todopoderosa

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    18 de abril del 2005 (pasado sin alteraciones)


   Siente como si se estuviera volviendo loca.

    Luego de lo sucedido con Ben las cosas parecieron volverse más lúgubres en la academia. Antes, cuando la alarma sonaba indicando una misión sus hermanos salían sonrientes y vivarachos de sus habitaciones, portando sus relucientes trajes con orgullo, apostando sobre quien salvaría el mundo primero y tonterías como esas... ahora lo hacían de forma desganada y triste, pensando en quién sería el próximo en hacer un movimiento en falso, notando por primera vez que más allá de la glorificación y fama, la idolatración y atención, no eran invencibles, al final del día seguían siendo humanos que podían morir.

     Ellos lucían aterrados.

—¿Cómo lo hiciste?

    Vanya se encontraba comiendo una bolsa de frituras cuando Klaus cayó a su lado en el sofá, luciendo cansado y exhausto, mirando la pequeña televisión con ausencia.

—¿Cómo hice qué?—Inquirió curiosa mientras le daba una repasada de pies a cabezas, vestía unas espantosas medias rosas que seguramente pertenecían a Allison junto con unos pantalones pijamas rojos y una camisa colorida, su atuendo ciertamente desentonaba con su triste aura depresiva.

—Que el viejo parezca odiarte tanto que ni siquiera te mira—susurró con acidez, recostando su cabeza en su hombro sin siquiera preguntar, Vanya lo dejó pasar mientras comía otra papita.

—Siendo ordinaria, quizás—se burló, sintiendo la sonrisa extenderse por su rostro ante su propio chiste privado, Klaus no pareció notarlo.

—Oh, cómo quisiera ser ordinario también—deseó en un suspiro.

—¿De verdad?—Algo atónita inquirió, sintiendo su ruloso cabello hacerle cosquillas en su mejilla derecha, Klaus asintió levemente.

—Sí, luego de lo sucedido con...—no continuó, deteniéndose mientras parecía temblar, Vanya quería abrazarlo—, mierda, ni siquiera puedo decir su estúpido nombre—gruñó mientras reía levemente, reía y sollozaba.

—Klaus...

—¿Ahora qué, hermanita? ¿Me vas a consolar?—Alejándose de su hombro y dándole la espalda se burló con amargura, Vanya observó su delgada figura frágil, él siempre fue frágil, escondiendo sus sentimientos bajo una sonrisa.

—Claro que si—abrazándolo desde la espalda aceptó, dejando que la bolsa de frituras se deslizara entre ambos.

—Realmente no te merecemos, ¿sabes? Ahora que lo pienso soy un hermano de mierda, luego de lo sucedido con Cinco nadie te consoló—pareció recordar con tristeza, Vanya sonrió levemente, cerrando sus ojos mientras sintió su corazón sangrar al escuchar aquél nombre.

—¿A eso se debía tu pregunta?—Murmuró mientras sintió poder escuchar los latidos del corazón de Klaus a través de su vulnerable columna vertebral, su camisa era tan fina que su mejilla derecha podía sentir los huesos sobresalientes de su espalda.

—Sí, ¿cómo lo hiciste? ¿Cómo lidiaste con ello por ti misma?

—No lo hice, aún me desmorono algunas noches—aceptó mientras cerraba sus ojos.

—Sí, recuerdo escuchar tu llanto desde la habitación de Cinco algunas noches, creí que era mejor dejarte sola a interrumpirte—pareció aceptar con desilusión, como si acabara de realizar lo mal hermano que era, Vanya pensaba que era un fantástico hermano justamente por no entrometerse en sus asuntos.

The White Violin | The Umbrella AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora