Doyoung está enamorado de su mejor amigo, Yedam, y fantasea con besar sus labios con sabor a chocolate, como él los describe, pese a que no los ha probado. ¿Podrá lograr hacer de su fantasía algo real un día?
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㊣ Histor...
No quiso abrir sus ojos al sentir como sus brazos rodeaban un cálido cuerpo, si dependiera de él se quedaría así por toda la eternidad.
—Si me soltarás podría ir a ducharme —mencionó el menor, causando que el chico se despertará en ese preciso instante.
Realmente confundido no dejó de observar de un lado a otro hasta que cayó en cuenta de donde se hallaba.
La habitación de Doyoung.
—¿Qué hago aquí? —preguntó Yedam sin levantarse, se sentía realmente cómodo en brazos de su mejor amigo
—Será mejor que no lo sepas, aunque pensándolo bien —el contrario se mordió los labios antes de continuar—... No estaría mal pedirte que no vengas ebrio a mi casa, para que no vomites ni hagas el ridículo cantando pedazos de canciones que no logras memorizar por completo.
Ésta vez el mayor optó por separarse y cubrirse avergonzado con las sábanas, por otra parte se sentía aliviado de no haber dicho algo que quizás no debía de hacer.
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