Campeonas

Eros

CAPITULO 16

P.O.V NAT

Ya llevamos unas semanas aquí en España. Hemos vuelto a los entrenamientos y todo va normal.

Tengo muchas gans de que llegue este fin de semanas porque nos enfrentamos en liga al Pamplona, mi antigua equipo y el club en el que crecí y me dio a conocer. Sin duda va a ser un partido emotivo.

El miércoles siguiente nos enfrentamos al Atlético de Madrid. Si le ganamos nos quitamos a una de las grandes de la competición.

Acabamos de completar el último entrenamiento de la semana. Ya solo quedaba descansar y mentalizarse para lo que se nos venía encima.

Alba y yo nos fuimos cada una a su piso, ya que ella como yo nos debíamos de ocupar de las ocupación de la casa. Cuando terminé le envié un mensaje a Alba para que viniera a la mía.

Llegó a los diez minutos y abrió la puerta con las llaves que le regalé hace poco y saludó con bastante efusividad a Eros, que no paraba de darle lametadas por todas partes a Alba.

-Oye, que Eros no es el único que vive en esta casa- Intenté poner un tono de molestia para que Alba me prestara atención.

-Nat, ¿cómo te puedes poner celosa de tu propio perro?- se reía mientras se acercaba a mí para abrazarme y llenarme la cara a besos.

-Alba, por ti, cualquiera lo haría-

-Ja, no seas tonta-

Al final acabamos haciendo lo que iba a hacer si no llega a venir Alba, acabamos tumbadas en la cama mientras nos hacía caricias mutuamente.

De repente, un torpedo de color negro saltó a la cama y empezó a hacerse un hueco entre las dos para acabar también tumbado con la cabecita apoyada en Alba, como queriendo decir ''Alba es mía''

-¿Quién dices que es de los dos el celoso?- pregunté en un lado, apartada de la cama.

-Nat, es que él es muy adorable- me contesta mientras le arrasca la barriga.

-Ah ¿ y yo no?-

-Creo que no- Se nota que estaba mintiendo.

Sin que se lo esperara, me abalancé sobre ella y empecé a hacerle muchas cosquillas, produciéndole un ataque de risa y haciendo que Eros se fuera al saló. Objetivo cumplido.

-¿Qué acabas de decir?- pregunté mientras seguía con las cosquillas.

-Nada Nat jajaja, perdóname-

-Admite que soy más adorable que Eros-

-No-

-¿Cómo que no?- seguí haciéndole más cosquillas.

-Nat par. Lo admito. Eres más adorable y te quiero muchísimo más que a Eros-

-Así me gusta- y enseguida paré.

-Pero admite que eres una celosilla-

-Eso ya se verá-

Cuándo nos tranquilizamos del todo, me acordé que quería proponerle algo a Alba, así que no esperé más y se lo dije.

-Albi te tengo que decir una cosa-

-¿Es algo malo?-

-Pues claro que no. Es que, verás. Cómo este finde tenemos que ir a Pamplona a jugar, he pensado que podríamos quedarnos en casa de mis padres unos días y así los conoces-

-Me parece una buenísima idea-

-Pues perfecto, voy a avisarles-