Niall y Zayn fueron obligados a fumar una droga que los dejaría inconscientes por unos minutos, era la única forma de que "cierren el hocico" según los cómplices que resultaron ser todos unos traidores.
Al llegar a casa de Christian, los dos jóvenes fueron llevados a la oficina principal del secuestrador; el primero en despertar fue Zayn, abrió los ojos y se encontró con su novio, inconsciente en el suelo... Y también se ganó escuchando las palabras de Christian.
- Zayn Javadd Malik... Vaya, vaya, vaya... ¿Quién lo diría? - Preguntó el secuestrador
El moreno se levantó del suelo y agarró de la camisa al que por un tiempo fue su compinche.
- Lastima a Niall y te mataré - Amenazó Zayn
- ¿Qué? ¿Acaso quieres ganarte otro delito? Cuando la policía te encuentre, te declararán culpable y te pudrirás en la cárcel - Contestó Christian
- ¡Cállate! - Dijo Zayn sacudiendo el cuerpo de Christian
- Es la verdad, querido Malik, tú mismo te ganaste esto, ya no tienes salida
- Solo deja a Niall en paz...
- Eso nunca, ahora... Será lo mejor para ti que me bajes, sino te ganarás muchos problemas
- No me interesa
- Entonces, se los ganará tu novio
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Louis se desesperó inmediatamente cuando vio a su novio desmayarse mientras veía el video, reaccionó y cargó a su novio y se lo llevó lo más rápido posible a su habitación para acostarlo en la cama.
- ¡Harry, Harry despierta por favor, despierta!
El mayor agarró uno de los periódicos que se encontraba en su mesa de noche y empezó a darle aire para que pueda reaccionar más rápido, pero nada funcionaba.
Tomó su teléfono y llamó a Liam...
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El ojimiel seguía sintiéndose mal, tenía la mano en su pecho... Su respiración estaba un poco agitada, como si hubiese corrido 100 kilómetros en una maratón. Algunas personas comenzaron a preocuparse, pero ninguna se tomó la molestia de preguntarle que le sucedía. El castaño escuchó su canción favorita en sus pantalones, era su celular. Lo sacó y vio que la llamada entrante era de Louis, contestó sin pensarlo dos veces.
- ¿Louis? - Preguntó Liam
- ¡Liam, ven rápido por favor! - Exclamaba el ojiazul al teléfono
- ¡¿Pasó algo?!
- ¡Harry pasa, Liam!
- ¡¿Qué le pasó?!
- ¡Está desmayado y no reacciona Liam, ven rápido por favor!
El ojimiel dejó su carrito de compras en medio de los pasillos y comenzó a correr hacia la salida, colgó la llamada y se dirigió al estacionamiento, donde estaba su coche. El supermercado se encontraba a tan solo cinco minutos del departamento de su amigo, y una vez que había llegado, lo estacionó y subió lo más pronto posible al lugar donde estaban sus amigos.
- ¡Louis, ya llegué! - Gritó Liam
- ¡En mi habitación, Liam! - Gritó Louis
El ojimiel, antes de ingresar a la habitación de Louis; agarró un poco de algodón, para remojarlo en alcohol. Fue a la habitación de su amigo y vio al menor acostado en la cama, inconsciente; le colocó ese poquito de alcohol en la nariz, y así podría reaccionar el ojiverde.
