Cheonsa || 천사 [EN EDICIÓN]

Ｃａｐíｔｕｌｏ ８

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Capítulo 8

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Pasaron los días con una lentitud infernal, últimamente me la había pasado en casa pintando... ¿A quién? vaya pregunta, pues al Dios Griego, claro.

Su nariz respingada, sus ojos sensualmente azules, su desordenado pelo negro y su torso desnudo. El nuevo tatuaje que tiene en su brazo de una espada con algo escrito en coreano fue lo que más me costó hacer, pero soy un maestro con los pinceles y pinturas, nada me vence.

— Dani...— dice mi madre apareciendo por la puerta

— ¿sí, mamá?— pregunto sin despegar mi mirada del cuadro, nunca me ha molestado que mi madre vea las cosas que pinto, ni mucho menos que vea que pinto a Dominik.

— Te ha llegado esto...— me dijo acercándose, me entregó una carta y se retiró.

Le di la vuelta y en una hermosa pero desordenada imprenta cursiva se leía

"Para ti... Niño perdido"

Sonreí extrañado y la abrí, saqué una hoja de tono marfil suave con olor a perfume de hombre y escrita con lápiz azul que decía...

"Me perdí en el infinito de tus ojos, en la armoniosa melodía de tu voz... No sé si me estaré enamorando de ti, pero tengo miedo de hacerlo.

Citando a Benedetti
→Nunca había rogado por nada en mi vida, pero silenciosamente pedía que me dijeras que me querías, que te preocupabas por mí, algo.

Y citando a Shakespeare
→He aprendido que no puedo exigir el amor de nadie. Yo solo puedo dar buenas razones para ser querido y tener paciencia para que la vida haga el resto.

Nunca creí que algún día llegaría a decir algo como esto... No sé si algún día llegue a ser el personaje bueno, tiendo a pasar de lo odioso a lo malo en cuestión de segundos. Pero tú me hiciste darme cuenta de que hay un misterio en cada persona y el tuyo lo quiero descubrir.

Eres el libro que quiero leer, la música que quiero oír y el arte que quiero vivir.

¡Joder! No creo que me entiendas, nunca me he sentido atraído por alguien de mí mismo sexo...

Pero tú, niño perdido, tú llegaste con tu alegría a irrumpir en mi vida de forma macabra, y a pesar de que no quería acercarme a ti, ¡pum! Vienes y me haces sentir esto, ¡a mí, el chico rudo!

No puedo creer como has sido capaz de semejante atrocidad, pero ahora... Vaya... Deseo matarte, pero me mataría a mí mismo si lo hiciese.

D.D.R"

¿D.D.R?... ¿Quién rayos es D.D.R?

¿Y si...?

Y si en un caso remotamente posible, llegase a ser Dominik... ¿Por qué D.D.R?

Oh qué va, ¡Un chico me ha escrito una carta!

Dos Días después
— ¿no has pensado que pudo haber sido Dominik?— pregunta Abby, revolviendo una taza con sopa instantánea.

— Claro que lo he pensado, Abby, me lo cuestiono a diario— digo yo, comiendo jalea— Pero por qué D.D.R, me confunde. Demonios.

— Podría ser, ¿Dios del Ring?— dice Wendy, levantando la vista de su ensalada.

Había estado muy extraña este último tiempo, casi no hablaba y la mayor parte del tiempo estaba distraída..., Hasta ahora se le ha dado la gana de hablar

— ¡Sí!— gritó Abby poniéndose de pie rápidamente, todos nos miraron.

— Abby... — la regaño en voz baja, ella no quita la cara de victoria

— Es solo una posibilidad, una probabilidad— dice Wendy, tirando de Abby para que se siente.

— No, Mellark, no... No es una probabilidad, es cien por ciento irrefutable, ¿Que no lo ven? — dice mi amiga, prácticamente histérica.

— Yo no estoy viendo nada— confieso.

— ¿Qué vas a saber tú?, no vas a las juntas de chicas de la universidad.

— Ah cierto, va, ¿Qué es eso de Dios del Ring?

— Hay un club aquí cerca, en el que por las noches hay peleas entre universitarios a los que les dan un buen dinero por un par de golpes, son muy famosas por ser clandestinas, y la mayoría de las chicas de nuestro curso han ido, y en las juntas se la pasan babeando por el Dios del Ring... Que de hecho, sí, es Dominik.

— ¿Me estoy metiendo con un boxeador y hasta ahora me lo dicen? — pregunto sorprendido— Aunque por los golpes que me da era fácil de deducir...

— Él no es para ti, Daniel... Te hará sufrir— dice Wendy, mirándome apenada.

— Va, déjalo, un dolor más, uno menos...— dice Abby, encogiéndose de hombros— Que agradezca que no le llega la regla, eso es un dolor intenso cada mes— luego de eso se larga a reír.