Prólogo

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¿No les ha pasado que por esos casos fortuitos de la vida se encuentran con la persona con la que jamás se quisieron encontrar? ¿Y resulta ser que descubres estar más ligado a esa persona de lo que crees? Bueno, pues eso es lo que encontrarán en esta historia.

Ellos eran 10 chicos que se habían conocido unos cuantos años atrás, sin ser conscientes de sus vidas se ligaban en más de una arista, o en su defecto, en más de una persona. Por cosas del destino y juegos azarosos, su separación fue tremendamente dolorosa, logrando que cinco parejas se separaran, todos regidos por una simple promesa "Te odio, espero no volver a verte en mi vida", promesa que claramente, no se cumpliría.

Ahora presten atención, porque las cosas fueron un tanto enredadas. Todo comenzó cuando Natalia y Juan Pablo Isaza estaban juntos, ellos se amaban enormemente, y pese a ser de diferentes colegios, ellos se las arreglaban para estar juntos, cada beso era especial y era conocido que Natalia estaba con una sonrisa plasmada en los labios cada vez que el chico iba buscarla, pero un rumor apareció y sus corazones no lo pudieron resistir, una simple foto rompió a tal punto los corazones que ya no se volvieron a poder recomponer.

-Me engañaste con David – le reclamaba desesperado el chico.

-Yo nunca hice eso – se defendió Natalia llorando frente a él, de pronto, el aire de la habitación de la chica empezaba a escasear.

-Vi las fotos Natalia, vi cómo te le arrimabas – bramó enojado el chico.

-Así no se puede hablar contigo, solo espero que recuerdes como he sido contigo estos dos años Juan Pablo, recuerda que te amo, mañana hablamos -Natalia básicamente lo sacó de su habitación, más por el hecho de que sabía que no podría hablar con Juan Pablo enojado.

Natalia esperaba que al día siguiente Juan Pablo la esperara más calmado a la salida del taller de música para poder hablar, pero en vez de eso, vio como el chico la estaba esperando al inicio de la jornada, en la puerta principal; era el primer signo de desastre, el segundo fue, la cara compungida del muchacho, esa que solo demostraba rabia.

- ¡ERES UNA ZORRA!

Todo el mundo pareció detenerse al sentir su corazón rompiéndose, mientras todas las miradas se fijaban en ella, fuera de la humillación que sentía en este momento, también sentía el dolor de que el muchacho que amaba no había confiado en ella, sobre todo cuando el quiebre definitivo se había dado por una foto que se había tomado en un contexto inapropiado.

-Desaparece, te odio y no quiero verte nunca más en mi vida – la voz rota de Natalia, quien ni siquiera espero a que el muchacho respondiera, volvió sobre sus pasos y se refugió en su cuarto, donde, por días expió su dolor. Después de tanto sufrir por ese muchacho, decidió ponerse de pie con un peculiar objetivo.

-Seré la zorra que dices que soy Isaza – dictaminó, empezando a alimentar ese odio cada día, hasta que según ella logró su objetivo, convertirse en una perra que no implicaba sus sentimientos ante ninguna persona del sexo opuesto, es por eso por lo que no le costó nada, empezar a salir con David, solo para dar más razones a que Isaza la odiara.

Por otro lado, estaba Martín Vargas, el chico enamorado de Natalia Afanador, la chica más linda de su colegio, su único impedimento para conquistarla era la conciencia de que la chica estaba enamorada, desde hace cerca un año que tenía un novio de otro colegio, así que solamente se conformó con el consuelo de observarla de lejos y desear que la chica fuera feliz. El destino fue más cruel con el chico, a él lo desarmaron con un golpe, uno que lo dejó perdido en unos ojos que desprendían un brillo impresionante, fue así, por azares del destino que Makis fue puesta estratégicamente en la vida de Martín Vargas. Sin que ninguno supiera cómo, fueron el soporte para el dolor que los invadía, de maneras diferentes, pero a la vez tan iguales; Martín enfrentaba el desamor y Makis enfrentaba el rechazo de su padre, quien había desaparecido de su vida el día que confesó tener una atracción por una de sus compañeras, una chica que más adelante cobrará protagonismo. Ahora, lo importante era saber cómo se habían separado, todo se lo atribuimos a un dicho, uno que llegó al año de comenzada su relación, uno que el chico no supo desmentir y que motivó a Makis a revelar secretos que dañarían.

Azares del Destino - (Ventino) (Morat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora