Cuauhtémoc desvío la mirada hacia el suelo, la confusión invadía su cabeza y el resto de su cuerpo entró en trance. Pensó que debió mal interpretar sus palabras ya que Andrés nunca le dió alguna señal de algún tipo de interés o afecto romántico hacía él.
Andrés se secó las lágrimas y se acercó al mural que estaba a su costado. Pasó su mano por cada detalle de este, cada recuerdo estaba plasmado en un simple dibujo, un recuerdo que siempre va a permanecer ahí con él.
Su aura había cambiado, ahora se encontraba más calmado.
— Existe un dicho un tanto curioso — dijo haciendo que Temo regresara su mirada hacia él — "El amor prohibido es la droga más cotizada y peligrosa que existe" — sonrió ligeramente — Y vaya que amo arriesgarme.
Temo sacudió la cabeza para volver en sí.
— Pero Andrés, tú dijiste que no-
— Digo muchas cosas, popó. — dijo serio pero de alguna forma resultaba ser agradable — Y no todas son ciertas.
Temo se encogió de hombros, sí que le sorprendía la situación. Quizás el Temo de hace años le hubieras gustado escuchar eso, pero ahora ... no hacía efecto alguno. Amaba a Aristóteles como nunca antes había amado a alguien, nisiquiera con Mely o con él se había sentido así, si, creaban magia al estar juntos.
— Sé lo que estás pensando, Temo. Y no, no te estoy pidiendo que estés conmigo — vaciló — Sé que aún te falta mucho por aprender del amor.
Andrés caminó hasta estar al lado de Temo y le dijo al oído:
— Y también sé que el destino te puso en mi camino por algo, pero solo eres tú quién decide si quieres acompañarme — avanzó unos pasos más, se detuvo y giró la cabeza en su dirección — ¿Nos vamos? Me muero de hambre.
Temo aún sin saber que decir, solo hizo caso a lo que le dijo y fué tras él.La ciudad se escondía en la vasta penumbra de la noche. En todo el camino no intercambiaron palabra alguna, Andrés solo tenía la mirada prendida al frente, parecía ser que el único que se sentía algo incómodo era Temo.
Al llegar a su destinatario, Temo se detuvo en la puerta porque no se atrevía a entrar. Andrés solo lo miró de reojo y se metió para adentro.
Temo cerró la puerta y se deslizó por la pared del pasillo hasta caer al suelo. Necesitaba desahogarse, necesitaba gritar, necesitaba verlo ...
Tantos sentimientos encontrados volvieron a renacer en ese momento. Se estaba enredando a sí mismo por todo lo que le dijo, así que sacó su celular y decidió llamar a Diego ya que la necesidad de hablar con alguien sobre eso era grande.
— ¿Diego, tienes un momento? — preguntó pasando su mano por debajo de su nariz, sentía que quería volver a llorar, y sabía que él no lo iba a juzgar si lo hacía.
— Yo ... — dijo.
Una sombra se acercó hacía él, su aura era demasiado fuerte, y esto hizo que Temo levantara la mirada.
— ... Siempre tendré tiempo para tí, Temo López.
Su rostro se llenó de felicidad al verlo parado frente a él, se levantó y lo abrazó con fuerza.
No se habían visto desde aquella vez en Oaxaca, ya había pasado demasiado tiempo desde "eso".
Se fijó que habían dos grandes maletas detrás suyo.
— ¿Vienes de viaje con tus padres? — preguntó emocionado. Sin duda también quería verlos a ellos.
— Tus ex's suegros siguen en Toluca — río — Ya que estoy de vacaciones vine para visitarte, así que ¿Qué dices?
Temo miró de reojo hacia atrás, era conciente que ya estando Andrés adentro sería un problema ahora que sabe lo que siente por él, y que Diego entrara también ... sería básicamente juntar a su ganado a su disposición, y era algo que Ari no aceptaría jamás.
— Ándale ¿Aceptas que me quede un tiempo?
— Pues ... — balbuceó, para luego sonreírle — Claro, sabes que siempre eres bienvenido.
No podía negarse, era Diego.
Temo le ayudó a llevar sus maletas a dentro, iban a compartir la misma recámara ya que ya no había otro sitio en el que pudiera dormir. Y pensar que si Aristóteles se enterara de que Diego, si, Diego, iba a dormir junto a su Tahi en la misma cama, terminarían buscando su cadáver en un volcán. Aunque no venía en el trato de ambos, tenía que tolerarlo, y Diego, pues disfrutarlo.Andrés salió de la ducha en toalla para ir a buscar algo de ropa para cambiarse, y le dió un pequeño susto de la impresión al toparse con Diego en medio del pasillo.
— Wow, amigo, me sorprendiste — río nervioso — ¿Qué haces aquí?
— Vine a ver cómo estaban los cosas por aquí, como andaba mi amigo, ya sabes ...
Sus ojos y sus gestos decían: >>Para vigilar de que no le hicieras nada inmoral a Temo, chico bonito<<
— Genial ¿Y dónde te estás hospedando?
— Está muy cerca de aquí — dijo cruzando los brazos — solo es doblando el pasillo de esta sala, si, la avenida "Habitación de Temo"
Andrés solo río ante lo que había dicho su acompañante.
— Entonces será un placer ser compañeros de piso, Diego.
Le extendió la mano, y él hizo lo mismo.
La tensión se sentía en el ambiente, Andrés apretó su mano con fuerza cada vez más, pero Diego ni se inmutó.
— Bien hombre, buscaré algo para ponerme encima — ambos se soltaron — si vas a entrar al baño, solo asegúrate de apresurarte en salir e irte ¿Entendido? — su voz se profundizó al decir esto, pero luego regresó a la normalidad — que necesito cambiarme oh me puedo enfermar.
Andrés siguió su camino en busca de ropa, Diego entró al baño, cerró la puerta con seguro y agarró su mano con sutileza ya que esta estaba roja.
— Ayy, mi manita — susurró adolorido — Ese estúpido ...
Fué hasta el lavadero y se echó agua encima del rostro dándose unas pequeñas palmaditas y, mientras se veía al espejo pensó:
>> ¿Pero qué fué todo eso? ¿Fué algún tipo de advertencia o qué? <<
Se secó el rostro y salió de ahí rápidamente para dirigirse hacia su nueva habitación temporal, sí, solo hasta que Aristóteles regrese y lo eche a patadas.
Ambos se encontraban ahí, Andrés estaba buscando ropa en el armario de la pareja, mientras que Temo estaba de espaldas desempacando sus cosas de Diego, a lo lejos se le podía notar que se encontraba intranquilo. Y no sabría cómo explicarlo, pero el ambiente se sentía como si te estuvieran apuntando con un arma directo a la sien.
Andrés tomó lo necesario y pasó por su lado observándolo disimuladamente hasta salir de la habitación.
— ¿Sucedió algo, Temo?
— ¿Algo ...? No, no ... — balbuceó nervioso. Siguió sacando la ropa de Diego y la colocaba en la cama con torpeza.
— Para ser más específico ¿Sucedió algo con Andrés?
— Nada, Diego, todo sigue igual que siempre.
— Sí, ajá. Temo, te conozco, por algo me llamaste.
Temo se apresuró en cerrar la puerta con seguro y lo jaló hasta una esquina del cuarto.
— Perdón, no quería que nos escuche. Solo que, a ver, no quiero sonar dramático pero-
— Si de por sí ya eres el rey del drama.
— Diego.
— ¿En serio no te hubiera gustado estudiar Artes Dramáticas? — él seguía con esa idea puesto que se había quedado con las ganas de ver a su amigo sobre un escenario.
— ¿Me vas a escuchar? — preguntó algo fastidiado por su falta de atención.
— Sí la hacías eh. Te podría haber ayudado a conseguir papeles que se adhieran contigo.
Temo se levantó de la cama, tomó toda la ropa que estaba ahí y la guardó en un cajón que se encontraba vacío. Y se quedó ahí, apoyado sobre cajón dándole la espalda a todo.
— Yo ya no sé qué hacer, Diego. ¡Nisiquiera sé cómo debería sentirme en este momento!
— ¿Te refieres por lo de Aristóteles o por lo de Andrés?
— Por ambos.
— ¿Entonces sí sucedió lago entre ustedes dos?
Dirigió su mirada hacía él dejando a la vista medio rostro.
— Me confesó que le gusto, y la verdad yo ... No sé cómo explicarlo. Yo mismo me estoy enredando con toda esta situación.
— Temo, no te confundas.
— Creo que lo del tema de Aristóteles no me deja pensar con lógica.
— ¿Quieres oír algo lógico? Bien, te diré algo lógico. Te puedes sentir un poco feliz inconscientemente por dentro ya que un deseo frustrado de hace años recién se a cumplido. Pasa diariamente aunque no nos demos cuenta o le tomemos importancia.
— ¿Entonces le estoy dando demasiadas vueltas?
— Eres Temo, casi siempre exageras, Dramatic King.
Ambos rieron. Se sentía tan afortunado de tener a un mejor amigo cómo él.
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•Nacimos para crear un mundo de colores juntos• (ARISTEMO)
FanfictionAristóteles y Temo al lograr "escapar" a CDMX, se percatan poco a poco que las decisiones de uno afectan el destino del otro. Una noche, un sujeto al intentar atentar contra de la vida de Temo, su misterioso salvador resulta ser un chico que lleva p...