Algo más

VII

Sofía dejó a Ruth encargada de Emma, sólo por un momento mientras hablaba con su abuela.

Mientras iba en el metro recordaba cómo se había levantado esa mañana y Louis ya no estaba, en su interior sabía que le estaba empezando a gustar, cuando fue a su despacho a pedirle el favor nunca pensó que se lo concedería, ni tampoco que la consolaría como lo hizo anoche.

Cuando lo conoció parecía una persona un poco meticulosa y fría, pero a medida que pasaban los días con él, cambiaba su opinión, y ni hablar de cómo se comportó como un caballero, cualquier otro se hubiese aprovechado de ella.

Al llegar al otro lado de la cuidad se detuvo a mirar su barrio con delicadeza, era tan diferente al de los Fitzgerald, aquí el tan lujoso y este tan pues común. Entró a su edificio y tocó el timbre.

La abuela alma la recibió con un gran y fuerte abrazo

- ¿Qué haces aquí?, que gusto verte, solo dios sabe que te extrañamos tanto.

-Hola abuelita, yo también los extraño- musitó Sofía mientras entraba.

-¿Por qué no me llamaste avisando que vendrías?, hubiese hecho mucha comida.

-No me demoraré mucho, tengo que volver- hizo una pausa mientras se sentaba en el sofá.

-Ya lo sé todo, todo sobre mamá

La abuela Alma se puso de piedra, y palideció al instante.

-Lo siento tanto Sofía, tu madre así lo quiso.

- ¿Por qué la dejaron? - arremetió entre lágrimas-  sabe cuántas noches pensando que no me quería, el porque me abandonó, ¿con qué cara me podías mentir?

-Lo sé, entiendo que estés molesta, estás en todo tu derecho y espero que puedas perdonarme algún día, cuando tu mamá fue diagnosticada ya el cáncer estaba muy avanzado. Ella no quería que sus hijos la vieran en ese estado, tu padre y yo decidimos respetar su decisión y la acompañamos hasta el final.

-Es increíble, todo este tiempo creyendo sus mentiras, pasé los últimos años pensando que mi mamá era lo peor de este mundo, era tu deber decirme.

La abuela la consoló por un momento

-No te pido que me perdones ahora mismo, sólo que te pongas en mi lugar, eran unos niños prácticamente, no queríamos traumarlos en su infancia, créeme que me arrepiento de no haberles contado, pero en su momento pensábamos que era lo correcto.

Sofía se quedó pensativa por un momento

- ¿Qué hicieron con su cuerpo?

-Ella quería que la cremaran y esparciéramos sus cecinas en el lago Serpentine Lido en Hyde Park, sabes que le encantaba llevarlos allá, pero nunca lo hicimos, pensando precisamente en este momento, donde saldría a luz todo.

-Quiero hacerlo, quiero cumplir su deseo, pero que mis hermanos estén presentes, se mereces hacer parte de eso y sobre todo se merecen la verdad.

Hablaron un poco más hasta que llegó la hora de irse.

Ella caminó y tomó el metro otra vez rumbo hacia el otro lado de la cuidad, se daba ánimo así misma, extrañaba a su familia, pero sabía que era necesario este trabajo, y extrañamente se sentía mejor en el sentido de que sabía que había pasado con su mamá, era duro no lo negaba, pero en su interior sentía que se había quitado un peso de encima, y ahora podía seguir adelante en otros aspectos personales, y aunque la medicina era su sueño, su prioridad ahora era sacar a adelante a su familia mientras pudiera.

Al llegar a casa tomó a Emma y esperó varias horas a que llegara Phoebe, Louis le había dicho que la acompañara su primera sesión de rehabilitación después del accidente.