"Crush" [Milo Manheim Y Tú]

|Capítulo 8|✔️

Capítulo dedicado a: Militoismyname
Gracias por la espera:)

[TN]:

Comenzaba a comerme las uñas, me estaba desesperando y Luna no cooperaba. Parecía pensar muy bien lo que iba a decir, ¿Tan malo era? No creo, ¿Le gustaba algún drogadicto? Bueno, yo no soy de juzgar a las personas; ni por su aspecto físico o su comportamiento, y ese tipo de personas no resultaban ser malas, solo algunos con una vida totalmente dura, no muchos pueden con los problemas...

Pero bueno, que ese no era el asunto.

¿Y si le gustaba algún asesino?

Ah, ella dudaba, casi casi titubeando para decirme la respuesta a mi pregunta. No importaba quien le gustase, yo la apoyaría y se lo haría saber.

— ¡Ya! ¡Dime quien te gusta! —jale mis cabellos y ella mordió su labio. De repente, una idea descabellada vino a mi mente—rayos, no... no me digas que... ¡¿Te gusta Aaron?!

Los ojos de ambas se abrieron en grande, casi queriendo salirse de su respectivo lugar. Si mi mejor amiga se encontraba sobre mi cama, ahora se encontraba levantada dando vueltas alrededor.

Quizás me pase, ¡¿Pero qué quería que pensará?! Me mantiene en la incertidumbre que en este punto todo puede ser posible. TODO.

T-O-D-O

— ¡¿Qué?! —gritó y volvió a dar vueltas para parar y mirarme— ¡Iuhg! No, desde luego que no, ¿Pero qué? ¡No! Agh... ¡Me gusta el profesor de matemáticas —se dejo caer en la cama— ¡Ya! ¿Contenta? —sus mejillas se tornaron rojas.

Okey... Quizás no todo.

¡¿Qué?!

¡¿QUÉ?!

Deje caer mis brazos y sentí como mi garganta se secaba ante la confesión de mi mejor amiga, ella se tapaba el rostro con sus manos, pero eso no evitaba que pudiera ver el intenso sonrojo que se apoderó de su rostro.

¡Por todos los cielos!

¿Había escuchado bien? A Luna, mi mejor amiga, aquella chica que daba mido con solo mirarla, se encontraba ahora como un tomate por haber dicho que le gustaba... ¡El profesor de matemáticas!

¡Le gustaba el profesor Evans! ¡El maestro de matemáticas! ¡Con quién siempre peleaba!

¡Oh por Dios! Estaba totalmente estupefacta, cayendo en un shock.
Es que...no podía creerlo. Le gustaba el profesor de matemáticas, podía escuchar ese eco en mi cabeza que repetía una y otra vez la persona que le gustaba.

Esperen un momento...

Un momento...

Aguarden un segundo...

Entonces...

Wowo...

NO-ERA-VERDAD

¡AH!

¡Ahora todas esas ideas tenían sentido! ¡Todo el sentido del mundo! Y quiero creer que es así, porque entonces... ¿Qué más podría ser?

¡Carajo! ¡Ahora lo entiendo! Y si, puedo decir que los sentimientos son totalmente correspondidos, tiene que ser eso, debe ser eso.
Todo lo que vi durante tiempo atrás, no era producto de mi imaginación, claro que no, jamás, todo era verdad. Cada mirada que me hacía confundir, cada gesto que me hacía sobre pensar, cada cosa que veía y me hacía pensar y luego negar creyendo que no podía ser una posibilidad. ¡Mierda! Todo este tiempo yo fui testigo de las cosas; por eso el profesor Evans hoy miraba con cierto enojo a Aaron cuando le dijo "bebé" A Luna. Y no hoy, cada que lo escuchaba.