CAPÍTULO #20

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Alyson.

-Disculpe, tenemos una cita con el psicólogo Marco West.-dice Samantha amablemente a la secretaria.

-Por supuesto, suban a la planta 8, es el consultorio número 569.-

Samantha agradece y se va a buscar el lugar.

Llegamos a unas puertas muy extrañas. Aprieta un botón y de la parte de arriba de las puertas sale una flecha hacia abajo y empieza a marcar los números 5,4,3,2,1.. y las puertas se abren y salen de ellas una anciana con un señor que la viene sosteniendo del brazo.

Samantha entra dentro de esa caja gigante y yo hecho un vistazo desde afuera, me da miedo entrar, por que me recuerda cuando me escondía bajo mi cama para que mi papa no me encontrara mientras estaba drogado, me recordaba a la vez que me tuve que meter a un basurero para que los sucios pandilleros no me hicieran daño, empiezo a temblar.

-¿Qué pasa Alyson?, estas pálida.-

Trago saliva.

Y no puedo mencionar ni una palabra, los recuerdos empiezan a llegar sin permiso, esos recuerdos que tanto eh querido borrar de mi mente.

Estoy a punto de decir que me da miedo subir pero recuerdo que no puedo hacerme la vulnerable frente a ella, frente a nadie.

Me subo, es muy pequeño, como abajo de mi cama, ¡No Alyson, cálmate!, es muy pequeño, como el basurero, ¡Alyson! Es muy pequeño como..

Empieza a subir esta caja, me detengo fuerte de un tubo que estaba ahí.

-¡Se va a caer!-grito y me arrepiento de ello.

-Tranquila nena, no va a pasar nada malo, es un elevador, sirve como escaleras ¡pero sin ningún esfuerzo!-me sonríe, se acerca a mi y me acaricia el pelo.

Me sorprendo, ¿por qué hace esto? ¿Es su táctica? Ser linda conmigo para después romperme en mil pedacitos.

No se, pero por un momento mi corazón grita "¡Deja que te consienta, que te de amor!" Pero mi mente dice "¡No seas idiota!"

Y como siempre, le haré caso a mi mente.

Doy un paso para alado y mantengo la vista en otro lado que no sea ella.

Se abren las puertas y salimos.

Y llegamos al consultorio "569".

El trato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora