Esta vez

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CAPÍTULO 12

P.O.V Alba

Las pulsaciones me iban a mil por hora y no podía para correr evitando chocarme con algo. Os pongo en situación. Ayer mi coche se rompió y lo tuve que llevar al taller. Con esto no tenía casi ningún problema, pero resulta que esta semana hemos cambiado el horario del entrenamiento de tardes a mañanas y se me ha olvidado poner el despertador, por lo cual me he despertado super tarde y ahora mismo me encontraba bajando las escaleras de mi casa a toda velocidad con mi macuto a cuestas.

Por suerte cuando abrí la puerta para salir y avancé unos pasos, un coche se me paró y bajó la ventanilla. Era Cepeda, el entrenador de porteros, que me ofreció a llevarme a entrenamiento en su vehículo.

En ese momento por fin pude respirar tranquila y le di las mil gracias a Cepeda.

Cuando llegamos ya estaban todas dando unas cuantas vueltas al campo. De inmediato me acoplé a ellas y completé el entrenamiento como si no hubiese pasado nada.

Hoy era nuestro último entrenamiento, antes de enfrentarnos esta semana con nuestro mayor rival. El FC Barcelona Femenino. Se notaba en el ambiente que todas estábamos implicadas en entrenamiento para dar lo mejor de sí en el partido.

Nada más de terminar de dar las vueltas al campo y empezar a estirar, Natalia se acercó a mí para preguntarme por qué había llegado tarde, y yo se lo expliqué todo.

Una vez terminado el entrenamiento, ya solo quedaba estar concentradas para el fin de semana.

P.O.V Natalia

Tenía los nervios a flor de piel. Me temblaban las piernas mientras que esperaba en el túnel de vestuarios, antes de salir al campo. Nos jugábamos los tres puntos nada y más y nada menos que con el Barcelona. Yo salía de titular, como venía siendo habitual en los últimos partidos.

Por fin escuché la voz del árbitro para avisarnos de íbamos a salir ya al terreno de juego. Justo antes de empezar a andar, noté que alguien me dejaba varios besos en mi mejilla. Enseguida cambié mi cara de seriedad por una más feliz y relajada.

Alba, que se había posicionado la última, detrás de mí, intentó tranquilizarme un poco.

-Nat, seguro que lo vamos a hacer genial- Dijo con una pequeña sonrisa en la cara.

-No sé yo, seguramente este sea el equipo más fuerte de la liga-

-Al igual si ganamos puedes tener alguna recompensa- Seguidamente me guiñó el ojo.

Me quedé un segundo sin poder reaccionar, pero justo cuando iba a hablar, empezaron los dos equipos a andar.

P.O.V Alba

El partido empezó con la posición a nuestro favor. Estábamos jugando tranquilamente y con nuestro estilo de juego: dando muchos pases e intentando abrir huecos entre las defensas mientras íbamos avanzando en líneas.

A los pocos minutos llegó nuestro primer gol a favor. Julia consiguió sortear a dos rivales y avanzó por la banda. Cuando consiguió colocarse en un buen ángulo para centrar el balón, nos sorprendió a todas dando un pase bajo. Yo que era la que más atenta estaba de la jugada, conseguí anticiparme a la defensa y marqué le gol. Por fin habíamos conseguido abrir la lata.

Nuestro segundo gol también surgió rápidamente, esta vez de Marta, sorprendiendo con un tiro desde fuera del área colocando el balón en la escuadra.

El marcador se mantuvo igual hasta el descanso. Sabía que el dos a cero era el marcador más peligroso que había, ya que nos podíamos confiar y acabarían remontándonos. Por eso intentábamos mantener la concentración mientras escuchábamos las indicaciones de nuestro entrenador.

Afortunadamente, la segunda parte fue bastante similar a la primera. Nosotras teníamos la posesión del balón y marcábamos el ritmo del partido.

El tercer gol fue una obra maestra de Aitana, que consiguió recortar hasta a cinco contrarias y le cedió el balón a Marilia, que solo tuvo que empujar un poco el balón.

A los quince minutos, la defensa central derecha del equipo contrario llegó tarde a un balón dividido de Mimi, con lo que cometió falta y el árbitro pitó penalti. Esta vez me tocaba a mi patear el penalti, pero se me ocurrió una idea mejor y en seguida me acerqué a Natalia.

-Oye Nat-

-¿Qué pasa?-

- Se me ha pasado por la mente que podríamos hacer el penalti de Cruyff, y quiero cobrarlo contigo porque eres con quien tengo más confianza-

-¿Estás segura, Alba?-

-Segurísima, ¿tú lo estás?-

-Vamos-

El árbitro dio el pitido para patear, y yo hice una especie de pase al hueco con el balón. Como era de esperar, nadie se lo esperó, y Natalia, que estaba preparada en el filo del área, corrió hacia el convirtiendo el penalti en gol.

Toda la grada se levantó aplaudiendo y celebramos el gol con todas las demás.

Cuándo me disponía a llegar a nuestra parte del campo, los brazos de Natalia me agarraron y me dio un pequeño pico en la boca, dando así a entender al mundo entero que éramos pareja.

Sin dejar a que yo reaccionara, Natalia corrió hacia su posición con una gran sonrisa en su cara.

Nuestro último gol de Noelia, rematando un balón de un cornet.

En el descuento, en una jugada del equipo rival, Aitana le dio con la mano al balón y desafortunadamente cometió un penalti.

Todas confiábamos en Sabela, la considerábamos la mejor portera del mundo. La jugadora rival intentó ejecutar el penalti ajustándolo a la escuadra, pero Sabela, que hizo una gran estirada, con siguió desviar lo suficiente el balón como para que rebotera en el póster y no entrara en la portería.

Justo cuándo el balón salió por la banda el árbitro pitó el final del partido.

Habíamos goleado a Barcelona con cinco goles a cero. Era increíble.

Mientras le dábamos la mano a las rivales, pude ver cómo una jugadora le guiñaba el ojo a Natalia, Alicia creo que se llamaba. No le di mayor importancia porque, sin esperármelo, Natalia me cogió en brazos y empezó a darme vueltas en el aire.

-Albi lo hemos conseguido- Dijo eufóricamente.

-Ya lo sé, amor-

Por fin llegamos a mi casa. Estábamos agotadas.

En cuanto cerré la puerta, Natalia me acorraló con su cuerpo contra esta.

-Entonces ¿cuál es la recompensa?-

CampeonasWhere stories live. Discover now