-Familiares del señor Donovan
-Nosotros-dijimos al mismo tiempo.
-El señor Donovan se encuentra estable, por suerte la bala no atravesó ningún órgano importante, en unas horas más lo daremos de alta.
-Muchas gracias doctor- le dijo Alex.
-¿Podemos pasar a verlo?-pregunté.
-Por supuesto.
Pasamos todos a la habitación de Nath, quien nos recibió con una enorme sonrisa cansada.
-¿Como te sientes?-le preguntó Luke.
-Como si me hubieran dado una brazo en el hombro-su comentario nos hizo reír.
-Eres un idiota Nath-le dije abrazandolo.
-Nos diste un buen susto hermano.
-Hierba mala nunca muere ¿cierto Sam?
-Muy cierto.
-Bueno, iré por un café, ¿quieren algo?- nos ofreció Anton.
-Muchas gracias pero no, ve aquí te esperamos.
Con esto salió de la habitación, dejándonos por fin a solas.
-¿Quienes fueron esos idiotas?- preguntó Nathaniel con la voz más sería.
-Los contrato Maximiliano, no cabe duda que es un verdadero idiota. Lograron atraparlos, en unas horas más vamos a ir con ellos, por las buenas o por las malas nos tienen que decir toda la verdad- dijo Alex.
-Vaya, al parecer nos está llevando directo hacia a él
-O a una trampa- dije- no olviden quien es y todo lo que ha hecho, esto no se va a quedar así. Esa bala era para mi, no cabe duda que si por el fuera yo ya estuviera muerta.
-No entiendo, ¿que es lo que quiere de tí?
-No lo se Matt. A lo mejor simplemente esta enojado o yo que se, no se va a salir con la suya. Lo tenemos que encontrar para poder largarnos de aquí, y si es necesario levantar piedra por piedra lo voy a hacer.
Después de unas horas Nathaniel fue dado de alta. Anton se fue en su auto a su casa mientras nosotros a la nuestra.
Al llegar y prender las luces, me horrorize completamente.
-¿Que demonios?- dijo Kate.
En todo el suelo había fotos regadas de nosotros, y sobre lo que habíamos estado haciendo este último mes.
-Maldita sea, ese hijo de puta nos la va a pagar- grito enojado Matt.
-Sam, será mejor que vengas a ver esto- me dijo Alex. Y todos subimos a mi habitación.
Cuando entré mis ojos se llenaron de lágrimas.
Había carteles pegados por toda la pared que repetían la misma frase.
-Ojo por ojo... ¿Que quiere decir esto?- dijo Nath.
-Era una frase que Gerald siempre repetía. Nunca se cansaba de decirla, siempre que estaba enojado o me regañaba por algo decía lo mismo "ojo por ojo".
-Solo nos quiere asustar, y ese gusto no se lo vamos a dar.
En ese momento mi teléfono recibió una llamada. Era de Markus, se me hizo extraño que me llamase a estar horas.
-¿Diga?
-Sam, gracias al cielo que contestas. P-pueden venir a mi casa, t-tengo u-un problema es u-urgente.
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Mi dulce venganza |MDV #1|
Novela Juvenil"No puedes juzgar a nadie por lo que hace mientras siente dolor" "Ella verdaderamente puede cautivar y destruir todo a su paso" Samantha Owen era la típica nerd del Instituto de la cual todos se burlaban. Quien diría que aquella muchacha tendría un...