10.-Bajo ataque

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Manjoume había acompañado a Asuka hasta la puerta de su departamento. Ella y Aki vivían cerca de los departamentos escolares, en un piso rentado, pero la pelirroja se había quedado un rato más en la fraternidad, hablando con Misawa. Judai también vivía en el departamento de las chicas, pero al menos esa noche la pasaría en Alfa Gamma, donde Yusei pudiera protegerlo.

Atem había tenido que recurrir a toda su fuerza de voluntad para poder dejar a Yugi en su casa, habría querido que se quedara con él en la fraternidad, al menos esa noche, pero el menor había insistido en que no quería preocupar a su abuelo más de la cuenta, ya hablarían de dormir juntos otra noche.

Ahora tanto Jun como Asuka caminaban en silencio, con apenas un par de centímetros dividiéndolos, sus manos se rozaban de vez en cuando por la inercia del movimiento, ambos se sobresaltaban y luego le dedicaban una sonrisa de disculpa al otro, para seguir con su camino silente. Habían cancelado su salida al bar de Mai, era mejor si se refugiaban temprano esa noche, después de todo, no sabían lo que les esperaba al día siguiente. Tenían demasiadas ideas en la cabeza como para encima ponerse a hablar de lo que había ocurrido en la habitación del azabache.

Caminaron hasta la puerta del departamento y Asuka se giró en su lugar, encarando a Jun con una sonrisa tímida.

—Gracias por traerme... —Murmuró la castaña.

—Fue un placer. —Respondió Jun sin saber qué decir. —Y una buena excusa para estar contigo otro rato.

Asuka soltó una risa por lo bajo. Entonces él estaba igual de nervioso que ella...

La chica puso una mano en el hombro de Jun y se agachó sobre su rostro, plantando un beso tierno en la boca del muchacho, él puso una mano en la cintura de ella y correspondió al beso, deleitándose en la textura suave de la boca de la castaña. ¡Dios! Cuántas veces habría imaginado ese momento.

Ambos sonrieron separándose el uno del otro y luego Asuka se dio la vuelta para entrar al edificio, dejando a Manjoume con una sonrisa amplia en el rostro.

Bueno, no habían tenido una cita, pero al menos ahora ella lo había besado a él. No eran sus nervios, Asuka lo correspondía. Sí, él podría ser un alfa y ella una beta, posiblemente existía un omega destinado para Jun, pero mientras fuese el aroma de la chica el que lo enloqueciera y lo pusiera al borde, él se proclamaría suyo sin problema alguno.

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10.-Bajo ataque

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Atem estaba sentado en el sillón de terciopelo con Seto de pie a sus espaldas, la chimenea estaba encendida y ambos miraban el fuego que danzaba dando vueltas en su sitio. El faraón había ido a su casillero a revisar el desastre y se había encontrado con una nota impresa, él era el último comodín seleccionado, la nota decía que podía elegir armar un equipo con los otros cuatro comodines que eligiese.

Aquello sólo podía querer decir que no era el único Sniper de los Yami no game. Había otros.

—¿Qué has pensado? —Murmuró Kaiba, sintiendo que, si alzaba un poco más la voz, ambos serían emboscados.

—Tú eres un Shooter... Misawa un Hunter, Yusei el Rider y Jun el Fighter. Si hacemos una alianza entre nosotros, podremos protegernos unos a otros, no nos elegirán como objetivos. No me van a pedir matarte, o a los otros.

—Pero están otros alfas. —Apuntó Kaiba dando un paso al frente, entrando en el campo de visión de su primo. —Kaiser, Ushio, Aki. Ellos no tienen roles asignados todavía, no sabemos si ellos serán Victims o si serán elegidos comodines.

—Hace dos años tú fuiste seleccionado. ¿Qué sabes al respecto?

—Me eligieron como sniper ese año. —Murmuró Kaiba recordando. —Yo no participaría en ninguna otra pelea más que en los asesinatos que me encomendaran. Ya había marcado a Kisara, así que cuando le hacían daño, yo lo sentía también.

[Omegaverse] Contra todosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora