meter las cosas al carro para irnos-

-Creo que nada más -contestó Joaquín subiéndose e imite su acción-

(NARRA JOAQUÍN)

Creo que en esta ocasión Emilio estaba más emocionado de ver a mi mamá que yo. Ansiaba recuperar su puesto de yerno favorito y hasta que no lo lograra no iba a dejar de molestar a medio mundo.

-¡SUEGRITA PRECIOSA YA LLEGAMOS! -gritó Emilio entrando a la casa-

-Hola desaparecidos - entró Diego a la sala- ¿Qué es eso?

-Un regalo para mi suegrita, ya que YO soy su yerno favorito -eso solo provoco que Diego soltará una carcajada-

-Aja, dime más chistes.

-No es un chiste, es muy enserio.

-Ya, ya, los dos son sus favoritos ¿Y Ren?

-Aquí estoy, hola.

-Hola -dijimos al mismo tiempo Emilio y yo-

-¡Mis niños bonitos! Que bueno que llegaron -entró mi mamá saludando con un trapo en la mano-

-¡ELIZABETH! -gritó Emilio y corrió a abrazarla- ¡Cierra los ojos!

-¿Para qué? ¿ESO ES UN ASADOR?

-¡SI!

-¡QUE BONITO!

-¡LO SÉ!

Emilio y mi mamá estábamos gritando de la emoción y no pude evitar reírme.

-¿Se va hacer o no se va hacer la carnita asada? -dije yendo a la cocina-

-¡SI!

-Ay mi niño, que bueno eres, no era necesario.

-Para mi suegra lo que sea.

Al fondo se oía a Diego maldiciendo y a Emilio celebrando que ya le había ganado de nuevo el puesto.

¿Qué más podía pedirle a la vida si tenía a toda mi familia junta?

HASTA QUE ME OLVIDES (EMILIACO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora