|Capítulo 13| ✔️

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Maratón: 4/4

[TN]:

Mantenía mi tarde como antes de que comenzará a darle clases a Milo e inclusive de que empezáramos a llevarnos como amigos. Se sentía un poco extraño y aunque sabía que sólo se trataba por hoy, no evitaba que se sintiera así, porque desde ese momento, sabía que todo sería diferente, pero nunca me imagine que de la manera en que las cosas estaban ocurriendo.

Vaya...

Me encontraba leyendo un libro en el sillón de la sala, sintiendo como la sangre se acumulaba en mi cabeza por tenerla colgando al posicionarme al revés. Había logrado concentrarme en la lectura, olvidándome de todo. ¿Me encontraba esperando a Milo? La verdad es que no, había vuelto a decirle que no era necesario que viniese y aunque él insistió y dijo que vendría, trate de no creerlo como tal y esperarlo. No es que no quisiera verlo, pero quería evitarle problemas con la persona que se hacía llamar su "novia" y además, solo se trataba de un día, bueno, se podría repetir de nuevo, pero ahora sabía que entre Milo y yo, aparte de la tutorias, ya había algo más.

Una amistad...

Y eso era suficiente. Eso hacía que me emocionara todos los días y a cada minuto.

Ah...Milo...realmente no creí llegar tan lejos. No creí poder estar cerca.

No creí que realmente estaríamos de está manera.

El reloj marcó las 5 de la tarde y por un momento, mi mente y concentración dejaron el libro para viajar a lo que Milo me había dicho en la escuela hace tan sólo unas horas atrás.

¡Joder!

Ese chico si que podía hacerme sonrojar en solo cuestión de segundos. Era tan tierno y Erika podía disfrutar de todo ello.

Negué con la cabeza y suspire. Me acomode mejor en sillón y recargue mi espalda en el poza brazo, me sentí mareada por un momento y comencé a reír como tonta. Al recomponerne, dejé de lado mis pensamientos de aquel alto castaño y volví a poner mi concentración en el libro que se encontraba en mis manos.

Ah...si, así eran mis tardes, y no estaban mal. Me gustaban, aunque claro, no más que pasar tiempo con el chico del cual estaba totalmente enamorada.

No supe como cuantos minutos pasaron, cuando el timbre sono, estaba tan metida en mi lectura que me pare con todo y libro, sin despegar la vista de aquellas suaves hojas con miles de letras, no pensaba quitar la mirada, y por ello estuve a punto de caerme, pero daba igual.
Me acerqué, tome la perilla y aún sin despegar mi vista del libro abrí la puerta, no tomé tanta importancia a quien estuviera del otro lado, a veces Luna podía tocar la puerta y no pasar directamente, pero eran veces que podía contar con los dedos de mi mano.

Total= 2

Bueno, está hubiese contado, si no fuera otro el caso.

—Hola—saludó esa persona que hizo despegar mi vista rápidamente del libro, sorprendiéndome, ahí estaba parado frente a mi casa.— ¿Interrumpi tu lectura? —preguntó con una brillante sonrisa.

—Si— ¡Mierda! Cerré los ojos y maldije internamente por haber dicho eso, sin embargo, él rio—no espera, no—moví mis manos, sentía mis mejillas arder. Milo miraba divertido—.Es decir, no creí que fueses a venir.

De verdad que no. Se supone que debía disfrutar este día con su novia.

—Te había dicho que si lo haría—se encogio de hombrow—Erika tiene que entender que estás clases son importantes, de ello depende que no me saquen del equipo.

"Crush" [Milo Manheim Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora