Can't Take My Eyes Off You | Millie Bobby Brown/Fillie [BUWYGIB2]

𝑃𝑅𝐼𝑀𝐸𝑅 "𝐴𝑀𝐼𝐺𝑂": 𝑃𝐸𝑅𝑉𝐸𝑅𝑆𝑂

Ese grupo de mayores ya se había ido. El castaño estaba tirado en el suelo sin las fuerzas necesarias para poder levantarse y huir o ir a que lo auxilien. Aunque en realidad quería liberarse de ese inmenso odio que le carcome en un o una inocente como hace unos meses en la casa de uno de sus amigos.

Escuchó un sonido en el pasillo del costado. Por nada en el mundo quería que alguien lo viera en ese estado. Su reputación se iría directo al tacho y eso no lo aceptaría. Trató de pararse, pero no podía. Le era imposible. Se quedó ahí. Observando el suelo hasta que sintió que alguien lo estaba viendo.

— ¿Necesitas ayuda?— le pregunta una voz un poco familiar. Llevó su mirada hasta su emisora y al verla se quedó sorprendido por unos largos segundos. Era ella. La chica mofa de esa fiesta. Ella se acerca poco a poco hacia que, cuando estaba a punto de tocarlo, Noah la empuja.

— Sácate— se queja molesto—. Yo puedo solo— trató de levantarse mas dio un paso en falso y se cayó de bruces.

Ella viró los ojos— No puedes estar así. Debes ir a enfermería.

— ¿Crees que me importa tu opinión?

— Yo debería de decir eso también. Ahora detente en hacerte de rogar, ¿quieres?— se acerca de nuevo al castaño y, con la poca fuerza que tenía, logró hacer que hiciera un intento de ponerse de pie para poder llevarlo a la enfermería ya que se dejó ayudar.

Llegando, la enfermera salió apurada con una alumna diciendo que había un chico convulsionando en el patio y que debía socorrerlo. Así que encargó a Millie para que pudiera, al menos, parar la sangre que aún brotaba en el rostro. Le indicó cómo tenía que hacerlo y, sin más, se fue. Le lavó la cara, tomó el pote de crema y empezó a ponerle en las partes donde estaban sus heridas.

— Y... listo— habla poniéndole un poco más de esta en la mejilla—. Como nuevo.

Mientras veía a Millie yendo al baño para lavarse las manos y guardando las cosas en el botiquín, se acordó de la fiesta. Esa maldita fiesta donde perdió todo rastro de conocimiento y también donde cometió algo sumamente feo. Se estaba sintiendo mal. No merecía exactamente su ayuda.

— ¿Por qué me ayudaste?— pregunta al fin—. Me comporté mal contigo en el pasillo.

— ¿Y eso qué?— Millie levanta la vista del botiquín para dirigirle la mirada—. Me gusta ayudar. Incluso a gente como tú.

"Ella es una persona muy buena", pensó. En eso, Brown se sienta al lado del chico y lo pensó unas diez veces más. ¿Era buena idea decírselo o no? Tenía qué. Era necesario. Pero tenía miedo de cómo reaccionaría después.

— Oye— la castaña voltea confusa—. Él no te merece. Es un estúpido.

Brown rió en sus adentros sin dirigirle la mirada. Ya sabía a quien se refería— Eso es muy irónico de tu parte. Lo apoyabas, ¿o me equivoco?

El chico se sintió peor. Aún recordaba lo qué sucedió en esa fiesta. Es más, él fue el que tuvo la idea de tirarle no solo comida, sino también basura y uno que otro cigarrillo o droga que encontraba en el suelo pues nunca creyó que la llegaría a conocer. Y lo peor de todo era que lo disfrutó demasiado. Le encantó ver las lágrimas de ella caer sin cesar. Le fascinó la manera en que las facciones de su cara se volvían tristes. Y se divirtió cuando él, junto a la mayoría de personas presentes, la insultaban sin cansancio.

Sí. Fue un total perverso.

— Siento mucho haberte tirado comida junto a Finn en la fiesta.

— Creo que hubiera sido mejor si no me hacías recordar ese día, pero igual te perdono— dice volteando a verlo— aunque nunca olvidaré lo que me hicieron.

— En serio espero que podamos ser amigos. Realmente me arrepiento de lo que te hice.

Millie lo mira atenta y directamente para verificar si era una clase de broma extremadamente pesada o no. El chico se mostraba totalmente sincero. Sin ninguna pizca de maldad o mentira. Estaba diciendo la verdad. Y eso alegraba a la protagonista.

— Eres un buen chico, Noah— le dice neutramente mientras palmeaba la espalda del chico—, pero no creo que eso sea posible. Es por mi bien.

— Entiendo— lo hacía. Él la hizo sufrir y tenía que pagar las consecuencias.

— Bueno, debo irme. Tengo clase.

— Te veré más tarde.

Miró a la nada pensativa por unos segundos antes de levantar los hombros— Quién sabe.

— No es pregunta— le sonríe, le guiña el ojo y se dirige a la camilla para acostarse y descansar un poco.

Con el paso de los días, Noah dejó de meterse en problemas. Ya no era el chico agresor de hace unos años y se volvió en una persona de bien. En alguien que también ayuda a las personas y que defiende a quienes lo necesitan. Y todo gracias a una chica agradable:

Millie Bobby Brown.

Aquí el primer capítulo.
No me gustó mucho, pero espero que a ustedes sí.
Ahora, ¿quién será el siguiente?
Se despide: