•Nacimos para crear un mundo de colores juntos• (ARISTEMO)

"Mentira"

El golpeteo de la puerta hizo que Temo se despertara de un susto. Se enderezó y se talló los ojos viendo en dirección a la puerta.
- ¿Ya estás listo, popó? - dijo Andrés tocando la puerta del otro lado.
- Si, si, ya sal ... - su voz se cortó.
Se agarró la garganta ya que está le estaba fastidiando. Se había olvidado por completo del hielo que estaba en su abdomen, el cual ya estaba completamente derretido, así que la tiró al suelo.
Genial, se había enfermado.
Se levantó de la cama y se dispuso a cambiarse rápidamente. Encendió su laptop para revisar sus horarios de ese día, pero esta se tardaba demasiado.
Todo se estaba volviendo un fastidio, hasta que una videollamada de Aristóteles cambió el color de su mirada. Pero antes de contestar, recordó que aún tenía los moretones en su rostro, así que cubrió la cámara para que no lo pudiera ver.
Temo al apreciar nuevamente el rostro de Ari luego de tan solo unas horas hacía que se olvidara de todo.
- Hola, Tahi, mi amor - dijo Aristóteles con una sonrisa de oreja a oreja mientras caminaba por unas calles de Oaxaca - No te puedo ver ¿Qué pasó?
- Se me calló la laptop y se estropeó la cámara - dijo en voz baja para que no se escuchara del todo su voz ronca.
- Y yo que quería ver tu bello rostro - dijo triste. Cuauhtémoc se sonrojó al oírlo - ¿Ya te estás alistando para tu primer día?
Temo solo asintió mostrando toda su felicidad, ya que le costaba hablar.
- ¿Todo bien, Tahi?
- Sí, solo estoy un poco enfer- - se detuvo al acto. Lo interrumpió el golpeteo de la puerta que hizo eco en toda la habitación. Temo miró en esa dirección y tragó saliva.
- Heyy, popó. ¿Sigues vivo?
Era Andrés de nuevo. Volvió en el momento más inoportuno.
- ¿Temo, qué fue eso? - preguntó Aristóteles un poco molesto y confundido - ¿Eso fué una voz?
- Mmm, eso fue ... fue ... - balbuceó con la mirada perdida y con los nervios recorriendo su cuerpo.
Era momento para contarle, pero las palabras no le salían por alguna razón. Él era consciente de que no estaba haciendo nada malo porque solo trataba de "ayudar" a un viejo amigo, pero aún así los nervios se lo comían por dentro porque no sabía cómo se lo tomaría Ari si le contaba, conociendo lo celoso que era ... Y lo único que Temo no soportaría en este mundo es que Aristóteles se enojara con él.
- A ver, Temo, escuché claramente una voz - dijo serio con la mirada fija en él - ¿Me vas a decir qué pasa?
Aristóteles emitía un aura amenazante, y no contra Temo, claro que no, si no contra quién estuviera detrás de esa puerta.
- Ah si, sí, lo que pasa es que Papancho le dijo a mi hermana mayor Lupita que viera que siempre estuviéramos chiflando y aplaudiendo - mintió.
- ¿No qué iba a ser mi cuñado mayor el que iba a venir?
>>Cierto, que estúpido<< pensó.
- Es que canceló a última hora, estaba muy ocupado con su trabajo. Además, ella es alguien a quién aprecio demasiado y me hace feliz que esté aquí ya tiempo de no verla.
- Ahh ... - susurró.
- No te pongas celoso, Tahi.
- No estoy celoso, amor.
- Uy, sí, por supuesto.
Ari se agarró los cachetes que estaban rojos.
- ¿Tanto se me nota?
- Tienes escrito en la frente "Celostóteles"
Ambos no pudieron evitar reír ante la situación.
- Entonces cuando regrese espero conocerla. Quiero conocer más de tu familia, Tahi. Quiero saber todo de tí.
Temo abrió los ojos de la sorpresa que le dió al oírlo.
- Bueno, aunque ella no se va a quedar mucho tiempo ahora que ya no estás. Así que dudo que cuando vuelvas ella siga aquí.
- Espero volver antes - dijo sonriendo - Ah, ya se está haciendo tarde. Te deseo lo mejor hoy en tus clases bebé.
- También te deseo lo mejor en tu entrevista, Ari.
- Este galán conquistará la mirada de todos los televidentes.
Temo río ante el comentario de su novio.
- Nos vemos, amor.

Al apagar la laptop, le abrió la puerta a Andrés y con una gran sonrisa le dijo:
- Hola, mi nueva hermana mayor.
- ¿Eh?
Temo lo llevo hacia la sala y se sentó en el sillón.
- ¿Qué fué eso de "hermana mayor"? - preguntó confundido.
- Antes de eso, necesito que me cubras los moretones, por favor.
Andrés se dispuso a hacer lo que Cuauhtémoc le había pedido. Tomó su pequeño kit de maquillaje, sacó lo necesario y sin más empezó.
- ¿Entonces ...? - dijo.
- Mi novio es un tanto ... celoso. Y como tocaste en el momento que estaba hablando con él pues ...
- Lo siento, y te comprendo pero ¿No podías decirle que era tu hermano mayor? Solo era para ponerme una barbita y ya.
- Lo sé, me puse nervioso y por la presión no lo pensé bien y ...
- No hay problema, amigo. Con gusto te puedo ayudar - dijo. Ha Temo le brillaron los ojos por lo feliz que estaba de que fuera tan comprensivo - Sin embargo, necesito que me hagas otro favor.
Él sin pensarlo dos veces aceptó.
- Te dije que podías pedirme cualquier cosa que estuviera a mi alcance.
- Vine a Ciudad de México solo por una razón ... Necesito encontrar a mi hermano.
Temo quedó desconcertado al oírlo.
- Ah, no, no es mi hermano de sangre. Es un chico que conocí en ... - desvío la mirada decaído - El orfanato, ya sabes ...
- Oh ... - susurró. No quería tocar más ese tema para no hacerle recordar lo sucedido - ¿Y tienes alguna idea de en qué sitio podría estar?
- La verdad no. Solo me dijeron que se encontraba aquí ... Ya lleva tiempo que no lo veo, y cuando lo encuentre me iré con él. Solo espero que no me halla olvidado ...
Temo no supo que más responder, así que solo guardó silencio.