Torturado por voluntad propia
Drew se encontraba listo para la escena final de ese sábado, iba a doler y mucho, él lo sabía desde el miércoles cuando fue a Étoiles a averiguar la razón de que lo habían llamado aquel martes en la noche.
—Esto es lo que queremos que haga el próximo sábado; —le había dicho uno de los productores; Drew juraba que era el dueño directamente quien se lo estaba pidiendo. —Será duro, muy duro, así que le vamos a dar hasta el viernes en la mañana para ver si acepta. Si es así, una vez que se empiece con la escena no habrá palabra de seguridad ni nada, podrá gritar todo lo que desee, llorar o suplicar, pero no nos detendremos hasta que todo termine.
Drew lo pensó ese miércoles y esa misma noche les dio la respuesta al productor, él aceptaba. Dada la naturaleza de la escena iba a cobrar una buena pasta, una realmente buena. Y la decisión la hizo en la entrada de aquel edificio donde alquilaba un local de oficina transformado en vivienda tipo estudio. La decisión la tomó cuando vio aquellos dos locales en la planta baja, aún vacíos, aún sin dueños. Había un teléfono en los mismos, él llamó y preguntó por los locales; podían alquilarlos, pero estaba la opción a compra. «Opción a compra», pensó él. «Puedo usar uno y alquilar el otro, y así puedo darle un futuro seguro a mis hijos».
Ahora estaba ahí, desnudo y atado; más que atado, apresado con tres barras de hierro, similares a las de usadas por los prisioneros de la antigüedad; una barra fijaba su cabeza y muñecas, dejando su torso y la parte superior de su cuerpo inclinada en forma horizontal; el resto del cuerpo era sostenido inmóvil en posición vertical; sus tobillos presos en la barra inferior que abría sus piernas casi a 45° cada una de la vertical, dejando su trasero expuesto totalmente. La tercera barra apresaba su cintura, imposibilitando toda posibilidad de movimiento.
Drew recordaba los artilugios que le mostraron aquel miércoles, no abría mordazas en la escena a filmar, querían escuchar sus gritos de dolor y sus suplicas para que se detuvieran sin ninguna interrupción. Ya tenía colocado aquel cinturón de castidad metálico, que apresaba su pene y lo contenía minúsculo en aquel encierro; mientras sus testículos era estirados fuera de su cuerpo con unos anillos de metal pesados. Ya le dolía y eso que aún no empezaban realmente. Seguramente después de esto, pensaba Drew, quedaría estéril por el resto de sus días, nunca más su simiente podría fecundar a una mujer.
¡ZAS!!!!...
Sintió el primer latigazo en sus nalgas. Él no grito, pero su cara se torció de dolor. Al frente de él estaba Trevor, grabándolo todo, no le iba a dar el gusto a ese desgraciado de verlo suplicar. No le perdonaba que no lo hubiera llamado en dos semanas. No había visto al hombre desde la noche que estuvo en su apartamento y lo folló como una puta barata, ni siquiera un mensaje de texto por el teléfono para dar las gracias. Y a diferencia de las escenas anteriores, donde hubo otros camarógrafos y personal para las luces y el sonido; aquella escena sólo estaban los dos productores, uno que al parecer era el dueño de la empresa; el otro actor y Trevor. Que manía tenían estos tipos de juntarlo con niños imberbes. Iba a protestar por ello; es que no hay hombres de su edad en ese lugar, todos son apenas salidos de la adolescencia???.
¡ZAS!!!! ¡ZAS!!!! ¡ZAS!!!!....
Tres golpes más aterrizaron entre sus nalgas, tres nuevas marcas rojas se dibujaron en su piel. Drew seguía en el papel asignado por el libreto, un narcotraficante detenido por la guardia civil y torturado en una celda para que confesara. El actor atrás, que se había colocado un pantalón y botas, tenía una mascara con la cual ocultaba su rostro, le indicaba que confesara, que dijera todo lo que sabía o no saldría vivo del lugar. Drew mantuvo su boca cerraba ante estos y los nuevos azotes que recibió. Media hora más tarde él podía jurar que su trasero sangraba.
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Camarógrafo - Serie: Étoile Producciones - 02
RandomDentro del mundo de Obligado, viejos amigos, otros nuevos y nuevas historias. *** Se aclara que esta obra contiene contenido para adultos. Hay relaciones sexuales explicitas entre hombres, nada de amor, romances y esas estupideces; queda avisado...