Campeonas

Leave me alone

CAPITULO 2

P.O.V Natalia

En cuanto aparqué el coche en el aparcamiento y apagué el motor, mis nervios empezaron a aparecer hasta que otro coche aparcó cerca del mío. Se bajaron dos chicas, una tenía el pelo rizado y un tanto rubio, su cara parecía recién sacada de photoshop y era un poco más baja que su acompañante, esta tenía el pelo negro y liso y transmitía bastante buen rollo. Enseguida se dieron cuenta de mi presencia y fueron acercando a mí con una gran sonrisa.

-Hola somos Marilia- dijo señalando a la chica más bajita. –y Marta- esta vez se señaló a ella misma. –Tú debes de ser Natalia si no me equivoco-

-Cierto. Seguramente vosotras sois los nuevos fichajes del equipo, ¿no?- respondí un tanto asombrada con la facilidad que tenía esta chica para conversar con desconocidos.

- Sí. Además hoy nos tienen que presentar a todo el equipo. Estoy super nerviosa- -ya somos yo- le dije con una gran sonrisa. –Pues vamos-

-Bueno, como te iba contando- continuó Marta dirigiéndose a Marilia. Empezó a contarle lo que creo que es un sueño que tubo esta noche. La verdad es que resultó bastante gracioso y acabando entrando por la puerta del campo de entrenamiento entre carcajadas.

Cuando nos dimos cuenta, nos encontramos junto enfrente con el entrenador y con una de las jugadoras del equipo. Reconocí al primer instante quien era, y era ni más ni menos que Alba Reche, la principal causa por la que decidí fichar por este equipo. Enseguida, los nervios que se esfumaron gracias a mis dos nuevas compañeras volvieron a aparecer en cuanto la vi. Me quedé absorta en mis pensamientos hasta que la voz de mi nuevo entrenador me llamó.

-Natalia, Marta y Marilia, esta es Alba Reche y será una de vuestras nuevas compañeras. Ella se encargará de enseñaros todas las instalaciones y de presentaros al equipo-

El entrenador se fue con el resto del equipo y nos quedamos solas las cuatro.

P.O.V Alba

En cuanto las tres aparecieron por la puerta, enseguida Raoul y yo fuimos junto a ella. Creo que me suenan de haber jugado contra ellas, especialmente la más alta de todas. Si no recuerdo mal, fue la jugadora revelación la temporada pasada y en cuanto la vi me llamó bastante la atención.

Cuándo el entrenador nos presentó, se fue junto a las demás chicas dejándonos a nosotras solas. Decidí hablarles por primera vez en todo lo que llevábamos de rato.

-Entonces sois Marta, Marilia y Natalia. Bien. Seguidme que os voy a enseñar las instalaciones de este sitio- Enseguida me hicieron caso y me siguieron, mientras me iban contando cosas sobre su vida: de donde eran, cuántos años tenían...

Me sorprendió bastante porque las tres resultaron ser jovencísimas, pero sin duda, la que más me sorprendió fue Natalia. Tenía solamente 19 años pero su imagen era de una persona bastante adulta, aunque no fue solo eso lo que hacía que no pudiera quitarle la vista de encima, tenía una especie de magnetismo que hacía no poder evitar mirarla.

Por último de todo les enseñé el gimnasio y después fuimos a los vestuarios para que se pudieran cambiar de ropa para comenzar a entrenar. Cuándo salimos de allí decidí hablarle a Natalia para conocerla un poco más.

-Hey Natalia ¿verdad?- Pregunté acercándome a ella –Sí- Respondió. Podía notar que estaba un tanto nerviosa, es normal el primer día de entrenamiento en un equipo como este. Lo que no entendía era por qué me estaba poniendo nerviosa ahora que me había acercado a ella.

-Te noto un poco nerviosa, aunque si yo fuera tú no podría ni correr correctamente- le dije para intentar que se tranquilizara. –Es que hoy es el primer día y...- -Tú no te preocupes por eso, seguro que todas te acogerán muy bien- continué yo. –Eso espero-Me respondió cuando ya llegamos al centro del campo de entrenamiento.

Lo primero que hicimos fue reunirnos todos en un corro para presentar, esta vez al resto del equipo, a los nuevos fichajes. A continuación nos pusimos a dar unas cuantas vueltas al campo y después estuvimos haciendo ejercicios de calentamiento y estirando.

Al ser el primer día, el entrenador nos no metió mucha caña, así que nos mandó a hacer parejas de dos para tocar el balón por libre.

Vi que Marta se puso junto a Marilia para hacer el ejercicio, por tanto Natalia, al no conocer a nadie, no tendría pareja. Decidí ofrecerme para hacerlo junto a ella para que no se sintiera tan sola y, la verdad, porque no podía dejar de mirarla.