Doyoung está enamorado de su mejor amigo, Yedam, y fantasea con besar sus labios con sabor a chocolate, como él los describe, pese a que no los ha probado. ¿Podrá lograr hacer de su fantasía algo real un día?
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㊣ Histor...
Taconeaba con el pie derecho sin cesar, sentía que sus venas irían a reventar producto del enojo que venía cargando desde que llego a casa de su aún novio y se dio con la sorpresa de que no llegó a dormir a casa.
—¡Ya llegue, mamá! —exclamó el menor con un tono de voz realmente dulce, evidentemente estaba feliz.
La expresión de su rostro fue realmente desconcertante cuando vio al japonés sentado en la sala con su iphone en mano.
—Realmente no sé por donde empezar —dijo sin hacer esfuerzo alguno por sonreír.
—Entonces no empieces —Yedam se sirvió un vaso de agua el cual bebió a toda prisa, luego se dio la vuelta queriendo dirigirse a su habitación.
Su relación no parecía tener sentido alguno, lo cortante que eran el uno con el otro además de la indiferencia que se dedicaban; era una clara señal de que seguir juntos era por puro capricho.
—No pienso seguir con ésta mierda —sentenció Keita antes de salir dando un fuerte portazo, no se molesto en explicarle que había encontrado todo lo que quería en la cama de Mahiro, simplemente lo dejó roto así sin más.
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