Trece.

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Taehyung y Jimin volvieron a pasar tiempo juntos luego de aquel día.

Jimin se arrepintió mucho tiempo de haberlo dejado sin explicación alguna cuando el niño era un amor completamente.

El menor había vuelto a terapia para ver de qué modo le había afectado el contacto con el de cabello castaño, y estaba progresando poco a poco.

Aún llevaba consigo aquella fobia, pero estaba aprendiendo a controlarse.

Y con los cuidados de Jimin, estaban seguros de que aquel miedo poco a poco dejaría su cuerpo.

El mayor ahora había teñido su cabello de rosa, y según sus amigos, se veía más guapo. Taehyung también lo creía, pero no se lo diría porque le daba mucha vergüenza.

El psicólogo de Taehyung creyó que lo mejor era que se ausentara en la escuela por las siguientes dos semanas, el pequeño no tuvo mucho problema porque tenía buenas calificaciones. Así que, cada día, Jimin iba a verlo después de salir del colegio.

Le llevaba galletas de chocolate y jugaban vídeo juegos.

Eran mejores amigos nuevamente.

Pero a Jimin le seguía incomodando aquello que crecía cada día más como cuando le pones agua a una plantita. Era una flor que se abría paso por su interior, que gritaba que nunca más quería ver otra sonrisa que no fuera la de Taehyung.

Y se sentía mal por ello, porque creía estar traicionando las intenciones inocentes del menor.

Porque Taehyung no sentía lo mismo. O eso creía. Era muy pequeño para notar algo así, aunque Jimin sólo tuviera dos años más que él.

🌼🌼🌼

Taehyung estaba feliz de volver a asistir a clases. Excepto por matemáticas.

A pesar de que le iba muy bien, siempre se ponía nervioso cuando le tocaba salir a la pizarra a resolver un ejercicio.

Sobre todo con el profesor que tenía.

Jimin lo acompañó hasta la puerta de su salón. Y hasta ese momento, Taehyung estuvo feliz. Pero no esperaba que su profesor decidiera que como había faltado tanto a sus clases, él sería el primero en pasar adelante.

Lo malo era que Taehyung no entendía nada de lo que estaban haciendo. El ejercicio estaba allí, era álgebra simple, pero para Taehyung estaba siendo todo un reto leerlo.

Su profesor le gritó muchas veces, porque según él, esto debería ser algo aprendido. Y Taehyung se sintió diminuto.

-¿Quién quiere hacer este ejercicio? Al parecer este niño no sabe nada.

Taehyung fue a su asiento muy desanimado.

Jungkook le hizo dibujos para que riera, pero no lo consiguió.

Taehyung sólo quería ver a su Hyung. 

Se le hizo una eternidad hasta que su clase acabó y por fin, pudo ver a Jimin a la salida.

El menor no pudo aguantar las lagrimitas que llenaron sus ojos cuando recordó lo mal que lo había tratado aquel hombre de los números.

Era la primera vez que se sentía así y sin pensarlo dos veces, corrió hasta donde estaba el mayor y se lanzó a sus brazos, queriendo experimentar otra vez el calor de aquel día. 

Jimin se sorprendió, pero le hizo cariños hasta que el menor pudo calmarse del todo.

Los nervios llenaron su cuerpo en un instante, pero logró pensar que con Jimin estaba seguro.

Lo que más le gustaba a Taehyung, era que con el mayor, ya no sentía miedo.

¡Gracias por leer!💜

A Pasitos De Pingüino «KTH+PJM» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora