Baptism by Fire

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Boris guardó su única evidencia de la verdadera identidad de Ulrich Kovalainen en el techo del camerino de Shem.

—Es momento de que regreses a casa Arthur, recuerda que estás siendo vigilado y sospecharán si llegas tarde, te ayudaré a salir de ese infierno que te han hecho parecer como un paraíso— dijo Boris confiado en sus palabras al ejecutivo.

—¿Qué debo hacer ahora?, ¿Y que puedo hacer por mi familia? No quiero que nada les pase por culpa de ese grupo de fanáticos— externaba preocupado Arthur ante el panorama sombrío que se le avecinaba.

—No será fácil Arthur, deberás estar dispuesto a lo mismo que yo para no ser descubierto, regresa a casa, no le digas a nadie lo que ahora sabes o nos matarán a todos incluyendo a tu familia, me pondré en contacto contigo de forma segura, si necesitas contactarme busca a Shem, ella te ayudará— expresó Boris mientras le dirigía a Shem una mirada de confianza.

—Pero también puedes venir a verme a mí y a mis chicas si buscas algo de diversión— dijo la voluptuosa rubia mientras le guiñaba un ojo al ejecutivo.

Tras estrechar manos con el agente y despedirse de la rubia, Arthur salió de ahí a prisa para llegar a casa.
—En que mierda me he metido, ahora mis únicas personas de confianza es un agente del FBI que cambia de nombre como de zapatos y de una bailarina exótica, te luciste Arthur, te luciste—

Tras una noche más que difícil, Arthur regresaba a su casa tras las revelaciones de Boris, advertido estaba, debía seguirse comportando como si nada hubiese sucedido, había acordado que se seguiría comunicando con el de manera secreta y más importante aún, debía estar preparado para todo, Ulrich, Siegfried y esa intrigante compañía pondrían a prueba algo más que su lealtad.

Ya pasaba de medianoche, pudo ver que la habitación de su casa seguía con una tenue luz encendida, debía ser Elisa, esperándolo aún a esa hora tal vez preocupada, tal vez molesta, al llegar a ella lo averiguaría.

Tras estacionar su vehículo en el garage recordó la confesión de las cámaras instaladas secretamente en su hogar, a pesar de el asco y coraje que le ocasionaba eso, sabía que debía guardar las apariencias para evitar generar ser el blanco de Scorpion.

Al entrar a casa, cada paso que daba lo hacía mirando de reojo a cada lugar en el que se imaginaba pudiese estar escondida una cámara, pero no podía hacer nada para buscar u ocultarse.

Elisa se asomó desde la habitación  viendo a su esposo subir las escaleras.
—Arthur ¿Pasó algo? Me tenías preocupada—

—Nada Elisa, sólo tema de papeleo y de ahí me fuí a tomar unos tragos— respondió Arthur mientras se despojaba de su traje y se ponía cómodo.

—¿Unos tragos dices? Tu no acostumbras tomar de manera tan espontánea como si nada, ¿seguro que todo está bien?— preguntaba Elisa ante la actitud de Arthur.

Arthur se acostó asintiendo a la pregunta —Asi es Elisa, descansa, mañana será otro día— ambos se dispusieron a dormir, aunque para el sería más difícil hacerlo ante la preocupación.

Al día siguiente al presentarse a laborar pudo ver que el guardia del acceso y el de salida eran distintos, en ese momento Arthur supo que su rescate la noche anterior ya había causado una reacción en la empresa.

Arthur iba en dirección a su oficina, extrañamente no había nadie más en el piso, la copiadora siempre ocupada estaba apagada, no había personal de limpieza procurando el pasillo reluciente y su asistente Violet estaba ausente en su escritorio.

Justo cuando estaba titubeando entre dar un paso más adelante del elevador salió Siegfried, quien al ver a Arthur le palmeó la espalda.

—Buenos días Arthur, ¿listo para ir a ver a esos Yankees? Más vale que ese Bucky Dent nos lleve lejos eh— palmeó la espalda de Arthur con fuerza mientras soltaba una carcajada.

—Claro Siegfried, así lo esperamos todos los fanáticos — respondió Arthur con una leve sonrisa, le era complicado mantener la actitud serena a sabiendas de lo que era capaz su jefe según el relato de Boris.

—Vamos vamos Arthur, les irá bien, los equipos son una familia de gente con talento, si todos ponen de su parte las cosas resultan, y si alguien en el equipo falla ¿que haces?— le miró sonriente llevando su brazo sobre el hombro del ejecutivo.

—Pues si no funcionan se deben ser retirados  del equipo para que puedan salir las cosas bien y haya triunfos— contestó Arthur confundido por la actitud de Siegfried.

—Exacto Arthur nos deshacemos de lo que no sirve para que el equipo funcione— al llegar a la puerta de la oficina de Arthur, Siegfried abre de una patada la puerta, en el interior el escenario era bizarro.

En la oficina, justo en la silla atado a ella estaba el guardia de seguridad que le había dado la salida la noche anterior, aquel famoso letrero con aquel mensaje en alemán, tal y como  en el relato de Boris colgaba de su cuello, apenas podía mantener un ojo abierto, había sido golpeado de una forma brutal, Violet sostenía una cámara fotográfica en frente de la escena recibiendo a Arthur con una sonrisa.

—¡Con un carajo! ¡Que significa todo esto aquí!— exclamó Arthur mientras Siegfried tranquilamente le ofrecía al ejecutivo la Luger P08.

—Es hora de que demuestres tu lealtad a la familia Arthur, este hombre aquí es una deshonra para la familia de Scorpion Science, tu lo acabas de decir, si alguien en un equipo falla debe ser retirado, él ha fallado, retiralo Arthur, ¡Demuestra que eres parte de la familia!, ¡Demuestra que eres un escorpión y no un insecto!—
Siegfried decía cada oración con entusiasmo, esperando con ansias que Arthur jalase el gatillo.

Arthur sostenía el arma al tiempo que veía el miedo en los ojos de su ahora víctima, ese hombre no le había hecho daño, muy probablemente tenía familia, pero sabía que si no seguía la orden la suya correría peligro.

Cerró los ojos, trató de controlar el nerviosismo que le hacía temblar la mano, respiró profundo, por dentro rezaba pidiendo perdón a Dios por lo que iba a hacer, miró a su víctima y jaló el gatillo.

El disparo estremeció las ventanas de su oficina, el cuerpo del guardia solo se hizo un poco al costado izquierdo, sintió un flash sobre sus hombros, miró sobre su hombro, y vió a Violet sosteniendo la cámara tras haberle tomado foto para después hacerlo con el ahora cadáver.

Sus labios se habían secado del miedo y nerviosismo que sentía, escuchó el sonido de un corcho siendo expulsado con fuerza de una  botella, al girar la vista pudo contemplar a Siegfried ofreciéndole una copa de Champagne.

—Ahora si eres parte de la familia, bienvenido, Arthur Davenport, un brindis a tu salud en esta organización— Mencionaba con dicha Siegfried mientras alzaba la copa, Arthur la tomaba de inmediato para quizá con el alcohol quitarse las náuseas de lo que había hecho.

Siegfried se apartó de la escena por un momento para descolgar el teléfono y marcar una línea privada.

—White, cancela la ejecución de la familia Davenport, Arthur ya es parte de la familia—

ScorpionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora