Capítulo 2

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Alcohol, cigarrillos... Una pequeña celebración de bienvenida se volvió una pesadilla gracias a los chicos nuevos y por supuesto al "jefe"... John.

Emilio no se ha separado de mí desde que John se nos acerco. Debo decir que Emilio es un gran chico, pero no puedo verlo más que a un amigo, siempre ha estado presente en los momentos más duros de mi vida y siempre me ha apoyado en todo lo que necesito.

-Ya vengo, voy por algo de beber ¿Te traigo algo?

-No, gracias estoy bien. 

-Bien- me besa en la frente- ya vengo.

Pasa un rato y Emilio no ha regresado, no me preocupo. Seguro no encontró el puesto de las bebidas o se fue a la cafetería a comer algo y no se acordó de mí, ya que. 

Espero otro rato y no llega, así que decido irme a un lugar con menos gente. Camino y camino por los pasillos, paso frente a la cafetería, y no me detengo. Saco mi celular y mis audífonos y los coloco en el celular. La canción Lily de Alan Walker suena por mis oídos y me llena de paz. Esa canción es tan... no sé, pero me encanta.

Siento extraño... como si alguien me estuviera mirando. Volteo y nadie. Es la segunda vez que siento esto ¿Será solo mi imaginación? No lo sé, pero trataré de no darle importancia.

Sigo mi camino y cierro los ojos un momento, dejo que mis pies vayan a donde quiera. Pasa un largo rato y abro los ojos. Estoy fuera del instituto, cerca de un parque lleno de árboles y flores. Es hermoso.

Mientras observo el parque, veo a un chico sentado bajo un árbol. Tiene un gorro negro y de el salen algunos mechones de cabello negro, me pregunto si es de la escuela. Me acerco y veo que esta escuchando música con sus audífonos, al igual que yo. Me acerco un poco más y el levanta su cabeza, creo que sabe que alguien está viéndolo. Me da miedo y me escondo detrás de ese mismo árbol.

-Sé que estás ahí- genial, se dio cuenta- no te escondas.

Salgo de mi escondite- lo siento, no quería molestar - veo sus ojos, un verde fuerte se apodera de los míos. Que ojos tan lindos.

-¿Necesitas algo? 

-No, lamento molestarte- digo sincera.

-Deja de disculparte- dice mientras se levanta y se quita algunas hojas.

Asiento- ¿Por qué no estás en el instituto?- le pregunto.

-Lo mismo te pregunto a ti. 

-Amm... bueno. Hay una fiesta de bienvenida, todo se salió de control y pues... salí a distraerme- le digo rápido- y ¿Cuál es tu excusa?

-Hoy no voy a clases, comienzo la próxima semana.

-Que dichoso eres.

-Creo que sí.

Voy a hablar y me entra una llamada, en ese momento, me doy cuenta de que ninguno de los dos se quitó los audífonos al hablar. 

-Am... tengo que contestar. Adiós- me despido con una sonrisa y él me imita.

Me alejo y contesto la llamada.

En la llamada.

-¿En dónde estás?- me pregunta Emilio preocupado.

-Tranquilo estoy bien. Voy en camino.

-Dime en dónde estás y te iré a traer.

-No hace falta, voy en camino. Bye.

Fin de la llamada.

Volteo y veo que el chico no está. No le pregunté su nombre. Así que será el chico de el parque.

Regreso al instituto y me topo con nadie más que John. Intento pasar desapercibida, pero no, él  muy idiota tenía que voltear.

Me agarra de la muñeca- así que ahora tú eres quien me espía- se ríe como el idiota que es.

-No te estoy espiando y si lo hiciera, serías el último en la lista- le digo mirándolo a los ojos.

Él me mira enojado, se relaja un poco y jala de mi muñeca para acercarme más a él. Aunque forcejeo para alejarme, él es más fuerte que yo y logra acercarme. Quedo con mi cabeza en su hombro y él rodeándome con sus brazos.

-Te quiero y mucho- me dice susurrando.

-Yo no- le digo algo pesada. Luego reacciono, él está siendo amable conmigo, así que yo también lo seré- quiero decir que... yo no siento lo mismo y que... lo siento- le digo lo más amable que puedo.

-Algún día caerás a mis pies, lo verás- me dice alejándome de él.

Se va y me deja parada ahí sola. Él me trato bien, acaso ¿estoy soñando?                                          Dejo de pensar en eso y voy a buscar a Emilio.

Camino entre las bancas y veo a un Emilio preocupado sentado al fondo. Cuando me ve, se para y corre a abrazarme. Dice que estaba preocupado por mí y me hace prometer que antes de alejarme de él le avise y muchas cosas más. Cuando digo muchas, quiero decir que realmente son muchas cosas.

Me quedo sentada al lado de él y me dan ganas de llorar, así de la nada. Trato de no hacerlo, pero los recuerdos de mi pasado comienzan a atacarme ferozmente. Trato de despejar mi mente y no puedo. Con toda la fuerza que me queda, le digo a Emilio que quiero ir a mi casa y él me pregunta si me siento bien y yo le digo que sí, que solo quiero irme para descansar. Él me cree y yo me voy.

Camino a mi casa me quiebro, lloro libremente y no entiendo. Todo estaba tan bien, no estaba triste, estaba feliz... estaba disfrutando.



LauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora