XI

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Habían pasado tres meses desde que Sofía había empezado a trabajar para los Fitzgerald, extrañaba a su familia, pero lo que sentía por Louis era tan grande que la hacía sentir como en casa.

No tenían una relación laboral convencional, de día se trataban distantes, de noche se amaban entre las sabanas hasta saciarse el uno del otro.

Louis pensaba que en otras condiciones tal vez él y Sofía podrían haber tenido una relación formal, pero lo cierto era que nunca le podría dar eso, aunque tuviera todo el dinero del mundo, no quería ni podría darle hijos, y ni hablar de la diferencia de edad, casi doce años. Sabía que no estaba del todo bien, ambos lo sabían, solo querían disfrutar al máximo lo que pudieran.

Tenía a Emma cargada cuando Sofía entró a la oficina de Louis, la pobre niña había salido de una fiebre a gran escala.

-Buenos días, se le está acabando la leche a Emma.

-Lo sé- dijo poniéndose de pie, sentó en el sillón y la tomó y la sentó en sus piernas mientras sostenía a Emma

-Las niñas se van estos días a visitar a la abuela, Emma también, estaba pensando en darle dos días libres a Anne y así nos quedaríamos tú y yo solos.

-No lo sé Louis, quiero estar pendiente de Emma.

-Y lo harás, solo que la próxima semana, además, ella está perfecta, tan solo mira como ríe-Louis la empezó a besar por eso cuello.

-Mmm sólo si me cocinas- ambos rieron entre besos.

-Acepto.

Cuando llegó el jueves las niñas se fueron donde su abuela, Sofía hizo prometer a Lottie que iba a cuidar a sus hermanas, especialmente a Emma.

Louis la había tranquilizado cuando le dijo que donde su abuela estaba una niñera de su entera confianza.

Cuando se quedaron solos Louis empezó a preparar el almuerzo.

-Sé que crees que soy un desastre en la cocina, pero no es así, te prepare unas pastas a la carbonara.

Luego de eso hicieron el amor en varias partes de la casa, en el comedor, la cocina y hasta en la piscina, demostrándose toda la pasión que se tenían.

Estaban aprovechando el máximo, pues se les acababa su felicidad el sábado por la noche.

Por primera vez Sofía sintió que era como una pareja normal, de esas que ven Netflix brazados y se cuentan chistes malos.
Se sentía culpable por toda la felicidad que está sintiendo, se suponía que estar lejos de su familia sería un martirio, pero esto estaba lejos de serlo.

El viernes por la tarde mientras se encontraban hablando sobre el trabajo de Louis, la cadena de hoteles más importares del mundo había puesto la mirada en el proyecto de construcción que los Fitzgerald tenían en México, Sofía no entendía nada, pero aun así le gustaba escuchar a Louis hablar de su profesión, en ese preciso momento recibió una llamada.

Hubo un silencio.

Sofía no sabía lo que le habían dicho, pero mientras organizaban la cama de Louis, este llamó Anne para viniera de manera urgente de sus días libres, Sofía lo que había entendido es que su familia venía saliendo de la casa de su abuela para acá.

-No lo entiendo- dijo Sofía- se suponía que era hasta el sábado.

-Así lo era, pero al parecer la familia quiere pasarse unos días aquí, algo pasó en la casa de la abuela y cómo está es la más grande vienen para acá ahora.

Todo lo hablaban mientras recogían la casa en general, lo que había ensuciando.

-Le diré a Anne que me llamaste también- dijo Sofía, que supuestamente estaba con su familia en días libres que Louis le había regalado, para no levantar sospechas.

-Sí, bien pensado.

Cuando llegó la familia Fitzgerald Sofía reconoció a algunos por la fiesta fallida de la abuela. Los saludó a todos, al igual que a las niñas.
A Emma la tenía la tía Gemma, algunos de ellos estaban en la sala de cine y otros en la piscina. Anne había llegado a tiempo, al igual que el personal, pues debían atender a la familia.

Louis una vez le había contado que su familia siempre se reunía de esta forma, y aunque algunos no se llevaban bien con otros, después de la muerte de sus padres, olvidaron sus diferencias y se reconciliaron.

- ¿Qué hay sobre la familia de tu madre? - le preguntó Sofía uno de esos días que se había escabullido a su cuarto mientras estaban entre las sábanas.

-Cuando me tuvo, su familia la abandonó, al parecer eran muy religiosos y la echaron de su casa. Lo que causa gracia, es que años después cuando ella y papá se volvieron ricos, intentaron hablarle, pero ella decidió mantenerlos lejos.

- ¿Crees que fue una buena decisión?

-Sí, ellos sólo querían el dinero, al parecer nunca la quisieron, ella era adoptada y jamás la trataron como a una hija, fueron mis abuelos paternos quienes la acogieron como una hija y al igual que mi padre le dieron todo.

-Debieron haberse querido mucho.

-Se amaron hasta el final, obviamente tenían sus diferencias, pero era amor puro, no sé si todavía exista, las personas se mueven por el dinero y por la fama o se dejan llevar por la apariencia, lo de ellos era verdadero.

Sofía volvió a la realidad, las niñas estaban con su familia así que decidió ir a la cocina a comer un poco de la pizza que habían pedido.

Estaba recostada en el mesón tomando un poco de agua después de haber comido cuando entró un familiar.

-Dame un vaso con agua- le dijo el joven antipáticamente, debía tener su misma edad, era un poco más alto que ella, de cabello rubio.

-No hago parte del servicio, pero puedo hacerte el favor de servirte un vaso con agua- le dijo Sofía amablemente

Cuando le sirvió el vaso, se percató de cómo se aproximaba peligrosamente, se había pegado a su espalda y estaba respirando en su cuello. Sofía se paralizó.

- ¿Tu servicio es solo servir vasos con agua o haces otras cosas más?

Sofía entendió lo que le insinuaba, la tenía agarrada de la cintura cuando la volteó.

-Debes mantener una Distancia, así que con todo respeto te pido que te alejes de mí.

Sofía se sentía impotente

-Te haces la difícil, me gusta- en ese momento intentó besarla, ella trataba de forcejear, pero él era muy fuerte, fue en medio de la lucha cuando sintió que caía estruendosamente al suelo.

Vio a Louis parado mirándolo en el suelo tenía la cara colorada y los puños cerrados.

Lo tomó del cuello y lo alzó pegándolo a la pared, parecía lleno de ira.

-Ni se te ocurra volverla a tocar, porque te juro que no respondo- lo decía con tanta rabia que Sofía no lo conocía, jamás había visto esa faceta de Louis, es decir, si lo había visto molesto, muchas veces, pero de ahí a recurrir a los golpes jamás.

-No veo que tiene de malo que me la quiera follar- fue ahí cuando Sofía se metió, pues Louis iba a golpearlo.

-Tranquilo- dijo tomando su mano- suéltalo Louis- le decía Sofía pacíficamente- mírame, estoy bien.

-Él quería tocarte- seguía teniéndolo fuertemente.

-Pero estoy bien, bájalo ¿sí? -

Louis lo puso en el suelo otra vez.

-Lárgate, antes que me arrepienta de haberte soltado.

El joven se fue dejando a Louis y a Sofía solos en la cocina.

-Nunca te había visto así- le dijo Sofía

-No fue linda la escena, él tiene tu edad Sofía, yo no. Estoy viejo para ti, es inevitable que piense tal vez tu querías- Sofía tomó a Louis de la mano.

-No lo quiero a él, eres tú con quien quiero estar, no tienes que preocuparte.

Louis la besó sin importar que nadie entrara, ¿estaba cometiendoun error con Sofía?, Un hombre de su edad no podría conseguir una mujer que no estuviera casada o con hijos, y peor aún lo querían por su dinero, ¿debería formalizar las cosas con Sofía? Se preguntaba, él solo quería dejarse llevar.

Algo másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora