Nervous Shakedown

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—Papá ¿no crees que eso fue demasiado extraño?— Inquirió Tracy tras lo sucedido mientras Nick un poco asustado buscaba refugio en los brazos de Elisa.

Aún con un poco de sudor en su frente, difícil de saber si fue por el accidente o el calor que hacía en ese momento Arthur solo miró por el retrovisor a su hija. —Bueno hija es una nueva ciudad con costumbres que no conocemos, es normal que situaciones que nos pasaban en Nueva York sean diferentes aqui, las leyes en cada ciudad son distintas— Afirmó está vez poniendo mayor atención en el camino y evitar otro accidente.

—Lo dices como si viajaramos de un país a otro, es Kovareicht no Islandia— decía con un tono burlón, Arthur estaba por contestar al comentario de Tracy cuando a su costado una limusina Cadillac Fleetwood Brougham color negro pasaba custodiada por dos motociclistas quienes vestían totalmente en negro , uno a cada costado le hacían paso al vehículo haciendo que Arthur tuviese que moverse un poco del carril.

—¿¡Acaso esos tipos se creen dueños de la calle?!— Expresó molesta Elisa cuando tuvieron que hacerse a un lado de manera súbita ante el paso del vehículo de lujo que en un extremo llevaba una bandera estilo diplomática con la imagen de una S abrazada en el inferior por una S de menor tamaño.

—Dónde está un oficial de tránsito cuando lo necesitas eh— Bromeó Arthur tratando de hacer menos caótica su llegada a Kovareicht de lo que hubiese imaginado, por un momento vió la bandera del vehículo resultandole familiar, <<Es el símbolo de la principal farmacéutica de industrias Kovalainen, tal vez eso quiere decir que alguien de alto nivel de la compañía va ahí, que manera tan particular de viajar con esa escolta motorizada>>
Estaban ya cerca de su destino y era mejor llegar de la manera más relajada a su nuevo hogar así que Arthur no quiso preocuparse más al respecto, el vehículo misterioso se perdió de vista rápidamente.

Les basto unos momentos llegar a un vecindario pletórico, una serie de viviendas una tras otra, viviendas de de dos pisos con ático y su respectivo garage, jardines verdes con un respectivo pasillo con tabiques de piedra para hacer notar el camino a la entrada principal de la casa.

—Es hermoso Arthur, ¿Cuál es la nuestra?— Miraba emocionada Elisa por la ventana, una vida acostumbrada a la jungla de asfalto llamada Nueva York, donde lo más cercano a un jardín en su anterior vivienda era el florero que colocaba junto a la ventana que se marchitaba después de la ola de calor de cada verano.

—Mira mami ahí podré jugar con todos mis carritos— señalaba Nick con su dedo índice emocionado cada jardín mientras Elisa le sonreía acariciándole el cabello complacida de verlo feliz después de un viaje en el que tímidamente permaneció en silencio.

Tracy no decía nada, más sin embargo se sentía aliviada de lo que a simple vista tendría una habitación más amplia que la que tenía en el departamento en el que vivían en la Gran Manzana.

Arthur siguiendo las indicaciones que recibió previamente al fin encontraba la que sería su nueva morada, ahí justo frente a la nueva vivienda, un vehículo estaba estacionado, y al pie de la puerta principal, un hombre de baja estatura calvo con traje a la medida y anteojos redondos y pequeños miraba su reloj y al divisar a Arthur alzó su mano en señal de saludo con una simpática sonrisa.

Arthur apenas se estacionaba cuando el hombre caminó hacia el sonriente.
—Señor Davenport, bienvenidos a Kovareicht mi nombre es Calvin Harris y en nombre de la compañía Scorpion Science le hago entrega de las llaves de su casa— Pequeño discurso que se notaba que había estado practicando el carismático empleado acompañado de la entrega de las llaves a Arthur quien con una sonrisa y un apretón de manos consumó la adquisición de la vivienda.

—Mañana llegarán el resto de sus pertenencias y equipaje restante, le ofrezco una disculpa al respecto, nunca se puede confiar plenamente en el servicio de mudanzas— mencionaba de una forma culpable esperando que a Arthur no le molestase.

—Descuide yo debería pedirle disculpas por hacerlo esperar aquí mayor tiempo del que habíamos acordado, le agradezco a usted y la compañía las atenciones, a propósito cuando me dijeron que vendría a industrias Kovalainen no pensé que fuera a Scorpion Science— decía Arthur jugando con las llaves en sus manos ansioso por usarlas y entrar a su nueva casa.

—Bueno, una agradable sorpresa, ¿No lo cree?— Dijo con orgullo al pertenecer a la misma compañía.

Tras despedirse del sr. Harris finalmente Arthur y su familia pudieron ingresar a la vivienda ya amueblada como se les había prometido, sus hijos rápidamente compitieron por la habitación que les parecía mejor que la otra mientras Elisa desempacaba los platos para la cena.

—Los chicos están felices pero yo lo estoy por ti— decía Elisa mientras posaba sus manos en el hombro de Arthur quien le correspondía besándole en los labios para después tomarle la mano y ayudarle a desempacar las cosas.

Rápidamente llegó la noche para la familia Davenport al fin después de un largo viaje se sentaban alrededor de la mesa para poder degustar su primer alimento en lo que sería su nueva casa en la ciudad de Kovareicht.

Tras hacer una pequeña oración agradeciendo los alimentos, Arthur tomó la palabra para dirigirse a su familia.
—Les agradezco a todos que me hayan apoyado para tomar este viaje conmigo, espero que a pesar de que dejamos muchas cosas en Nueva York encontremos aquí muchas y mejores cosas para ustedes y para mí— decía mientras todos estaban tomados de la mano y le asentían de forma condescendiente.

En algun momento sin previo aviso se avistaron fuegos artificiales en la ventana que daba hacia la calle, Arthur apenas iba a decir que la situación era exactamente al anuncio que vieron al entrar a la ciudad pero nadie lo escucharía pues todos ya estaban al pie de la ventana mirando sonrientes hacia el cielo, no tuvo más remedio que unirseles y posar sus brazos alrededor de ellos y mirar el cielo.

Todos estaban distraidos en el espectáculo artificial que no se percataron que un motociclista del mismo grupo que acompañaba la limosina previamente se estacionaba frente a la casa, y tras visualizar a la familia llevó su mano al interior de su chaqueta al tiempo que se dirigía con celeridad al encuentro con los Davenport.

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