Catorce.

1.9K 310 105
                                    

Taehyung seguía siendo lejano a los demás, pero había aprendido a acercarse a Jimin.

Y Jimin, había aprendido muchos gestos de Taehyung. Lo conocía muy bien.

Cuándo Taehyung se enojaba, su rostro estaba completamente serio.

Cuando comía, sus labios formaban pucheros.

Cuando comía, sus labios formaban pucheros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y sobre todo,  amaba su sonrisa. Era el gesto más sincero que había visto en el menor. Cuando estaba feliz, irradiaba luz por todos sus poros.

 Cuando estaba feliz, irradiaba luz por todos sus poros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Taehyung era un Sol.

Pero un Sol de invierno.

Porque estaba ahí brillando, pero aún no podía entregar su calor y luz a todo el mundo.

Era un Sol para pingüinos.

Jimin notó con el tiempo, que Taehyung ya lo había pasado en estatura. Y eso que él era el mayor. Ahora al pequeño de cabellos oscuros le gustaba molestar a Jimin por lo bajito que era.

Pero el mayor no le diría nada, porque amaba que Taehyung estuviera feliz.

Las tardes juntos le alegraban el alma, y agradecía la idea de su madre de que ambos fueran amigos desde pequeños.

Pero había algo que Jimin no había visto hasta un día. Algo que había pasado desapercibido ante su intelecto por todos aquellos años.

Ese algo, era que Taehyung le tenía miedo a una persona en específico.

Y cuando Jimin lo descubrió, supo de inmediato que desde ahí venía su trauma.

Dicen que los padres siempre quieren lo mejor para nosotros ¿Pero qué pasa cuando uno de ellos no ha confesado la verdad?

Jimin estaba seguro de que si hubiera tenido la oportunidad, Taehyung no habría elegido a aquel hombre.

El padre de Taehyung, o mejor dicho su padrastro, era el culpable de que las consecuencias de sus actos se siguieran notando en su hogar. Que siguieran afectando al hijo de su esposa.

Taehyung no era culpable de nada, el pequeño era demasiado joven como para saber que estaba mal guardar un secreto como el que tenía. Pero había sido amenazado desde el primer momento.

Taehyung era un niño, no podía saber que tan mal estaba lo que le había ocurrido al menos en ese entonces. Ahora si sabía que había perdido su inocencia con la corta edad de 4 años.

Jimin notó que el menor se ponía nervioso cuando su padre llegaba a casa, pero aquel hombre parecía haber olvidado todo rastro de culpa.

El mayor sintió la necesidad de que Taehyung le dijera la verdad, y lo molestó tanto que terminó escuchando lo que preferiría no haber sabido nunca de los labios del pelinegro.

No podía imaginar cómo había sufrido Taehyung todo ese tiempo. Que su miedo a ser tocado por las personas se originara por los toques de aquel hombre mayor en su frágil cuerpo de niño.

Le daba asco.

Estaba seguro de que jamás volvería a dirigirle la palabra de buena manera, y de igual forma trataría de alejarlo de Taehyung a como diera lugar.

Quería mucho a Taehyung y por ello no dejaría que nunca más nadie le hiciera daño.

Taehyung se merecía mucho más que lo que estaba viviendo.

¡Gracias por leer!💜

A Pasitos De Pingüino «KTH+PJM» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora