Capítulo 7

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No sé cómo explicarlo, este es un lugar hermoso. Queda en una colina perfecta, tiene muchos jardínes de bellis (margaritas de los prados), violas tricolor, hortensias invernales y muchas más. No sé cómo lograron hacer este lugar tan bello. Es simplemente perfecto. Digo todo esto mientras mi hermano está parado frente a mí, viendo mi reacción al ver esta belleza. 

-¿Entramos?- dice señalando la entrada.

-Con todo el gusto- digo sonriendo mientras paso a su lado.

Entramos y veo las mesas, cada una en una ventana, otras en las paredes de los rincones y hay más en el centro de todo. Caminamos y nos acercamos a una señorita, mesera supongo, y mi hermano la saluda de beso.

-Hola Emmy ¿Cómo estás?

-Yo bien- mirando a mi hermano algo embobada.

-Bien, puedes decirnos cuál es nuestra mesa.

-A sí... siganme por favor.

La seguimos y nos deja en una mesa que está al lado de una ventana con vista a las colinas. Es hermoso. Emmy o como sea que se llame nos deja las cartas para ver que queremos pedir y se retira muy despacio.

Miro a mi hermano y veo que la mira como si fuera lo más importante del mundo entero y entonces, entiendo todo.

-¡Ella te gusta!- digo golpeando la mesa sorprendida.

-¿Qué?¿De dónde sacaste eso?¿Por qué lo dices?- dice tartamudeando y más rojo que un tomate.

-Se te nota y mucho.

-No es cierto.

-Puede que no hagamos todo juntos, pero te conozco muy bien.

-Tú no hables- dice cuando llega Emmy y nos deja unos panecillos. 

-Es linda- digo mientras ella se va- tienes mi permiso.

Se queda callado y baja su cabeza algo avergonzado. A lo que yo río. ¿Quien lo diría? Mi hermano enamorado de una chica que lo hace sonrojar. Que lindo.

Al rato, la chica vuelve, le decimos que queremos y ella vuelve con la comida. Comemos y hablamos de muchas cosas, él me cuenta que Emma entró este año a la universidad y que ha estado enamorado de ella desde que la vio, me dice que ella es una persona muy inteligente y logró avanzar un año solo con sus estudios y que por eso están en la misma clase. Yo le cuento que me ha ido muy bien en el instituto y que no he tenido problemas, lo cual obvio es mentira. Le digo que me peleé con Emilio por una tontera y él lo cree. Mientras le cuento todo, suena el celular de mi hermano, a lo que él se disculpa y contesta.Habla por unos segundos y luego, sale corriendo y yo lo sigo hasta que veo que él se sube en la moto y se va sin más. Me quedo ahí parada, asustada porque no conozco este lugar. Está muy lejos de la ciudad. ¿Qué hago?

Me quedo ahí y veo mi celular, ya han pasado como tres horas desde que me dejo aquí y no ha regresado a por mí. Estoy muy preocupada. Si salió corriendo de esa manera fue porque algo malo pasó. Ojalá no sea grave. Agarro mi celular y marco su número, suena por un rato y al final no contesta. Lo intento por seis veces más y nada.

¿Qué hago? Recuerdo que Marlon me dio su número, pero llamarlo sería algo incómodo después de lo que paso ayer. Esperaré otro rato más e intentaré llamar a mi hermano, pero si no me contesta llamaré a Marlon con toda la pena del mundo. 

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-¿Hola?- dice al otro lado del teléfono.

-Hola. Disculpa... amm... en.. ¿En dónde estás?

-En mi casa ¿por?

-Es que... es una historia rara. Vine con mi hermano a comer a un lugar en una colina que estápor la carretera y luego, él se fue sin mí y no contesta mis llamadas, así que pensé que podrías venir a recojerme y...

-Tranquila. Estás hablando muy rápido. Respira y dime en dónde estás.

-Estoy en un restaurante, en una colina, en una carretera. Y el restaurante se llama "La colina de las flores."...

-Ya sé en donde estás. Llego en un rato. Espérame- cuelga.

Pasa aproximadamente una media hora y un lamborghini blanco se acerca y para en donde yo estoy.

-Ha venido tu príncipe, princesa- dice señalando son sus ojos la puerta del copiloto.

-Creo que iré atrás- digo mientras abro la puerta trasera y me siento- por cierto... gracias por venir a por mí.

-Bien, adelante-dice mirándome por el retrovisor.

-Gracias. 

Marlon maneja lentamente y cuando entramos en la ciudad, dice:

-¿No te gustaría ir a algún lugar conmigo?

-Amm... tengo que regresar a mi casa, pero, supongo que no haré falta.

-¿Eso es un sí?- pregunta mirándome raro.

-Amm... creo que sí.

-¡Bien!- dice contento- ya sé a donde iremos.

Asiento y Marlon pasa frente a unos hermosos campos con muchas flores en ellos. Son hermosos. Marlon me cuenta que cuando era un niño, su madre los traía aquí a sembrar rosales. También me cuenta que el gran árbol que está tiene 10 años y que él lo sembró con su madre cuando tenía 7 años. Estaciona el auto y nos bajamos, hace frío y Marlon se quita su chaqueta y me la pone sobre los hombros. Es tan lindo. Caminamos un rato y llegamos a un gran árbol, él sube y me da la mano para ayudarme.

-Esta muy alto-digo mirando hacia abajo cuando ya estoy sentada en un rama.

-No te preocupes, yo te protegeré- dice  apoyando su cabeza en uno de mis hombros.

Cuando hace eso, me sonrojo al instante, pero él no lo ve o eso creo. Nos quedamos un rato ahí y va oscureciendo. Vemos el atardecer sentados y sus manos rodean mis hombros en un abrazo. No me muevo porque no me incomoda. 

Luego, en la noche, Marlon va a dejarme a mi casa.

LauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora