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TaeMin estaba recostado en su cama. Después de ayudar un poco a su madre y hermana con la cena, decidió subir y bañarse para estar listo a tiempo. Pero al parecer había estado listo demasiado temprano.

La puerta de su habitación fue abierta y por esta entro DongMin, ya listo para la cena de esa noche.

- ¿Ya está lista la cena? – pregunto viendo como DongMin se sentaba a su lado.

- Aun no... Pero estoy aburrido, así que vine para que me contaras algo interesante.

TaeMin rodó los ojos ¿Qué podía contar de interesante él?

Desde que las vacaciones de invierno habían comenzado, él se la había pasado encerrado en su casa.

- No tengo nada que contar, sabes que no he salido de casa.

- Pareces un ermitaño – DongMin bufo – creí que porque tenía novio saldrías, pero ni así lo haces.

- Porque no quiero salir con MinHo.

- ¿Están enojados?

TaeMin negó con la cabeza. No estaba molesto con MinHo, o así lo recordaba él. Aun recordaba el momento que "discutieron" en el cumpleaños de MinHo, ese día había sido el único y los demás los siguieron como si nada hubiese pasado. TaeMin no se había equivocado al pensar que MinHo no lo seguiría si se llegara a enojar, ese día se lo había dejado muy claro.

    Flashback

El ambiente era realmente incomodo, hubiera sido más fácil si MinHo lo seguía ignorando el resto del día. TaeMin se había sentido nervioso cuando vio que MinHo lo estaba esperando en la puerta, pero a pesar de eso TaeMin continuo su camino como si MinHo no estuviera, si MinHo lo había ignorado él también lo haría. Pero el idiota de MinHo lo había seguido, sin decir nada, solo comenzó a caminar a su lado y TaeMin no estaba dispuesto a comenzar una conversación, no cuando MinHo lo había ignorado el resto del día.

- TaeMin.

El nombrado se detuvo al escuchar su nombre, él estaba dispuesto a seguir su camino a su casa sin despedirse de MinHo, pero al parecer el mal alto no pensaba así. Se giró para ver a MinHo y vio como este entraba al callejón donde siempre hablaban. TaeMin soltó un suspiro y entro después que él.

- ¿Qué quieres?

MinHo soltó un bufido antes de comenzar a hablar.

- Quiero que me escuches bien, TaeMin. No lo volveré a repetir – TaeMin se cruzó de brazos – quiero que te quede claro que yo no voy a ser el pendejo que cuando hagas un drama va a ir detrás de ti. Si te enojas es tu problema.

TaeMin rodo los ojos y apretó sus puños sin que MinHo se diera cuenta. Lo que MinHo le estaba diciendo era algo que ya se esperaba.

- Dijiste que ya sabias como era, así que no te sorprendas.

- No estoy sorprendido – dijo TaeMin como si no estuviera afectado – tienes razón, ya sabía cómo eras.

- Me alegro... Espero que también sepas que no soy un novio romántico, no esperes nada de mí en ese aspecto.

TaeMin soltó un bufido y se fue sin despedirse de MinHo. Era verdad que TaeMin había escuchado muchas cosas de MinHo, que era un imbécil, que era muy impulsivo, que era muy gracioso... Pero entre todo lo que había logrado escuchar de él, lo que más resaltaba era que era un maldito infiel y eso es lo que más le molestaba a TaeMin.

¿A dónde había ido a meterse?

Fin del Flasback

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