Capítulo 30

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Mi dibujo termina junto a la aburrida clase de arte, aprendí que las columnas son importantes para la maestra. Me gustó mucho el dibujo que hice, ya que parece una luna llena sobre un río pequeño y unos árboles alrededor. Estoy segura de que se vería mejor con colores o acrílico.

Salgo del salón y voy a mi casillero, guardo mis cosas de arte y preparo gramática, que es lo que me toca en unos 30 minutos. No sé qué hacer en ese tiempo, así que cojo mi celular y mis auriculares y camino hacia la cancha.

Sobre lo de John, que se sentó a mi lado y no me molestó en todo ese rato. Me parece muy extraño, seguro que luego va a tratar de hablarme mal. Pinche bipolar. Primero es enojado y luego amable. ¿Quién le entiende?

Llego a la cancha y me doy cuenta que el equipo de fútbol americano está saliendo con sus trajes puestos. Olvide que tenían práctica hoy, rayos. Doy media vuelta para irme, pero ahí está John con su uniforme de jugador, mirándome. Tiene el casco en su mano derecha y lo agarra por las rendijas (creo que así se dice, no sé).

-Quédate a ver la práctica y cuando terminemos, cuéntame qué tal te parece ¿Si?- dice de una manera inocente. ¿Qué está planeando este chico?

-Yo... eee...- piensa Laura, piensa- Olvide que tenía que ir a la cafetería a comprar unos bocadillos. Así que voy a ir.

-Luego, regresa a ver- dice mientras camina hacia su equipo. Y me hace como un saludo. Que tipo tan raro.

Voy hacia la cafetería bastante distraída, estoy perdida en mis pensamientos y choco con alguien. Genial ¿No?

-Lo... Lo lamento- dice un chico moreno de ojos grises.

-No importa, fue mi culpa. Estaba distraída- digo mientras recojo mi celular que se cayó de mi bolsillo.

-En verdad eres torpe- dice un chico rubio con unos ojos entre azules y verdes. Que lindos ojos- Mi nombre es Kevin y este chico- golpea suavemente al chico con el que choqué- se llama Eduardo. ¿Como te llamas tu?

-Amm... Me llamo Laura- digo algo tímida.

-Deja que te invitemos a algo en forma de dusculpa- el chico rubio, Kevin, pone una de sus manos en mi espalda.

-No hace falta, estoy bien. Amm... Tengo que irme.

-¿Po... podemos acom... Acompañarte?- dice Eduardo, el chico moreno.

-Lo que mi amigo quiere decir es que, somos nuevos y no sabemos que hacer ni a donde ir. No conocemos el instituto. Quiere saber si nos lo podrías mostrar.

-Oh, bueno. Tengo clase en unos- miro la hora en mi celular- en unos 20 minutos. Creo que sería mejor si se los muestro luego de las clases.

-Me parece buena idea- dice Kevin mirando a su amigo- Por el momento, ¿Podrías decirnos en donde queda el salón de matemática?

-Tienen suerte, justo me toca ir al salón que está cerca.

-¡Que bien! Estaremos cerca entonces.

-Gra... Gracias por habl... Hablarnos- dice Eduardo.

Le sonrió, no sé si tartamudear por algún problema o si es porque sigue apenado por el choque.

-Oye, dijiste que tenías algo que hacer ¿No?- dice Kevin sacándome de mis pensamientos.

-Cierto, solo comprare un agua e iré- digo señalando las aguas saborizadas que están en una nevera. Voy hacia allá y saco una de fresa. Pago por ella y voy hacia los chicos- Bueno, si quieren pueden venir conmigo. Voy hacia la cancha a ver la práctica.

-Disculpen la tardanza- dice una chica con el cabello teñido de colores y trenzas. Es morena y sus ojos son grandes y color avellana. Está maquillada con unos colores brillantes, se ve genial. Y su ropa es tan linda. Brillante que combina con su maquillaje- Oh, hola- dice mirándome- ¿Y tú quien eres?- dice amigablemente.

-Me llamo Laura ¿Y tú?- digo amablemente como ella.

-Me llamo Roxanne- dice abriendo un paquete de galletas- ¿Quieres una?- dice acercando el paquete hacia mi.

-No, gracias. Estoy bien con mi agua de fresa.

-¿No vas a darme una a mi?- exclama Kevin.

-No, tú estás muy gordo- dice mientras come una galleta a lo que yo río.

-¿Y... Y yo?- dice Eduardo mirándola con ojos de ternura- ¿Me.. me das u.. una a mi?

-A ti sí- le ofrece el paquete y el agarra una, mientras sonríe. Que tierno. Kevin la mira como indignado.

-Eso no es justo- exclama como un niño haciendo pucheros. Nos reímos mientras él trata de no hacerlo. Su cara nos provoca mucha más risa. Al final, se une a nosotros y estallamos en risa.

-Por cierto, Laura- dice Roxanne- ¿Ya conoces a Miranda?

-No, solo a ti y a tus amigos.

-Bueno, pues. Miranda es mi melliza. Estoy segura de que nos llevaremos muy bien las tres- dice tragando la galleta que tenia en su boca- Por cierto ¿En que salón te toca?

-Me toca gramática- miro la hora, faltan 15 minutos. Le dije a John que solo compraría algo, debo ir pronto- Amm... Debo irme.

-Podemos acompañarte, si quieres- dice Roxanne.

-Si ustedes quieren, pero ¿No esperarán a Miranda?- digo tomando un poco de mi agua.

-Nos encontrará- dice Roxanne guiñando me un ojo- Vamos.

-De acuerdo- me río.

Caminamos hacia la cancha entre risas y al llegar, nos sentamos en las filas de hasta atrás.

LauraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora