Veinte.

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*La Crisis de pánico es un trastorno que puede desembocar en un deterioro importante en la vida cotidiana de la persona, llegando en ocasiones a paralizar a la persona. Con esto nos podemos encontrar inmersos en nuestras actividades normales y comenzar a sentir mareos, sudoración, nauseas, temblores, miedo o desmayo.


Taehyung seguía llorando y Jimin no pudo hacer otra cosa que llamar a emergencias.

Luego, se llevó al menor dentro del edificio y les pidió a los porteros que le prohibieran la entrada al hombre de la vereda del frente.

Sentó a Taehyung en una silla y se colocó frente a él para mirarlo.

-Vamos, Taehyungie. Has esto por mí, inhala y exhala ¿Recuerdas? En pequeños pasitos.

-C-como...Pin-pingüin-os. . .

Su respiración seguía demasiado agitada, hasta que perdió la conciencia y cayó en peso muerto sobre Jimin. El mayor se espantó, desesperado comenzó a pedir ayuda.

Taehyung se había desmayado por los fuertes mareos que había experimentado.

Jimin lo acompañó todo el tiempo, luego de avisarle a su madre.

Fue con él en la ambulancia, estuvo allí cuando lo revisaron y ahora se encontraba sentado a uno de los lados de la camilla del menor.

Otra vez con un respirador en su rostro.

Sus ojos cerrados y su cabello negro que caía sobre sus ojos.

Jimin no acostumbraba a llorar, jamás lo hacía.

Pero ahora, tomó la mano de Taehyung y la acercó a su rostro para darle un pequeño beso. Las lágrimas cayeron por sus mejillas, no había podido proteger bien a su pequeño.

-Lo siento, Taehyungie. De verdad, lo siento.

La madre de Taehyung llegó rato después, encontrándose al adolescente con la cabeza apoyada sobre la esquina de la camilla y con la mano de Taehyung entrelazada con la suya.

Acarició el cabello de su hijo y dio palmaditas en la espalda de Jimin.

Taehyung era afortunado por tener a alguien como Jimin en su vida.

💎💎💎

Jimin no pudo quedarse toda la noche con Taehyung, porque la madre del chico le dijo que fuera a descansar a casa y volviera a la mañana siguiente.

El castaño así lo hizo, pero en cuanto llegó a su hogar, fue hasta el cuarto de su madre y se quedó con ella toda la noche porque en verdad necesitaba sus palabras de ánimo.

Cuando amaneció, tomó sus cosas luego de una ducha rápida y fue al hospital otra vez.

Iba llegando la habitación del pequeño, algo desganado, hasta que escuchó una risa contagiosa al otro lado de la puerta.

La risa de Taehyung.

Taehyung estaba bien.

Corrió adentro y vio la sonrisa del menor en cuanto él notó su presencia. Fue hasta Taehyung con rapidez y lo abrazó, seguido besó sus labios y casi llora de felicidad.

No advirtió que la madre de Taehyung estaba en la habitación también. La señora miraba la escena con clara sorpresa pero no con desagrado.

-Jimin-Hyung...- Taehyung le hizo reaccionar y apuntó al lugar donde se encontraba la mujer.

-L-lo siento, señora Kim.

-Oh, ¿Así que ustedes...?

-Umh, sí.- El menor estaba más que sonrojado por la manera en que habían sucedido los hechos. La madre de Taehyung rió.

-Ok, hablaremos de esto luego. Los dejaré para que hablen tranquilos.

La palabra "hablen" la dijo haciendo comillas con sus manos. Jimin sonrió, sintiendo calor en sus mejillas, debía estar igual que Taehyung.

-¿Cómo te sientes? ¿Estás mejor?

-Sip, ya no tengo que estar aquí. El doctor dijo que puedo irme en una hora, después del chequeo.

-Eso es bueno, no me gusta verte aquí. Debí acompañarte...

-No te preocupes, Hyung. No puedes estar conmigo todo el tiempo, tengo que aprender a llevar las cosas.

-Lo sé, pero me habría gustado cuidarte más.

-Está bien, ya estoy mejor y podemos ir juntos a mi próxima clase.

-¿En serio?- Taehyung notó la emoción en la voz de Jimin. El mayor nunca lo había visto bailar.

A Pasitos De Pingüino «KTH+PJM» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora