Doyoung está enamorado de su mejor amigo, Yedam, y fantasea con besar sus labios con sabor a chocolate, como él los describe, pese a que no los ha probado. ¿Podrá lograr hacer de su fantasía algo real un día?
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㊣ Histor...
—Buenos días mamá —Do Hwan le dio un besó en la mejilla a la señora Eun y ella lo abrazó cariñosamente, ojalá su Doyoung tuviera más amistades así.
El castaño saltó un peldaño tras otro portando una pequeña bolsa en mano, había acudido a Kim dispuesto a sacarlo de aquella crisis emocional que atravesaba.
—Toc toc —dijo el mayor antes de girar la perilla e ingresar, encontrando 'desastre' como la mejor palabra para definir la habitación del pelinegro.
Allí, un enorme bulto yacía en la cama, envuelto en más de una sabana y habían decenas de prendas, discos musicales y todo tipo de artículos regados por todo el lugar, enhorabuena que ya hubiese llegado.
—¡A levantarse! —exclamó el recién llegado tratando de quitarle las sabanas de encima, encontrando resistencia de parte del menor como respuesta— ¡Eh Doyoung, arriba!
Después de cinco minutos de intensa lucha, el chico de los frenos cedió y tomó asiento al borde de la cama.
—Bueno, vamos a comer —Do Hwan tomó asiento a su lado y abrió una pequeña caja que contenía una pizza hawaiana.
—¿Qué te hace pensar que comeré? — Doyoung sentía que el alma se le caía a los pies de recordar a Yedam besando a su novio, lo cual también le quitaba el apetito.
—Es pizza, soda, ¿Quién se resiste? —el mayor suspiró, cuanto amaba esa combinación.
—Huele demasiado bien.
—Tú también —acotó Do Hwan mordiendo un enorme trozo de pizza, últimamente le costaba mucho contenerse cuando de profesar sus sentimientos se trataba.
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