Veintitrés.

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No era novedad para nadie el hecho de que Taehyung y Jimin estuvieran saliendo.

Y menos para los amigos del mayor.

Todos conocían a Taehyung desde pequeño, desde ese día que había llegado temeroso a la escuela.

Pensaban que Jimin era una buena persona porque estaba ayudando a Taehyung a salir de su problema a toda costa.

Taehyung se veía mucho más feliz que antes.

Pero había una persona que no estaba del todo contenta con el resultado de las cosas, y ese alguien era Namjoon.

Un día, Taehyung quiso ir a ensayar a la Academia aunque no tuviera clases ese día y Jimin lo acompañó para que no se sintiera sólo en la gigantesca sala de ensayo.

Mientras el pelinegro bailaba a lo largo del piso, Jimin lo miraba de manera diferente y no podía apartar sus ojos de él. Y es que Taehyung cambiaba totalmente cuando bailaba, por unos minutos dejaba de ser el pingüinito tímido.

Namjoon presenció esto, porque casualmente había tenido la misma idea que el menor, y al sentir una extraña presión en el pecho, se vio obligado a aceptar que siempre había visto a Jimin como algo más.

Pero eso ya no podía ser, porque Jimin sólo tenía ojos para Taehyung y así sería siempre.

Namjoon, se retiró con la intención de olvidar aquello, pero la presión en su pecho nunca se iba.

💎💎💎

Hubo un día en el que Taehyung debía irse sólo a casa, pero era muy tarde y el tren de la estación estaba lleno de personas apuradas por irse a casa.

A Taehyung le daba demasiado miedo subirse a un vagón.

Podrían aplastarlo porque tampoco era muy alto.

O podría darle una crisis de pánico.

Se quedó sentado en la estación viendo los trenes pasar, sin saber qué hacer. Jimin tampoco contestaba el móvil.

Pero, de pronto, una persona se acercó a él.

Namjoon le sonrió y Taehyung se puso de pie alegre, como si hubiera llegado la salvación de su vida.

El rubio se ofreció para llevarlo caminando hasta su casa, realmente no tenía planes y no sería ninguna molestia. Así que ambos chicos caminaron de la mano, por la calle oscura.

Taehyung le contaba cosas y se reía, Namjoon pensó que era un joven con un corazón demasiado puro. Taehyung era como una estrellita, el rubio lo miraba y creía que a pesar de ser frágil, era inevitable que brillara en todas direcciones con su sola presencia.

Llegaron a casa y antes de que Taehyung entrara, Namjoon le preguntó si podía darle un abrazo.

Taehyung asintió.

-Eres una persona muy especial, Taehyung. Cuida mucho de Jimin y que él cuide mucho de ti. Nos veremos en otra oportunidad.

Ese día, Namjoon se fue con una sonrisa en los labios. En el fondo, se alegraba de que Jimin y Taehyung se hubieran encontrado y les deseaba lo mejor.

Namjoon, decidió irse en el primer vuelo de avión que saliera a la mañana siguiente.

💎💎💎

-¡Namjoonnie-Hyung!

Taehyung hizo un mohín con sus labios mientras se encontraba frente al hogar de Namjoon, quería sorprenderlo para ir juntos a ensayo.

Pero llevaba más de media hora allí y nadie abría.

Se acercó más y notó un sobrecito metido en la rendija de la puerta.

El papelito con diseños de pingüinos decía: para Taehyung y Jimin.

Taehyung no pudo evitar sentirse muy mal cuando leyó el contenido de la carta. Namjoon se había ido, aunque había dejado su número de teléfono y nueva dirección por alguna emergencia.

El pelinegro llamó a Jimin y sus lágrimas cayeron en cuanto el mayor contestó el teléfono.

Ese día, Taehyung sintió que le había causado un dolor muy grande a Namjoon. Por eso, sin que Jimin lo supiera, le entregó la dirección de Namjoon a Jungkook, porque sabía que él lo quería mucho.

En la carta no decía el motivo por el que se había ido, pero Taehyung en el fondo lo sabía. Y a pesar de la penita en su corazón, no le gustaba la idea de imaginar que hubiese pasado si Jimin hubiera gustado de Namjoon.

Cuando volvía a casa, Jimin fue a buscarlo a la estación de trenes.

El alto se inclinó y tomó las mejillas frías de Jimin, le dio un besito en los labios.

-Hyung, no me abandones nunca. Por favor.

A Pasitos De Pingüino «KTH+PJM» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora