Nota de autor

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No tengo sentido y no pienso intentar encontrármelo. Mentira, esta historia va de esto.

Seas quien seas, ¡hola!, excepto si no aceptas que haya gente que no se siente de acuerdo con el género que se les asignó al nacer, en ese caso ya te puedes ir yendo. No voy a desear que te pase nada malo, no soy esa clase de persona,  pero aquí no pintas nada.

Esta historia ha empezado el treinta de marzo de dos mil diecinueve como un grito porque no podía más con las dudas, la vergüenza y la envidia, todo, sí, sobre mi género. Me asignaron mujer al nacer pero tengo la sospecha de que algo sigue sin cuadrar ahí.

A veces podré parecer un poco pesimista, o igual hasta te entran ganas de morirte mientras lees esto. No es mi intención en absoluto. Al contrario, lo que pretendo con esta historia no solo es expresarme, sino también hacer hueco para que otras personas puedan escribir sus dudas y sus sentimientos libremente.

Finalmente me voy a presentar: mi nombre no es Ailery, mi edad no pienso decirla, mi género está en graves dudas, y soy humanx como el resto de vosotros. Y tú, ¿cómo te haces llamar? ¿Eres cis o trans? ¿Te sientes tan perdidx como yo o, por el contrario, lo tienes todo claro? Me gustaría conocer a las personas que os pasáis por aquí, así que bienvenidx seas.

Dicho todo esto... redoble de tambores... bienvenidx a mi cabeza, y abróchate del cinturón u.u

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