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Bañador

Ahora que llega el verano, por lo menos en el hemisferio norte, lxs que me leéis porque os sentís identificadxs y yo estamos teniendo algún problemilla... ¿os imagináis ya de qué hablo?

Ir a la piscina, a la playa, da igual. En mi caso, haber nacido con unos genitales femeninos y haber crecido pechos en mi adolescencia me ha condicionado a que voy a tener que llevar bikini o bañador toda mi vida, a menos que algo cambie.

Cuanto más me veo en bikini, menos me gusto. Cuanto más miro a los chicos que van en bañador, más les envidio.

Está claro que ir solo con bañador por estos sitios es más cómodo. Pero en mi caso, no solo me atrae la comodidad. Me encanta cómo quedan los bañadores de chico. Me encantaría verme uno puesto. Y, sobre todo, me gustaría poder ir a la piscina con uno.

Pero casi puedo oír los comentarios de alguna mujer mayor sin nada que hacer llamándome guarra.

Señora, está usted confundida. No lo hago por atraer a nadie (y aunque lo hiciera, ¿qué?). No lo hago por llamar la atención. Simplemente quiero ser... yo.

Últimamente cuando llevo ropa puesta y miro mi cuerpo se me hace rara la forma que dibuja... pues imaginaos cómo es cuando llevo bañador.