|Capítulo 11| ✔️

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Maratón: 2/4

La esperanza y sonrisa que se habían posado en ella, fueron arrancadas en el mismo momento en que abrió la puerta y del otro lado se encontraba su mejor amiga.

Fue muy ilusa y tonta al creer que era él quien podía haber llegado. Al final de todo, si, había sido todo una broma.

—Hola Luna.—respondió sin ganas y regreso a su lugar para dejarse caer.

La chica no se molesto en cerrar la puerta y fue directo a donde TN para posarse en frente y cruzar sus brazos.

—Espera, ¿Qué haces tú aquí?—preguntó desconcertada—no se supone que deberías estar con Milo agazajandote en algún cine o que se yo.

Exactamente eso era lo que ella se imaginaba. ¡¿Por qué todavía estaba su mejor amiga ahí?!

Si lo mataba.

—Muy graciosa—respondió neutra.

Bueno, ahora dijera lo que dijera, no ayudaría a que su amiga se pusiera de buenas, al menos no tan rápido.

—Sólo quería levantarte un poco el ánimo, ¿Qué pasó?

—Eso mismo quisiera saber yo, ¿Qué paso? Ni tan siqueira un mensaje avisando que no vendría—la miró—claramente quizás solo se trató de una broma, solo que no me dio risa, nada más me quito los ánimos.

Frunció su ceño y se sentó a su lado. No, no, Milo no era ese tipo de chico, podía ser un bruto en la escuela, pero no en la vida ni actitud, bueno, también en la vida, pero podía asegurar que en su actitud y personalidad no.

Así que antes de salir y buscarlo hasta por debajo de las piedras, encontrarlo y cortarle las pelotas, quería intentar razonar por un momento y no actuar a lo loco como la mayor parte del tiempo.

Ella no controla los impulsos, los impulsos la controlan a ella.

¡Ese estúpido no podía estar jugando! ¡Tenía que haber una explicación!
No quería que su mejor amiga se sintiera de esa manera porque no la merecía, bastante estaba poniendo de su parte para poder acercarse a ese tipo con estatura anormal, casi de un extraterrestre, para que en un abrir y cerrar de ojos volviera a lo mismo.

Y si resultaba tal como ella decía, bien, ese se lo perdía. La vida seguía y se lo iba a recordar a cada momento a TN, ¡Ja! Como si fuera el único en la tierra, ya encontrarían a alguien con una estatura igual de anormal y fuera de este mundo en cualquier otro lado.

—Espera, no nos adelantemos, alguna explicación debe de haber. No te desanimes así de rápido.

La chica se levantó de su lugar.

— ¿Qué explicación puede haber? Como sea, era demasiado bueno para ser verdad. Ya no importa.

—En serio, no te desanimes por esto. Claramente no es por defenderlo, pero Milo puede ser un idiota pero no tanto, al menos no en ese grado de ser un grandisimo patán.

—Ahora pienso que es el patán idiota más idiota que puede conocer en la existencia de los patanes idiotas.

¡Ya! Lo había dicho. Y se sintió muy bien.

—Y estoy muy de acuerdo contigo—escuchó una voz detrás suya.

Okey... ¡Ahora ya no se sentía tan bien!

¡¿En donde estaba el botón de rebobinar?! ¡Reversa, reversa! Ella no quería decir eso, claro que no.

Solo estaba tantito molesta y triste, pero claro, eso no le daba derecho a decir eso.

"Crush" [Milo Manheim Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora