|Capítulo 2|✓

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Carajo...

¡Carajo!

¡CARAJO!

¡C-A-R-A-J-O!

¡Y MIL VECES CARAJO!

En esos momentos, era la única palabra que su mente conocía y tenía impactada por todos lados, haciéndolo sonar como un eco.

No lo podía creer...

Su cerebro aún no lo asimilaba del todo...

Frente a ella se encontraba parado el chico al cual había abofeteado. Pero, ¿Quién era para que hubiera entrado en un estado de shock y tuviera todo un caos interno y tal vez externo? Ah, si.

Era...

Milo.

Oh si, por la gran mierda. Era Milo, el chico del cual estaba perdidamente enamorada.

Lptm.

Era él, era aquel alto castaño quién se encontraba frente a ella en ese jodido momento sobandose su mejilla con una cara de confusión y asombro ante la reacción de su compañera.

En esos instantes, solo anhelaba una cosa: ¡Que se la tragara la tierra! Joder, estaba muy apenada, avergonzada, abochornada y todo lo que significará que sus mejillas, corrección, todo su rostro estuviera de rojo o arcoíris y quisiera salir corriendo e irse a vivir a Italia. Quería enterrar su cabeza en el suelo como un avestruz, y aquello no pudo resultar peor y aún más vergonzoso cuando bajo la mirada para no seguir viéndolo y notar al pequeño niño que se encontraba parado justo en medio de ambos.
Algo muy en el fondo le gritaba que  aquel chiquitín era la manzana de la discordia, la persona que había profanado su trasero y que lo más probable haya sido un accidente.

«¡Claro pedazo de estúpida! ¡Es un niño!» gritó su conciencia, haciéndola regresar a la realidad, de la cuál, realmente no había salido.

¡Jodida vida!

—Yo...emm—no podía articular palabra alguna. Tomando un poco de fuerza y voluntad, salió corriendo como solía hacerlo todo el tiempo. Esa era su única salida y debía actuar cuanto antes.—¡Luna! ¡Vámonos! —soltó desesperada al llegar donde su amiga.

—¿Qué pasá? ¿Por qué estas roja? ¿Por qué veniste corriendo cómo alma que lleva el diablo? ¿Y mi comida? —la chica comenzó a bombardearla de preguntas aumentando más la desesperación en la chica.

— ¡Vámonos! ¡Por favor! —suplicó casi queriendo sacudirla para que no siguiera preguntando más—luego te explico ¿Si? Solo vámonos a otro lugar cuánto antes.

Su amiga asintió resignada y en un bufido. Alguien iba a sacar todo el dinero de su billetera y quería una muy explicación ante lo pasado, esto no se quedaba así. Al levantarse, TN no perdió tiempo, tomó su manos y la llevo a rastras sin importar que estuvo por caerse más de 5 veces junto a la persona que iba insultandola.

¡¿Qué diablos había pasado?!

[•••]
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Un largo rato después, algo sudorosas, habían llegado a un puestesito de tacos. Luna ya se había imaginado a dónde iban desde que reconoció la primera calle, después de todo, su amiga no iba sin destino alguno.

¡Eran los favoritos de ambas! Era justo, se lo debía. Estaba toda sudorosa y cansada.

— ¡Estoy toda apestosa! Espero tengas una buena excusa para toda la escena realizada, ¿Ya me dirás que demonios fue lo qué pasó? ¿Por qué saliste corriendo? ¡Aún tengo hambre! Y verte la cara toda roja me hace pensar en una rica pizza con catsup. ¡Habla ahora o te muerdo las mejillas!

"Crush" [Milo Manheim Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora