CAPITULO 18
RESUMEN:Natalia Lacunza, gracias a su trabajo y a su corta edad, logra conseguir el premio jugadora revelación con el Pamplona Club de Fútbol, mientras que Alba Reche cosecha ya varios balones de oro, reconociéndose así como una de las mejores jugadoras de fútbol femenino, con el Espanyol.
Este año dicho equipo se propone dar el salto a Europa, y para ello ficha a tres jugadoras claves como son Marta, Marilia y la propia Natalia, la cual decide fichar por su admiración a Alba, las cuales se acaban enamorandose mutuamente.
Poco a poco va avanzando la temporada y el equipo consigue colarse entre los grandes de España.
Alba y Natalia ya han vivido juntas muchos partidos, adoptado un perrete llamado Eros, viajes y algún que otro problemilla... Ejem ejem Miki.El último altibajo al que deben enfrentarse es la reciente lesión de Nat, que se produce en el partido contra su ex equipo. Ellas deciden seguir con sus planes y Natalia se sigue recuperando en la casa de sus padres, en Pamplona.
EMPECEMOS...
POV ALBA
Los planes que teníamos pensados de quedarnos el fin de semana en la casa de los padres de Nat, se han truncado un poco por su lesión. Así que hemos decidido que yo me quedo con ella allí hasta el miércoles, que tendríamos el próximo entrenamiento y Nat se quedaría con sus padres un tiempo hasta que se recupere lo suficiente para que pueda estar ella sola en su piso de Barcelona. O en el mío, quién sabe.
Ahora mismo acabamos de dejar las maletas en la que era la habitación de Natalia antes. Yo acaba de salir de la situación de presentarme a mis suegros y, contra todo pronóstico, ha sido todo bastante agradable y los padres de mi novia son unas fantásticas personas.
Después, entre los tres hemos ayudado a Natalia a bajar del coche y de entrar a casa ya que ella todavía no está acostumbrada a utilizar muletas.
Una vez sentada en el sofá, Nat y yo nos quedamos esperando a que sus padres trajeran la comida que habían preparado.
-Y se suponía que este iba a ser un partido bonito- me dijo Nat claramente afectada por su lesión.
-Nat, las lesiones son bastante frecuentes en deportes de contacto como este, cuanto menos pienses en ello, antes se pasará- intenté tranquilizarla.
-Pero nunca antes me había pasado- hizo un puchero que me pareció bastante adorable.
-Tu carrera todavía es muy joven para que hayas tenido que tratar con muchas lesiónes-
-Claro, como si tú llevarás media vida dedicándote a esto- Punto para Natalia.
Nuestra conversación fue interrumpida por mis suegros que traían una bandeja de pollo asado con patatas recién salida del horno.
- Alba cariño, esperamos que te guste el pollo asado, es nuestra especialidad- me dijeron mientras que dejaban la bandeja encima de una tabla de madera para no estropear la mesa.
-Seguro que está buenísimo- fui interrumpido otra vez por unos ruidos de unos arañazos en la cristalera que daba a al patio de la casa.
-¡Afrodita! Madre mía, ya casi me había olvidado de ella- gritó Nat de repente al visualizar a la gata de sus padres, y antigua mascota, mirándonos fijamente a través del cristal que separaba el patio del salón.
Cuando su padre abrió aquella cristalera, pude ver a una gata negra, con los ojos grises super claros, elegante, que se acercaba a Nat con un paso digno de una modelo de pasarela.
-Esta presiocidad de gata la adoptamos tres años antes de que yo fichara por el Espanyol y me tuviera que mudar- me explicó mientras acariciaba a su antigua compañera de casa. (Creo que Nat tiene predilección por las animales con el pelaje negro) Dicha mascota me miraba intensamente con sus increíbles ojos grises.
-Afrodita, esta es mi novia Alba, te tienes que llevar muy muy bien con ella- le hablaba cariñosamente a la gata.
La susodicha se acercó lentamente a mí e intenté acariciarla, está emitió un maullido de agrado y se acomodó encima de mi cuerpo para que yo siguiera acariciándola.
-Bueno, tan bien no hace falta que te lleves- dijo Nat un tanto celosa mientras cogía a la gata, contra su propia voluntad, y la bajaba del sofá.
-Veo que le has caído muy bien, pero bueno, vamos a empezar a comer que se enfría- dijo la madre de Natalia, ansiosa porque empezará a comer del plato y le mostrará mi positiva opinión sobre su cocina.
Después de comer, ayudé a Nat a subir las escaleras que daban a su cuarto para descansar de aquel duro partido.
-Estaba deseando de tumbarme y estar un rato a solas contigo, Albi- Dijo Mar mientras nos acomodamos las dos juntas.
-La verdad es que llevamos un día bastante intenso- dije antes de darle un beso en la mejilla.
Estaba apunto de dormirme con la cabeza apoyada en el cuerpo de Nat hasta que escuche que dijo:
-¿Me estas vacilando?- parecía bastante sorprendida mientras miraba su móvil.
-¿Qué pasa, amor?- pregunté intrigada por saber lo que veía en la pantalla.
-Adivina quién se está interesando por mi lesión- me mostró porfín un mensaje directo de insta.
-¿Miki? Está claro que se quiere aprovechar de la situación- le reproché un tanto molesta.
-Yo pienso lo mismo. Pero tranquila que por ahora no le voy a contestar porque vamos a echarnos una siesta juntas- concluyó mientras dejaba el móvil en la mesita de noche que tenía al lado de la cama.
Una vez acomodadas, nos dormimos algunas horas para recuperarnos de la increíble mañana que llevábamos.
YOU ARE READING
Campeonas
RandomAlba ha conseguido ser balón de oro femenino dos años consecutivos. Natalia consigue ser la jugadora revelación y ficha por el equipo donde se encuentra Alba. Juntas forjarán una gran amistad y afrontarán mucísimos retos