Scorpion

Night of the Long Knives

Boris le dió un sorbo a su vaso de whisky,  el cigarro que había fumado ahora solo era una colilla humeante que impregnaba de tabaco la habitación.

Arthur estaba impactado tras las últimas palabras del agente del FBI, la siguiente pregunta necesitaba ahora con mayor razón una respuesta.

—¿Por qué lo mataste?— dijo Arthur nervioso de saber la respuesta.

—Verás Arthur— dijo Boris con seriedad —Él era como tú, un hombre de familia, noble, sincero, pero en algún momento el poder, y todo eso que Ulrich y su vástago Siegfried con su organización Scorpion hacen...lo corrompió, pero en ese hombre aún había humanidad, o al menos eso quiero pensar, Siegfried  una noche me llamó y me dijo que su gerente general le había decepcionado y debía hacer algo por mi familia.—

—¡Familia!, Ulrich también me mencionó algo sobre ello cuando me habló conmigo   al llegar aquí— Aseguro Arthur con enojo en sus palabras.

Boris le miró a los ojos para después preguntarle —¿Y dijiste lo que cualquier persona haría por su familia no?, todo.—

En ese momento el agente abrió su camisa, y al hacerlo, dejó ver en su pecho una marca en su piel generada por un hierro incandescente, ésta marca era la de un escorpión.

—Ese día me volví alguien en la organización, para entonces me había ganado la confianza de Siegfried y me dijo que el gerente había sido una decepción para la organización, cuando fui a su oficina estaba atado a la silla, había plástico alrededor como prevención para no manchar la alfombra con sangre, tenía la boca tapada con un trapo, sudando como si estuviese en un sauna, en sus ojos veía su desesperación de ver que no tenía salida, las muñecas de sus manos estaban laceradas en sus intentos infructuosos para escapar, Violet con una sonrisa de oreja a oreja le ponía un letrero al pobre en el cuello con la leyenda "Zum Henker Defätist!"—

—¿Y eso que significa?— preguntó Arthur en su comprensible desconocimiento del alemán.

— "Al verdugo por derrotista", después de eso vi que White estaba esperando que le disparara mientras sostenía una cámara fotográfica, "para el señor Kovalainen" dijo mientras reía la muy perra.— Se notaba en sus palabras la indignación que le había provocado la escena al agente federal.

Arthur apenas y podía creer lo que Boris le decía, pero la seriedad en que le hablaba no le dejaba dudas de lo que le narraba.

—¿Y después de eso le disparaste?— preguntó el ejecutivo al tiempo de que en  un solo trago tomaba todo el whisky de su vaso.

Boris palmeo el arma que llevaba guardada al momento de contestar.

—En ese momento no tuve otro remedio, como dije antes estaba haciendo mi papel dentro de mi trabajo encubierto, Violet me dió  una Luger P08 y tras decirme "adelante Calvin se parte de la familia"  jalé el gatillo, al día siguiente me marcaron con esta quemadura en mi piel que ahora ves, ganarme su confianza me costó la vida de un hombre.— Tras decir lo último  se notaba que aún se sentía incómodo de esa situación.

Arthur trataba de encontrarle sentido al relato que escuchaba —Y cómo rayos nadie en la empresa o la prensa, no sé,  la policía, ¿cómo es que  no han descubierto lo que pasó?, ¡porque todo ésto se me hace una locura!— Dió con enojo una patada a una caja de vestuario de Shem quien miró con enojo el coraje del ejecutivo.

Boris ignoró la rabieta de Arthur para añadir.
—Hay un grupo de personas que controlan el poder en Kovareicht, Ulrich es la máxima autoridad, controlando al gobierno de la ciudad,  luego está su hijo Siegfried con la empresa y después Montgomery quien hace lo suyo con la policía, cada quien maneja hilos de diferente color por así decirlo, la gente está controlada por temor o con dinero, así de simple, lo único que me temo es que en este momento alguien debe estar muy molesto por mi escape y buscarán un culpable.—

—¿Que pasará conmigo? ¿A dónde me llevara todo esto?— Preguntó con precaución Arthur tras el argumento del agente.

—Sólo puedo decirte Arthur que te prepares, quizá mi súbita salida de la organización vaya a orillarte a tener que poner a prueba algo más que tu palabra ante los Kovalainen—

Mientras tanto en el gran edificio de Industrias Kovalainen en un sótano  de acceso restringido un guardia de seguridad esperaba sentado a Siegfried Kovalainen, quien buscaba respuestas ante una situación presentada más temprano

El hombre llevaba horas sentado cuando de pronto se abrió la puerta, Violet posaba su mano en ella para darle paso a Siegfried quien entraba a la habitación, al tiempo que se limpiaba con un pañuelo la mejilla una mancha que dejaba el lienzo con una marca en rojo.

—Hola Bob, buenas noches, ¿Qué tal el turno?— de manera sarcástica decía lo último al tiempo que se sentaba al frente de él.

—Bien señor, ¿Me podría decir porque no me he podido ir a casa? Hace 4 horas que ya terminó mi turno y...— Súbitamente fue interrumpido por Siegfried que azotó la mesa con el puño.

—!Hace 4 horas una persona con una herida de sangre salió de aquí y ni tú ni tú compañero lo vieron!— gritó mientras Violet que sostenía una bolsa negra miraba sonriente.

—Señor Kovalainen le juro que no ví a nadie salir como usted lo comenta, puede ver mi registro, le aseguro que...— interrumpió su argumento al ver que Siegfried sacaba de su saco una daga con una inscripción en la hoja con las palabras  "Meine ehre heisst treue".

—¿Sabes lo que dice esta daga? Mi honor es mi lealtad, y en ti Bob no veo honor, ¡sólo un imbécil que las cámaras de seguridad muestran que no revisó la cajuela de 3 vehículos en la hora que estamos investigando! — tras lo último Siegfried encajó la daga en la mano del guardia quien gritó de dolor incapaz de despegar la mano de la mesa.

—¡Se lo suplico señor Kovalainen yo como iba a pensar que algo así iba a  suceder!— desesperado entre el dolor el guardia hacia lo posible por salir librado de su tormento.

—¡Pensar les hace daño! No piensen,  hagan lo que se les ha ordenado y si tienen alguna duda pregunten, pero, ya es tarde para ti— ajustó los guantes de piel color negro en sus puños al momento que se dirigía a Violet.

—Violet, prepare la oficina de Arthur Davenport, mañana pondremos a prueba su lealtad a la familia—